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miércoles, 3 de junio de 2020

3ª de Eso, semana del 1 al 5 de junio. 3ª jornada.


Más sobre COMPLEMENTOS PREDICATIVOS.

Ejercicios interactivos

  1. Encontró                 las ruedas del coche.
  2. El presidente quedó          tras el debate.
  3. Siempre van                  al trabajo.
  4. Escucharon la conferencia                       .
  5. Hizo el regalo                 .
  6. Se fue            de su cita.
  7. Salió                de su cita.

  1. Hicieron rápido los ejercicios
  2. Los estudiantes llegaron rápido al aula
  3. Salió gritando de la consulta
  4. Observó en silencio la exposición
  5. Nombraron a mi marido alcalde del pueblo
  6. Entregó la carta sin remitente
  7. Compró el coche de oferta
  8. Los trabajadores pedían desesperados una subida de sueldo
  9. Encontraron de casualidad la tienda
  10. La reunión le puso furioso

Explica las diferencias entre Atributo y complemento predicativo. 

lunes, 1 de junio de 2020

3º de ESO.Semana del 1 al 5. 1ª jornada. (Por si tenéis problemas de acceso)



 El complemento predicativo (CPvo) 

Primero repasa toda la teoría que sabes sobre este tipo de complementos. Recuerda que:
   Tienes que saber que significado aporta.
   Tienes que saber que forma puede tener.
    Tienes que saber que función desempeña.
   Tienes que saber cómo comprobar que estás ante un complemento predicativo.




 Completa las siguientes oraciones con los adjetivos que te ofrecemos y explica por qué tienen función de complemento predicativo: gratinados, vacíos, asombrados, subdelegado, inmortalizada, perdido, deteriorada.
 a Nos hemos quedado _________ con esa noticia.
 b María ha presentado _________ los macarrones con tomate.
 c Ha quedado _________ la promoción de este año gracias a esta fotografía.
 d Hemos visto _________ todos los estantes de la tienda.
 e Han elegido a Miguel _________ de la clase.
 f Ese niño se encontraba _________ en el centro comercial.
 g Tu coche tiene _________ la pintura.



miércoles, 27 de mayo de 2020

3º de ESO. semana del 25 al 29. 3ª jornada.



Hemos hecho muchos ejercicios, en general los de gramática los habéis hecho bien (Tenemos que trabajar aún más la comprensión de los complementos verbales) . En lo que más falláis es en la redacción. Y es lo que vamos a practicar esta semana.

 Necesitamos :

1. Un receptor, al que adaptaremos el texto.
2. Una estructura: ¿se trata de una descripción, una argumentación, una enumeración…?
3. La sintaxis, estructurando las frases de manera coherente.
4. Hacer hincapié en los verbos.  revisarlos detenidamente.
5. Regla de Ockham: si puedes decir una cosa con dos palabras, no la digas con cuatro.
6. Revisar la precisión de vocabulario: tecnicismos, sinónimos, conectores, etc.


1.- Traduce al castellano el siguiente texto de Igor Lugris.
Se fosse mais tonto dariam-me um prémio
e nom seria o primeiro tonto em ganhar um prémio
Podo lembrar sem grandes esforços
sem esforço quase poderia dizer
vários
 tontos com prémio única
e exclusivamente pola sua
 tontaria Quanto mais tonto
mais
 prémioPolo menos poderia presumir de algumha cousade ter ganhado um prémio
eu mesmo
próprio sem
 ajudaconseguido pola minha valia
ou minusvalia
e nom como agora
que nem ganho nem perdo nem subo nem baixo
nem tiro nem ponho nem afirmo nem nego
nem branco nem negro nem listo nem tonto
e ninguém premia esta
 mediocridade que arrasto
sem
 pena nem 
glória

2.- Explica el siguiente poemiga de Luís Eduardo Aute:

martes, 26 de mayo de 2020

3º de ESO, semana del 25 al 29. 2ª jornada.




Hemos hecho muchos ejercicios, en general los de gramática los habéis hecho bien (Tenemos que trabajar aún más la comprensión de los complementos verbales) . En lo que más falláis es en la redacción. Y es lo que vamos a practicar esta semana.

 Necesitamos :

1. Un receptor, al que adaptaremos el texto.
2. Una estructura: ¿se trata de una descripción, una argumentación, una enumeración…?
3. La sintaxis, estructurando las frases de manera coherente.
4. Hacer hincapié en los verbos.  revisarlos detenidamente.
5. Regla de Ockham: si puedes decir una cosa con dos palabras, no la digas con cuatro.
6. Revisar la precisión de vocabulario: tecnicismos, sinónimos, conectores, etc.


García Lorca.
Súa i-alma choraba, ferida e pequena
embaixo os arumes de pinos e de herbas.
Agoa despenada baixaba da
 lúa
cobrindo de lirios 
a montana núa.
O vento deixaba camelias de somana
lumieira murcha da súa triste boca.
¡Vinde mozos loiros do monte e do prado
pra ver o adoescente afogado!
¡Vinde xente escura do cume e do valantes
que ise río o leve pro mar!
O leve pro mar de curtiñas 
brancasonde van e vên vellos bois de ágoa.
¡Ay, cómo cantaban os albres do Sil
sobre a verde lúa, coma un tamboril!
¡Mozos, imos, vinde, aixiña, chegarporque xa ise río mó leva pra o mar!


