Caballeros 1

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martes, 11 de enero de 2022

Ophelia.


 


Elsinore (PC WindowsLinux e macOS), una reinterpretación propia de la obra shakespeariana, donde el jugador tiene la ocasión de reescribir la tragedia mientras se enfrenta a un bucle temporal al más puro estilo Atrapado en el Tiempo. Para ello, el estudio se ha hecho servir del género más idóneo: la aventura narrativa. Dicha propuesta ha sido premiada en diferentes festivales indies, como Independent Games Festival (2017), Intel Level Up y Power of Play. La revista Tom Hardware lo consideró el mejor indie de la GDC de 2017 y PAX lo seleccionó para su Indie Megabooth de 2016.

En esta ocasión, el protagonista no es Hamlet, sino su enamorada Ophelia. La joven ha tenido una pesadilla premonitoria con todos los sucesos relatados en la obra de Shakespeare: el fantasma del difunto reyrogando venganza a su hijo, el asesinato de PoloniusHamlet y Laertes muriendo en un duelo, la reina Gertrude envenenada y, ante todos estos acontecimientos, la misma Ophelia ahogándose en el río. La dama sabe que debe hacer algo para impedir que la desgracia inunde a Elsinore. Sin embargo, ¿qué poder tiene la simple hija del chambelán, sujeta a la constrictora vida en palacio?

Ophelia, en la obra original, enloquece tras la muerte de su padre Polonius y pone fin a su vida arrojándose al río. En Elsinore se da una explicación tanto a su locura como a su propio suicidio: la muchacha ha quedado atrapada en un bucle temporal donde continuamente se repite el cumplimiento del sueño fatídico. Sólo queda una posible solución: investigar qué ha desencadenado el ciclo de sangre en el castillo y cómo romper esa extraña maldición.

miércoles, 3 de marzo de 2021

El género de Shakespeare. 😅😅😅😅😅



Mucho se ha especulado sobre la verdadera identidad del mayor dramaturgo de las letras inglesas. Aunque la versión de que William Shakespeare no era el verdadero autor de sus obras sigue siendo minoritaria, se han dedicado ríos de tinta a criticar la versión oficial. Al igual que sucede con Mary Shelley o Charlotte Brontë, muchas autoras de la época debían firmar con seudónimo para que sus obras tuvieran el impacto que se merecían. Por ello, los estudiosos del literato han especulado mucho sobre su vida, sexualidad e, incluso, sobre su género. Tal es así que desde hace más de cien años, hay dos corrientes en permanente choque al respecto: los “stratfordianos” (aquellos que verdaderamente creen que es el autor legítimo) y los “anti-stratfordianos” (los que defienden que se trataba de otra persona). 

 “Venid aquí, espíritus / que os ocupáis de los pensamientos mortales, privadme de mi sexualidad / haced que mi sangre se vuelva espesa / haced que nunca me arrepienta”, cita en un párrafo extraído de 'Macbeth'. Según ella, este fragmento es uno de los muchos en los que se deja entrever la rebelión femenina contra su estado de sumisión por el hecho de ser mujer.

Beatriz en 'Mucho ruido y pocas nueces' reniega enfurecida de las condiciones impuestas por su sexo (“Oh Dios, ¡ojalá fuera un hombre! Me comería este corazón en el mercado”), Isabella en 'Medida por medida' teme que su palabra no sea tenida en cuenta a la hora de juzgar a Angelo, un violador ( “¿A quién debo llevar mi queja? Yo le dije, / quién podría creerme?”), Kate en 'La fierecilla domada' se niega a ser silenciada por su marido (“Mi lengua transmitirá la ira de mi corazón / o sino, mi corazón oculto se romperá”) o, incluso, el personaje de Emilia en 'Otelo', antes de que Iago la mate, estalla en una gran lamento por la igualdad de las mujeres (“Que todos los esposos sepan / que sus esposas tienen tanto raciocinio como ellos”).

   En el teatro de Shakespeare encontramos sororidad , alianzas entre mujeres  “Conspiremos juntas contra este caballero grasiento”, resuelven las protagonistas de 'Las alegres esposas de Windsor' cuando deciden vengarse del malvado John Falstaff.


https://www.jotdown.es/2020/08/y-si-shakespeare-no-fuera-shakespeare-duda-de-linguista-forense/



https://www.mujerhoy.com/vivir/protagonistas/202004/23/dia-del-libro-hermana-imaginaria-shakespeare-mujeres-escritoras-20200423144824.html



http://www.crishego.org/uploads/1/2/5/4/12541253/los_sonetos_de_shakespeare.pdf


viernes, 26 de febrero de 2021

Venus y Adonis de William Shakespeare.

 




El mito

El mito de Adonis es una leyenda de origen sirio. La versión más antigua conocida de este mito cuenta que Mirra (o Esmirna), hija de Tías (rey de Siria), fue objetivo de la ira de Afrodita, la cual le hizo desear una relación incestuosa con su propio padre. Él, engañado, cayó en el incesto y este fue consumado. Sin embargo, Tías, al darse cuenta de que había sido engañado, persiguió a su hija con un cuchillo para darle muerte. Mirra huyó e imploró la protección de los dioses, los cuales la transformaron en árbol para protegerla (el árbol de la mirra). Diez meses después surgió un niño de debajo de la corteza de este árbol, cuyo nombre sería Adonis.