1.- ¿A qué clase gramatical pertenecen las palabras subrayadas?. Explica las características de esta clase de palabras. (Recuerda en lengua atendemos al significado, la forma y la función  para definir una clase de palabras).
2. Relaciona el poema de Lorca con el siguiente texto:


Pocas personas recuerdan una tragedia ocurrida en el río Sil, en 1931, cuando un joven se ahogó en Puente Domingo Flórez. Fue en el año 1931 cuando Federico García Lorca, junto con su compañía teatral La Barraca, inicia un recorrido por toda España llevando el teatro a todos los puntos más recónditos de la geografía basándose en que todas las personas, aunque vivan en el medio rural, tienen derecho a conocer el arte del teatro. Cultura y teatro forman parte de esta iniciativa apoyada por el gobierno de la República, siguiendo el ejemplo de las compañías del Teatro del pueblo de Alejandro Casona o de Manuel Bartolomé Cosido a través de las misiones pedagógicas de Giner de los Rios.
Fue en 1931 cuando La Barraca había llegado a Puente Domingo Florez, en El Bierzo. En ese momento, uno de los tramoyistas de la compañía, encargado de montar los escenarios, se fue a bañar al Río Sil donde se ahogó.

Si te interesa conocer más de la historia AQUÏ: https://lafueyacabreiresa.com/de-cuando-garcia-lorca-visito-cabrera

miércoles, 20 de mayo de 2020

3º de ESO, semana del 18 al 22. jornada 3ª

Malaherba . 2º capítulo.
(continúa)
Así que me quedé atontado, allí pegado a la ventana con a ciudad al otro lado, y luego pensé en como estaría el pobre Dani Ojitos y qué pensaría de nosotros. Nos creería dos locos o dos capullos, dos niños a los que no acercarse nunca más. En un acto reflejo, bajé de golpe la persiana. Ahora s1 que ya no se veía nada, pero me había dado tiempo a saber dónde se había escondido Ojitos. Estaba apoyado a un lateral de la mesa del ordenador y el último recuerdo que tengo de su cara es que parecía divertido, así que fui allí a tientas. · Se había pactado, sin que nadie lo dijese, que Elvis nos buscaría como si jugásemos al escondite. Para entendernos: era el juego más estúpido del mundo. Pero en la oscuridad total, Ojitos y yo nos entrecruzamos las piernas en una postura rarísima, como protegiéndonos, porque si uno se esconde en la oscuridad lo último que quiere es que lo encuentren. Ese miedo raro, un miedo emocionado y espontáneo, un miedo que no sé cómo describirlo porque era·el mismo miedo que sientes hacia un padre que se acerca a hacerte cosquillas, hizo que Ojitos y yo nos pegásemos muchísimo. «Ven aquí más», susurró. Tenía una camiseta de marca Amarras y unos vaqueros Lois con el bajo recogido, lo recuerdo porque entonces yo me fijaba mucho en las marcas de ropa y llevaba pidiendo un montón de tiempo que me comprasen una bomber Chevignon. «Ven, ven aquí más», dijo Dani Ojitos, o eso me parecía entender, porque hablaba muy bajo y con la voz entrecortada. Pero yo ya estaba allí, no podía estar más pegado a él. « Ven más», repitió. Giré la cabeza para ver de una vez qué quería, pero ya estábamos tan juntos que chocamos las narices Y las caras. «Ven, ven», me decía aún entonces, respirando a toda prisa; de golpe hacía muchísimo calor.
   Me metió la lengua en la boca. No sé cómo lo hizo ni en que momento. la metió y la empezó a mover, una lengua pequeña y caliente. Sabía a patatas campesinas. Yo sentí gusto y asco por sentir gusto, y me quede quieto como si me estuviese pegando. No era capaz de apartarlo ni de intentar apartarlo, y de repente quise hacer algo, pero no se me ocurría qué, y cuando se me ocurrió- le iba a coger una mano, me llamaban la atención las manos blancas y tímidas de Dani Ojitos- él pegó un salto y se apartó de mí riéndose, porque sentíamos a Elvis ya muy cerca.
   Elvis nos encontró y se echó encima de nosotros y estuvimos amontonados un buen rato. "!Mntaña!", había gritado; nos quedamos así hasta que empezamos a sudar, y después Elvis se levantó y encendió la luz. Teníamos las mejillas coloradas, nos reíamos y nos callábamos sin ser capaces de coordinarnos. Yo me sentía tan raro que casi no podía ni respirar, como si algo muy bueno me estuviese matando.


Relaciona este fragmento con el que acaba el segundo capítulo con estas palabras de Manuel Jabois en una entrevista, hablando de sí mismo:" Ese primer deseo te hace sentir culpable. Es un sofoco… Y hay algo que no incluí tampoco y me arrepiento, lo pensaba ayer. Lo de “hacer manitas”. Recuerdo que tenía yo 7 u 8 años, la primera vez que hice manitas. Fue en realidad la primera vez que hice el amor. Estábamos en clase viendo un documental, y bajé las manos y se tocaron con las suyas. Era una locura. Una barbaridad. El calor en el pecho. El primer calor. Tenía el corazón bombeando a toda hostia. Y a la vez me sentía fatal, me ahogaba físicamente. Luego cuando acabó la peli no pude ni mirarla a la cara. ¿Qué he hecho? Recuerdo esa vez. Tenemos que llegar a la segunda edición del libro para cambiar esto e incluirlo (risas). La culpa esa, sí  .    (...)   Era una sensación de culpa que duraba días a veces. Es como si ahora con cuarenta años sufriese después de hacer el amor o después de comer helado. Son cosas maravillosas; dos o tres ejes fundamentales por los que estamos en la vida"
     https://www.elespanol.com/cultura/libros/20190518/manuel-jabois-confesaba-cosas-felices-enamorarme-masturbarme/399211204_0.html



Agrupa las siguientes oraciones según el aspecto del verbo. Recuerda que son tiempos perfectos todos los tiempos compuestos y además el pretérito perfecto simple.

  • ¿Has hecho el recado que te había encargado?
  • Será muy trabajador, pero no lo demuestra.
  • Come cuanto desees.
  • Ahora solo nos faltaba una botella de champán.
  • Si hubiéramos tenido tiempo, lo habríamos hecho.
  • Este alumno habría merecido aprobar.
  • Me las pagarás.
  • Entonces se levantó la sesión y todos salimos.
Perfecto
    Imperfecto

    martes, 19 de mayo de 2020

    3º de ESO, semana del 18 al 22. jornada 2ª



    Malaherba, capítulo 2 

    No ayudaba que se llamase Elvis. Tampoco, realmente, que fuese el amigo del repetidor y el repetidor insistiese a los profesores en que se llamaba Míster Tamburino. Nada en la vida nos ayudaba, y eso hizo que en dos días fuésemós inseparables. La suerte fue que Martiño Iglesias Pernas nos cogió cariño. En algún momento del curso decidió que formaríamos parte de sus posesiones, como sus libros o su pupitre, y eso significababa que nadie nos podía tocar, o que nos tocase bajo su responsabilidad.
     La casa de Elvis era una casa acogedora y a medio hacer, supongo que por la mudanza. Las casas ya amuebladas y decoradas y convertidas en un hogar no acogen a nadie más que a esa familia. En la de Elvis había hueco para dos o tres más, y Rebe y yo estábamos primero. De hecho, no es que faltasen muebles, es que faltaba hasta su madre, que se había quedado en Lugo, su anterior ciudad «acabando un contrato», según nos dijo Armando. Me parecía.impresionante que Elvis y Claudia pudiesen vivir solo con su padre; si mi madre llegase a faltar de casa un día, yo creo que hubiera venido la policía a preguntar qué pasa.
    Eso se lo dije esa tarde a Armando mientras hacíamos los deberes en\ la cocina, y Armando soltó una carcajada. Mi frase fue aprovechada rápidamente por él para hacer «una pausa» y empezar a contar una historia sin pies ni cabeza. Elvis corrió por el pasillo a avisar a Claudia y Rebe, que estaban en la habitación de Claudia cotilleando de niños del cole (Rebe me lo contaba todo, ahora no me cuenta nada; ni recuerdo la última vez que la vi). Fue entonces cuando supe que la madre de Elvis y Claudia era de Pontevedra y que Armando era de Castromundo, una aldea de Lugo que ahora debe de tener unos treinta vecinos, pero que cuando nació Elvis podría tener por lo menos cincuenta. Sus casas se levantan entre montañas, a veces se queda incomunicada por la nieve y, en líneas generales, es perfecta, nos dijo Armando
    . -Perfecta para qué -pregunté.
     -Cuando decimos que un lugar es perfecto, nos referimos a que es perfecto para vivir -contestó.
     -Puede ser perfecto para otras cosas. Para estudiar o para jugar al fútbol.
     -Para cosas que se hacen viviendo, eso es. Ningún sitio es perfecto para morir.
     Armando y yo nos caíamos bien. En eso de que ningún sitio es perfecto para morir mentía, porque mi padre había encontrado en un piso sin luz lleno de cenefas, cuadros de marcos horribles y lámparas, chatarrería variada y armarios gigantes, una especie de amanecer en un paraíso de corales en el que no Parar de morirse. Pero entonces eso aún no lo sabíamos; sólo había muerto una vez, y ni siquiera .
     Armando hablaba mientras nosotros mojábmos galletas con nocilla en el colacao.  La cocina el lugar en el que mis padres también hablaban cuando se ponían a echar cosas de menos. Ahora  estábamos los cuatro niños y Armando, y Armando  hablaba y hablaba mientras se servia vino y más vino; esto me lo dijo luego Rebe, porque yo la verdad es que no me enteraba.  Entendí que entre las ventajas de trabajar en casa había que contar la de poder beber lo que uno quisiera todo el día , no solo agua. Así pues Armando era de un pueblo "mitológico" . dijo , con el nombre más bonito del mundo: Castromundo; uno de esos lugares de los que hay que escapar para querer volver todo el rato.
    En Pontevedra Armando era amigo del padre de una niña de nuestra clase, Olallita Sueiro, que vino ese día a tomar café con él y repetiría visita varias veces, algo que, por lo que fuera, a Armando le incomodaba, porque decía que no se podía trabajar «tranquilo» en casa. Su familia era ganadera y él repartía leche por las casas de allí y las de alrededor; era lechero, Armando. Se fue a estudiar a la universidad de Santiago, y allí se enamoró de la madre de Elvis, que era una mujer «altísima», «delgadísima», y «morenísima», que se quedó embarazada de Claudia tan pronto que no pudo seguir estudiando. Hablaba con verdadera locura de su mujer, era de esa gente tan enamorada que en lugar de dar ternura daba un poco de miedo. «Somos hijas no deseadas» interrumpió Claudia el relato mientras miraba a Rebe.