Afrodita, embaucada por la belleza del niño, decidió recogerlo y confiárselo a Perséfone (diosa de los infiernos) para que lo cuidara, pero Perséfone también quedó prendada del niño y no quiso devolvérselo a Afrodita. Para resolver la disputa entre las diosas fue necesaria la intervención de Zeus, quién decidió que Adonis viviría un tercio del año con Afrodita, otro con Perséfone y el último donde él deseara. El resultado fue que Adonis pasaba dos tercios del año junto a Afrodita y solo uno junto a Perséfone (aquí hay que ver la vinculación del mito con la naturaleza, el mito de un niño nacido de un árbol que pasa un tercio del año bajo tierra y el resto en el exterior). Finalmente, un jabalí enviado por Artemisa hirió de muerte al joven durante una cacería.

Versiones posteriores fueron ampliando la leyenda. Así, por ejemplo, se buscó la razón de la ira de Afrodita en la osadía de la madre de Mirra al afirmar que su hija era más bella que la propia diosa; o se dijo que el jabalí no había sido enviado por Artemisa, sino por el celoso amante de Afrodita, Ares. También se vinculó a esta historia el origen de las rosas y las anémonas, que se supone surgieron de las lágrimas Afrodita y de la sangre derramada por Adonis.

Londres, 1593: una epidemia de peste ha obligado a cerrar todos los teatros. Llevado por la irrefrenable pasión por la escritura pero también por la carnal, un William Shakespeare de 29 años, dramaturgo ya con obras como Titus Andronicus o Ricardo III, muy enamorado pero no se sabe bien de quién, no puede estrenar obra nueva pero tampoco detener su pluma, por lo que crea el poema narrativo Venus y Adonis. La fogosidad sensual y sexual es clara: es la historia de un deseo, una tentación y una seducción tan ardiente como fríamente frustrada. El éxito de la que quizá sea la obra donde la excitación sexual de Shakespeare es más explícita es total porque se convierte en el libro más vendido de la época isabelina, con 16 ediciones en 47 años…

El texto de Shakespeare recoge fielmente el argumento del mito narrado por Ovidio en el décimo libro de Las metamorfosis.

La diosa Venus se enamora del apuesto joven Adonis y se le ofrece insistentemente, pero éste la rechaza. Se trata de un lírico y apasionado "quiero y no puedo", en el que el desinterés de Adonis funciona como resorte erótico para el lector.

El caballo de Adonis suelta sus riendas para correr tras una yegua. Venus consigue acostarse con Adonis, y quiere volver a verlo al día siguiente, pero él le dice que irá a cazar un jabalí. Venus lo pide que no lo haga, porque presiente que el jabalí le matará.

Al día siguiente, Adonis muere atacado por el jabalí, y Venus sentencia que desde ese momento el amor irá acompañado del dolor.

La muerte de Adonis ejerce de contrapunto vencedor del amor de Venus, aportando una versión más de esta clásica dicotomía.

https://www.ellibrototal.com/ltotal/?t=1&d=475,541

martes, 23 de febrero de 2021

Sobre amor.




 El primero me llegó

como quien llega a una fiesta
trajo un bicho de peluche
trajo un broche de amatista
me contó todos sus viajes
las ventajas que él tenía
me enseñaba sus relojes
me llamaba “reina mía”
me encontró tan desarmada
que tocó mi corazón
más no me negaba nada
y asustada dije no.

El segundo me llegó
como quien llega del bar
con un litro de aguardiente
tan difícil de tragar
indagó por mi pasado
acabó con mi comida
revolvió por mis cajones
me golpeaba sin medida
me encontró tan desarmada
que arañó mi corazón
pero no me daba nada
y asustada dije no.

El tercero me llegó
como quien llega de nada
nada trajo, sonreía,
pero nada preguntó
aún no se como se llama
pero entiendo lo que quiere
se hizo dueño de mi cama
y me siento su mujer
ha llegado astutamente
y antes que dijese no
se instaló como en su casa
dentro de mi corazón.


                            Shakespeare. Soneto 116.

No admita impedimento yo al enlace
de dos almas leales, pues el amor no es amor
si se altera cuando alteración encuentra,
o si se curva cuando la mudanza lo muda.

¡Oh, no! El amor es marca siempre fija
que a la tempestad se muestra y no se estremece;
De los barcos perdidos es la estrella que guía,
cuyo secreto, aun imitando su altura, se ignora.

El amor no es juguete del tiempo, aunque el soplo
de su guadaña sientan mejillas y labios, antes rosa;
Y no se altera por el paso de las breves horas,
sino que perdura hasta la frontera de los días.

Si esto es error y quedara en mí probado,
ni nunca he escrito, ni hombre nunca ha amado.



Tu canción

Cuando me eches de menos,
cuando tengas un nudo en la garganta,
basta que des un suspiro
que voy ligero
a consolarte.
 