    TEMA 4, del libro de texto. Actividades de ampliación y afianzamiento de los contenidos adquiridos.
    Primero lee de modo activo (comprendiendo) la teoría de la parte de gramática de este tema  y después soluciona este ejercicio.
      

    Relaciona  las siguientes oraciones con los distintos tipos de futuro: imperfecto, imperativo, de probabilidad y de cortesía.

    ¡Qué le vamos a hacer, buscaremos otro sitio!
    ¿Podrá atenderme un momentito?
    No matarás, no robarás, no mentirás.
    Esa casa costará mucho dinero, ¿no es verdad?
    Imperfecto.
    Cortesía.
    Imperativo.
    Probabilidad.

    Malaherba, (continuación). Tambu se llama a si mismo "el repetidor" y remarca su carácter singular con el apodo autopuesto Mr Tamburino. Hay muchos más datos en estos fragmentos que nos hablan de familias en situaciones frágiles. Menciona algunas.

    Me dolió en el alma que dijese eso de Rebe; no había nadie más deseado en el mundo que ella. Quise ser yo también no deseado.
     -¿Yo también fui no deseado?
     -No, pero estás a tiempo aún. Un chico de mi pueblo fue no deseado a los catorce años -Armando soltó una carcajada. No hay cosa más espantosa que un adulto rodeado de niños riéndose solo por algo que acaba de decir.
     Entonces sonó el timbre de la puerta. Por el susto, se debían de haber olvidado todos menos yo, que sí estaba atento al ruido del ascensor, al ruido de las pisadas en las escaleras por si le daba por hacer ejercicio a Daisy, a cualquier ruido que identificase a alguien acercándose a casa; cosas que, aún no lo sabía, manejaría muy bien a las pocas semanas.
     Claudia corrió a abrir la puerta -Claudia era al mismo tiempo la señora y la ama de llaves de aquella casa-y desde la cocina oímos la voz de Daisy, pero no la voz de Dani Ojitos. Aunque a esas alturas no sabíamos ni siquiera si Dani Ojitos tenía voz.
     Claudia lo hizo pasar a la cocina. Dani tenía el pelo despeinado y gracioso, un poco húmedo porque estaba lloviendo. Nos quedamos todos en silencio un buen rato, esos silencios de los niños que son peores que los de los mayores, porque ni siquiera pueden hablar del tiempo. Entonces Elvis se levantó con muchísima ceremonia y yo fui detrás, como si de repente se hubiesen establecido unas categorías, y dijo Elvis que fuésemos todos a la habitación, y fuimos. Empezaba a oler a hogar aquello, a plástico de juguete y a Nocilla. Caminamos en silencio por el pasillo, y al llegar al cuarto  cerró la puerta (siempre lo hacía, aunque su padre no le dejaba·pasar el cerrojo) y le empezó a enseñar los juegos y los clicks de_Playmobd a Ojitos, contándole las mismas historías que me había contado a mí dos horas antes.
    Yo me acerqué a la ventana, que daba a una calle estrecha llena de coches y de gente apurada; llovia, pero ya no mucho, y se empezaba a hacer de noche. En gallego hay una palabra que me gusta mucho, «lusco e fusco». Vale para el amanecer y el anochecer, así que si alguien te dice que es el «lusco e fusco» no sabes si se está haciendo de día o haciendo de noche. Papá siempre decía que un reloj estropeado da dos veces bien la hora, no sé si lo decía por él mismo; pues bien, hay dos momentos del día en que el cielo la puede dar mal.
    De golpe se hizo de noche. No fuera, sino dentro. Me volví hacia el interior del cuarto, asustado, y vi dos sombras pequeñas. Sólo tras unos segundos escuché la vocecita torpe de Elvis diciendo que había apagado la luz, como si nadie se hubiese dado cuenta. Ordenó que nos escondiésemos por el cuarto porque íbamos a jugar a las tinieblas.
     Me puse muy nervioso. No por estar a oscuras en un cuarto que era tan pequeño como una baldosa y en donde nos tendríamos que esconder pegados al techo, sino por estar a oscuras con gente alrededor; gente que respiraba, que yo suponía estiraba las manos para_no chocar y que tenía un cuerpo que no se podía evitar ni esquivar si se ponían en medio. Asi que me quedé atontado, allí pegado a la ventana con la ciudad al otro lado, y luego pensé en cómo estaría el pobre Dani Ojitos y qué pensaría de nosotros. Nos creería dos locos o dos capullos, dos niños a los que no acercarse nunca más.


    lunes, 18 de mayo de 2020

    3º de ESO, semana del 18 al 22. jornada 1ª



    Malaherba, capítulo 2
    (continúa)
    Mi madre trabajaba en El Corte Inglés de Vigo , a mí me parecia mayor porque era mi madre, pero en realidad se quedo embarazada muy joven de Rebe y la gente le preguntaban si eran hermanas, y mi madre ponía una cara que parecía que iba a comprar El Corte Inglés entero.
      Dejó las bolsas en el recibidor y se llevó a  Rebe al salón para encender un cigarro de marca Winston. Cerraron la puerta aunque yo no tenia pensado poner la orja prefería esperar a la versión infantil. Me quedé en mi cuarto sin hacer nada, y cuando Rebe salió del salón dijo que nos íbamos.
     -¿Qué le pasa a papá?
     -Ya te lo diré después --dijo Rebe cuando nos metimos en el ascensor para ir a casa de Elvis. No parecía asustada ni enfadada, quizá ya no tenía nada de eso.
     Hicimos los deberes en el salón y luego jugamos los niños por un lado y las niñas por el otro. Ese día Elvis y yo descubrimos que nos encantaba el Hundir la Flota, un juego en el que colocábamos nuestros barcos en tableros divididos en casillas, y había que adivinar dónde los tenía el otro tirando de coordenadas, tipo D2 o BS. Si acertabas con una parte del barco, era «tocado». Si ya no te quedaban más partes que tocar, era «hundido» .. Si fallabas, era «agua». Creo que no he pasado nunca más vergüenza en mi vida que explicando esta tontería, ni me cabe en la cabeza que alguien no conozca el juego de los barcos, pero papá decía que hasta las cosas más estúpidas hay que explicarlas para entenderlas por dentro, y que nunca sabíamos quiénes nos podían leer. A lo mejor al Hundir la Flota le pasará dentro de cien años como a los dinosaurios, así que supongo que esto será de interés si ocurre. Ojalá, la verdad, haya en el futuro arqueólogos de barquitos de estos de plástico con sus agujeritos en cubierta, y ojalá yo sea uno de ellos.
    Elvis era un año más pequeño que yo, más bajo y muy distraído; siempre se estaba dejando cosas por ahí. Se entusiasmaba mucho y muy rápido, y luego se cansaba de forma muy simpática, o eso me parecía a mí porque ponía morros. Era muy estudioso pero escribía fatal, casi ni sabía escribir. Tampoco leía bien. El tercer día la profesora de Lengua nos mandó leer en alto, que es lo que hacen los profesores para parecerse a los tratantes de ganado: mirarles las encías a los animales. Yo no es que fuese una máquina leyendo, y siempre vocalicé mal (hablo muy rápido y tengo mucho acento gallego, pego las palabras, las monto unas encima de otras de tal forma que sólo me entendía Elvis y me hacía gracia pensar que era un idioma nuestro, un idioma de marcianos). Pero es que Elvis era un agobio, y al principio era un agobio para mí, que era su vecino y su mejor amigo. Yo sentía que la clase se reía de él y algo peor, sentía que era difícil no hacerlo y que si yo no lo hacía era porque había tenido la mala suerte (lo pensaba así, y odiaba pensarlo) de ser su amigo demasiado pronto, antes de saber muchas cosas de él, por ejemplo gue  leía como el demonio. Mi lugar en clase estaba en la tercera o cuarta fila, ya no lo recuerdo bien, pero él estaba en la última y su vocecita me llegaba por la espalda, como un aire frío que me hacía estremecer (su compañera era Inesita Cendón, una niña que se hizo famosa a mitad de curso porque dijo que la capital de Noruega era Labocane, que luego descubrimos por un anuncio de la tele que era un producto farmacéutico, creo que de enjuague bucal). Como no podía girarme, lo imaginaba atorado frente al libro, con sus ojos nerviosos y brillantes, y sus gafas descolgándose nariz abajo mientras se las subía con el dedo. Unas gafas de montura castaña, grandes y hermosas, sin las cuales me podía confundir a mí perfectamente con la profesora.


    ¿Te parece que a vista de los otros Tambú era muy diferente de Elvis? Justifica tu respuesta.





    TEMA 4, del libro de texto. Actividades de ampliación y afianzamiento de los contenidos adquiridos.
    Primero lee de modo activo (comprendiendo) la teoría de la parte de gramática de este tema  y después soluciona este ejercicio.



    Tiempo y aspecto

    Relaciona  las siguientes oraciones con los distintos tipos de presentes: actual, habitual, histórico y atemporal.


    El agua se congela a 0 ºC.
    Miguel de Cervantes nació en 1547.
    Este té me lo trae un amigo directamente de la India; pruébalo, está exquisito.
    ¿Qué haces? Escribo a un amigo.
    Histórico.
    Atemporal.
    Actual.
    Habitual.

    miércoles, 13 de mayo de 2020

    3º de ESO, semana del 11 al 15, 3ª jornada.





    Malaherba, Capítulo 2, continuación.

    Aquel día Ojitos andaba por la panadería con una sudadera de capucha. Siempre había muchísima gente en la panadería a esas horas, parecía un bar de domingo por la mañana en el pueblo. A mí me gustaba porque, como tardaban en atendernos, me iba a los hornos donde se hacían el pan y las napolitanas y aquello olía como si se acabase de inaugurar el mundo. Julián, el panadero, siempre me decía que tenía que ir a las seis de la mañana o una hora así de bestia, porque entonces se hacía mucho más pan y todo olía aún mejor. Así que cuando me despertaba en medio de la noche y mamá venía a la cama yo le decía: antes de ; volver a dormirme, que en lugar de ir al baño prefería bajar a la panadería.· Si Julián me preguntase qué pensaba cuando tenía diez años, podría decirle: «En lo mucho que quería bajar a la panadería de madrugada, y no podía».
    Ese día no me dio tiempo a ir a los hornos porque   en la cola de la panadería, ademas de Dani Oji- ais y, su niñera ya estaban Armando Claudia y Elvis .Juraría ahora que Armando estaba en pantuflas o algo muy parecido; en cualquier caso era un calzado muy cómodo  que me llamó la atención. Nos preguntó por papá y a mí me salió decirle que estaba vivo. Después nos invitó a Reme y a mí a subir a su casa cuando acabásemos de comer para hacer los deberes juntos. Era perfecto porque al menos el día anterior Armando apenas nos había molestado:aquello de trabajar en casa se lo tomaba muy en serio .  Elvis llevaba una mochila de las tortugas ninjas• Jugamos allí mismo a los mosqueteros, salimos a la calle de vez en cuando y pisamos la carretera.
    Entonces Daisy se acerco a nosotros, nos contó su vida sin venir a cuento y acabó preguntándonos si queríamos hacer los deberes con Dani Ojitos. Si nos «apetecía» hacer los deberes con Ojitos, como si pudiésemos poner en el examen que estudiamos con él para que la profesora se llevase buena impresión. 'Elvis dijo que sí con la cabeza. Yo, que no podía ni hablar, me puse a hacerme el interesante mirando la.carta de helados, como si aún hubiese helados en la panadería o como si estuviese puesta la carta.
    Así que en aquella panadería estábamos esas «dos almas errantes», como nos llamó Rebe al vernos ese día en el recreo, y el auténtico Dani Ojitos, otro que bien mirado tenía un libro. Resulta que Ojitos vendría a casa de Elvis a pasar la tarde, y que nos juntaríamos allí los tres. Eso pensaba yo, pero Rebe dijo que ya venamos, porque teníamos que esperar a que llegase mamá del hospital con noticias de papá. La cosa iba a funcionar así: mamá le iba a contar a Rebe qué le pasaba a papá. Lo haría con un lenguaje un poco más estúpido que el doctor Iglesias, lo cual iba a ser difícil, y después Rebe lo vulgarizaría todo de forma inimaginable hasta decírmelo a mí en secreto cuando estuviésemos solos. Tenía ganas de que me lo contase sólo para verlo.




    Tarea de gramática.


    El gerundio suele acompañar a un verbo en forma personal para expresar una acción simultánea o inmediatamente anterior:

    Escuchando el cuento, se durmió.

    Es incorrecto el gerundio que expresa una acción posterior a la del verbo.

    Escuchó el cuento, durmiéndose poco después.

    Corrige los errores que encuentres en estas oraciones
    .

    a) El coche se averió, teniendo que ser remolcado por la grúa.

    b) Se votó la propuesta, aprobándose por unanimidad.
     También es incorrecto el gerundio que se usa con valor de adjetivo. ¿Cómo corregirías estas oraciones?

    a) Encontró una caja conteniendo diez pastillas.

    b) Se solicita secretaria hablando inglés y francés.

    Malaherba capítulo 2

    (Continúa)   El narrador, un niño de quince años, sigue relatando su experiencia cuatro años antes. Aquí están sus primeras impresiones sobre Elvis ¿Qué rasgos describe del niño?


      Le dije todo esto a Rebe en la cocina (menos lo ultimo)' mientras ella rompía unos huevos, y abría y cerraba cajones buscando unas tijeras para Dio sabe qué misterio. Rebe, como todas las hermanassera mamá cuando mamá no estaba; los hermanos: sin embargo, estamos absueltos de ser papá, lo cual no significa nada. Rebe es la hermana con la que cualquiera soñaría. Le dije que quería subir con Elvis en cuanto supiésemos qué tal estaba papá, y ella me preguntó si es que me gustaba tanto jugar con Elvis y le contesté la verdad, que me apetecía estar y jugar con él, aunque a veces me daba un poco de vergüenza por su torpeza o por cómo leía en clase, porque aquella mañana se marcó un recital en el dictado que había que oírlo. Olía bien, eso también se lo tuve que decir porque olía de maravilla.
     -Siempre que conoces a alguien te parece tu mejor amigo -dijo Rebe-. Luego pasa lo que pasa.
     Era verdad: me emocionaba. A veces sólo me faltaba mearme delante de ellos, aunque ahora que lo pienso eso ya lo hice una vez.
     -¿Luego pasa lo que pasa? ¿Y qué es lo que pasa? -pregunté.
     -Pasa que después no era para tanto.
    -¡Siempre es para tanto!
      Rebe se rio. Hasta que conocí a Elvis, Rebe era la persona a la que más hacía reír. Luego llegó Elvis y le dio la vuelta a todo, pero yo no sabía a quién de los dos prefería hacer reír más. Pasamos mucho tiempo pensando en.la gente que nos hace reír, y elegimos estar siempre con ellos, pero nadie se da cuenta de que eso es muy egoísta: la gente no sólo tiene que hacerte reír a ti, tú también deberías hacer reír a los demás. Yo no tenía ninguna clasificación de la gente que me hacía reír, pero sí de a la que hacía reír yo y Rebe era la primera, además de porque era mi hermana, porque tenía una risa que «alegraba las plantas». Eso se lo decía así mamá, que cada vez que Rebe reía las plantas crecían un poco. Ya no teníamos plantas en casa, pero hubo una época en la que parecía una selva.
     -¿ Vamos a subir o no? ¿A ti no te cae bien Claudia?
     -Claudia es una sabihonda pero está sola, y no me gusta que nadie esté solo. No huele tan bien como Elvis porque ella se pone una colonia horrenda. Hoy le preguntamos qué colonia es para no usarla nosotros -dijo Rebe.
        Así fue como supe que subiríamos a casa de Elvis, y me puse contento porque de repente no sólo íbamos a pasar la tarde juntos haciendo los deberes, sino por la suerte de vivir tan cerca de él, a sólo un piso de ascensor. Era ese tipo de alegría inabarcable que reúne dentro alegrías más pequeñas, algo muy difícil de medir.
     Una de esas pequeñas alegrías era que fuese a estar con nosotros Dani Ojitos, tan callado y con su aspecto de estar siempre triste. Este año estaría en mi clase, porque era un año menor, aunque luego supe que había nacido el 1 de enero. Cuando me lo dijo aluciné, pero tardó mucho en hacerlo, porque Dani Ojitos hablaba poco y casi nunca de sí mismo.
    Cuando llegó mamá a casa yo estaba viendo los dibujos en la salita de estar. A mi madre no la describo porque es la única persona a la que veo y me da vergüenza. Eso y que tampoco estoy describiendo mucho a nadie. Lo importante es que los tenga yo a todos en la cabeza como los recuerdo.

    martes, 12 de mayo de 2020

    3º de ESO, semana del 11 al 15. 2ª jornada.



    Leemos Malaherba (capítulo 2, continúa)

    Fue, incluso después de haberlo creído muerto, la primera vez que supe que algo no iba bien con papá. Cuando uno es niño se acostumbra a vivir entre los misterios de los mayores y desarrolla un sexto sentido para caminar entre ellos. Sólo hay que mirar mucho y preguntar poco. Te pueden prohibir saber, pero no te pueden prohibir intuir. Yo intuía, por ejemplo, que cuando mamá y papá cerraban la puerta del cuarto de noche, ellos que nunca la cerraban, era porque pasaba algo ahí dentro que no se podía saber. Escuchaba los ruidos, los jadeos, los «shhhhh», y después las pisadas de los dos al baño. ¿Qué era aquello? Podía intuir también que era algo relacionado con la vergüenza, con los desnudos, aunque no era capaz entonces de relacionarlo con el placer. Ha- bía una desconexión entre las cosas que pasaban y lo que eran, pero ya tenía una edad en la que sabía que esa desconexión existía, y era capaz de intuirla.
     En realidad, por más que luego dijeran los profesores, yo el primer día estaba integrado en mi nueva clase perfectamente. Lo único que me molestaba era no tener conmigo a Chumbi. Nos habíamos hecho amigos los dos primeros años, pero si nos ponían en clases diferentes aquello iba a ser imposible: en el colegio, las aulas eran como continentes. A cambio estaba en la misma clase que Martiño, y eso no era malo teniendo en cuenta que nuestros padres ya se Conocían· Elvis se sentaba al fondo del todo con una con una niña que se llamaba Carolina y a la que cantábamos «Bailaches Carolina, bailei si señor / dime con quen bailaches, bailei con meu amor». Mi compañero de pupitre era Jesús Ramón Búa Espiñeira. A Búa le llamábamos Bomba porque tenía los labios muy carnosos y Martiño había dicho que una vez vio a un negro en una película de Tarzán al que llamaban Bomba. Una de las·cosas buenas de los colegios es que nadie conflrma nada, y todo lo que se decía en clase era palabra de Dios o palabra de Martiño. Cuando Búa supo que Bomba era un chico rubio criado en la selva _que salía en unas películas que se hicieron después de Tarzán, ya nadie le hizo caso.
    Pues bien, Bomba me quiso pegar esa mañana. Llevaba sentado con él cuatro horas. Tampoco es que se anduviese con chiquitas. Por una tontería, porque metí entre las páginas de su libro una mano pegajosa y cuando preguntó quién fue, dije: «Yo fui, Bomba». Supongo que Bomba es uno de esos apodos que dependen del humor de su propietario. El caso es que estábamos en clase de Sociales y Bomba me avisó de que me pegaría a la salida, así que yo me preparé mentalmente para pelear y no hice nada en clase la hora siguiente, porque no sabía cómo pelear en frío. Aquello era algo muy estúpido, porque la gracia de avisar de una paliza es que se entere toda la clase y pueda asistir todo el mundo; se pasan unos papelitos para que lo sepan el público y el amenazado, o se cuchichea por las mesas. Pero como Bomba era mi compañero, me lo dijo en voz baja para que no lo echase la profesora. Una cosa entre nosotros. Aunque yo pensaba que si la clase no venía detrás para ver cómo Bomba me pegaba, menuda tontería. Me ofusqué tanto la última media hora que pensé en pegarle yo primero.

    TEMA 4, del libro de texto. Actividades de ampliación y afianzamiento de los contenidos adquiridos.
    Primero lee de modo activo (comprendiendo) la teoría de la parte de gramática de este tema  y después soluciona este ejercicio.


    Formas personales y no personales

    Algunos verbos poseen dos participios, uno regular y otro irregular. Al conjugar estos verbos se usa normalmente el participio regular para formar los tiempos compuestos con haber (he atendido en clase), y se reserva el irregular como adjetivo (estuve atento en clase).

    ¿Cuáles serían los dos participios de los siguientes verbos?

    freí  freídofrito
             
    bendecir:
    hartar:
    imprimir:
    confundir:
    elegir:
    suspender:
    proveer:
    maldecir:
    despertar:
    soltar:
    manifestar:
    confesar:
      

    Malaherba, capítulo 2 . ¿Crees que el narrador se siente uno más de su colegio? Razónalo.
    ( continúa )

    Cuando sonó la sirena los dos estábamos nerviosísimos. De hecho, hasta metimos nuestras cosas en la cartera hablando con normalidad. Nada más cruzar la puerta de clase nos pusimos uno delante del otro y dejamos caer los libros; yo no sabía qué hacer y él tampoco. Los demás nos apartaban para salir del cole porque no tenían ni idea. Yo creo que Bomba no era un bullas, sino alguien que empezaba a mostrarse interesado en serlo, como quien explora un oficio. Así que lo que hizo fue agarrarme de la camisa, tirando de ella, y cuando consideró que me había tirado suficiente salimos juntos del colegio hablando mal de la profesora María Jesús. Bomba se fue con su madre y yo me fui con Rebe.
     -Qué le pasaba a ese imbécil, que estaba rojo como un tomate -me dijo Rebe.
     Era verdad que Bomba se ponía colorado por cualquier motivo. Se le encendía la cabeza, se le crispaban sus cejas enormes y los ojos saltones parecían a punto de explotar. Había tres mil motivos para llamar Bomba  a Bomba, Y Martiño había elegido el peor.
    Camino a casa paramos en la panadería como hacíamos siempre. Una cosa que me gustaba  mucho de empezar el colegio era la rutina; todos los días eran muy parecidos , Y en medio de la semana nunca sabías que día era. Por eso tampoco me gustaba que papa estuviese en el hospital, porque de algún modo un padre en casa aun que fuese el mío da siempre normalidad  a las cosas El de Miguel Pastelero murió cuando Pastelero era muy pequeño y su vida era cualquier cosa menos normal; vomitaba las naranjas que desayunaba y no por eso dejó de tomarlas ninguna mañana, ni de vomitarlas: una vez lo hizo en el encerado, y Ricardito Fósforo cogió el polvo de la tiza y lo echó por encima como si fuera serrín. El padre de Javi Legañas era pobre, que era una cosa mal vista en el colegio porque Legañas traía siempre la misma ropa y no se lavaba, o se lavaba poco; le olía la caspa, eso lo recordaré toda mi vida: le caía a puñados encima del chándal y olía toda la clase de gimnasia . El padre de Mariña Martínez Agujas tenía cáncer; de esto hablaremos más adelante, porque el padre de Mariña Martínez Agujas cada año se encontraba mejor que el anterior, debía de tener el mejor cáncer del mundo. Ese cáncer de su padre la hizo tan popular en el cole y tan consentida por las profes que supongo que estaría rezando todas las noches para que su padre no se curase nunca.
     Y bueno, luego estaba Daniel Rey Mourelos, Dani Ojitos. Eso era caso aparte. Nadie sabía si su padre vivía o no porque yo creo que era tan guapo que a nadie le interesaba lo que había antes que él. Era como querer conocer de dónde viene el paté y todo lo que se ha hecho para tener paté; yo imagino que los padres de Ojitos eran unas personas estrujadas que se habían dejado en Ojitos cualquier belleza que ellos hubieran podido tener. Probablemente murieron al mismo tiempo cuando él por fin nació, como dos supernovas que se estrellan para hacer una galaxia nueva. Otra opción es que yo estuviese aburrido de verlos, viviendo como vivían en la misma calle, pero nunca los vi con él y no podía identificarlos, así que si los vi serían para mí dos vecinos más, a lo mejor hasta particularmente odiosos. Ese era otro poder de Dani Ojitos: sus ojos tenían un color que dependía del tiempo que hiciese, pero siempre eran muy claros. Recuerdo que a la entrada de un garaje de nuestra calle había una pintada que decía: «Dani Ojitos, kieres salir conmigo?».