Si tu insomnio se alborota
y te lleva fuera a la calle,
basta que susurres mi nombre
con tu perfume
para atraerme.
 
Si tus noches ya no tienen fin,
si un desalmado te hace llorar,
deja caer un pañuelo
que yo te alcanzo
en cualquier lugar.
 
Cuando tu corazón suplique
o cuando tu capricho exija,
dejo mujer e hijos
y de rodillas
te seguiré.
 
En nuestra casa
serás la reina,
serás cruel, tal vez
me montes escenas,
me maltrates
y yo, cada vez más feliz.
 
En silencio
te acostaré
en la cama que preparé.
Entre algodones
cada mañana
te despertaré.
 
Cuando me eches de menos,
cuando tengas un nudo en la garganta,
basta que des un suspiro
que voy ligero
a consolarte.
 
Si tu insomnio se alborota
y te lleva fuera a la calle,
basta que susurres mi nombre
con tu perfume
para atraerme.
 
Entre suspiros
puede otro nombre
escaparse de tus labios.
Tendré celos
hasta de mí
abrazándote en el espejo.
 
Pero tu amante
siempre seré,
más de lo que hoy soy.
O estas rimas
no escribí
ni nadie nunca amó.
 
Si tus noches ya no tienen fin,
si un desalmado te hace llorar,
deja caer un pañuelo
que yo te alcanzo
en cualquier lugar.
 
Y cuando nuestro tiempo pase,
cuando yo no esté ya aquí,
acuérdate, amor mío,
de esta canción
que hice para ti.

lunes, 1 de febrero de 2021

Shakespeare. Soneto 18.

 ¿En qué tipo de eternidad o de trascendencia religiosa creía Shakespeare, si es que creía en alguna? Uno de los signos de su modernidad es el hecho de que esta pregunta sea, a la vez, imposible de contestar e irrelevante para la lectura de su obra.



Devouring Time blunt thou the Lion's paws,
And make the earth devour her own sweet brood,
Pluck the keen teeth from the fierce Tiger's jaws,
And burn the long-liv'd Phoenix in her blood,

    Make glad and sorry seasons as thou fleet'st, 5
And do whate'er thou wilt, swift-footed Time,
To the wide world and all her fading sweets:
But I forbid thee one most heinous crime,

    O carve not with thy hours my love's fair brow,
Nor draw no lines there with thine antique pen, 10
Him in thy course untainted do allow,
For beauty's pattern to succeeding men.

    Yet do thy worst old Time, despite thy wrong,
My love shall in my verse ever live young.






 ¿Qué debo compararte a un día de verano?


    A veces brilla el sol con demasiado fuego

 

y a menudo se vela su dorado semblante.

A veces la belleza declina de su estado,

por causas naturales o causas imprevistas.


    Mas tu eterno verano, jamás se desvanece,

ni perderá su instinto de tener la hermosura,

 

ni la Muerte jactarse, de haberte dado sombra,

creciendo con el tiempo en mis versos eternos.


    Mientras el ser respire y tengan luz los ojos,

vivirán mis poemas y a ti te darán vida.


miércoles, 16 de diciembre de 2020

曹禺 (Cao Yu)

 

   Hasta los años 30 del siglo XX no encontramos en China referencias a la literatura de William Shakespeare. El nombre “Shakespeare” aparece por primera vez  en la obra Si Zhou Zhi, escrita por Lin Zexu en 1839. 

   En el año 1921, aparece por primera vez una obra de Shakespeare traducida al chino, se trata de Hamlet traducido al chino mandarín.  Entre los años 1839 y los años 1921 la influencia de Shakespeare se había infiltrado poco a poco en la literatura china . Numerosos autores chinos habían leído sus obras, aceptaban sus pensamientos y sus formas estructurales, algunos de estos autores fueron Mao Dun, Cao Yu, Hu She, Cheng Duxiu, Ru Xun. Éstos autores investigaban el pensamiento shakesperiano , estudiaban su forma de escribir y, n los valores que defendían y que podían coincidir con la sensibilidad de la sociedad de China del momento.

 Cao Yu, es uno de los autores a los que se les considera  el mejor dramaturgo moderno chino. Cao Yu nace en una familia burguesa en 1910. Su obra más conocida es La Tempestad (en chino se llama Lei Yu, que significa lluvia de verano)


martes, 8 de diciembre de 2020

“La obra escocesa.”

 "Mira que a veces el demonio nos engaña con la verdad, y nos trae la perdición envuelta en dones que parecen inocentes." (Macbeth 1er acto, escena III)


 "Eres Glamis, y Cawdor, y serás lo que te anuncian. Pero temo por tu carácter: que está muy empapado de la leche de la bondad para tomar el atajo. Tú quieres ser grande y no te falta ambición, pero sí la maldad que debe acompañarla. Quieres la gloria, pero que llegue mas por la virtud; no quieres jugar sucio, pero sí ganar mal. Gran Glamis, tú codicias lo que reclama «esto has de hacer si me deseas», y hacer eso te infunde más pavor que deseo de no hacerlo. Ven deprisa, que yo vierta mi espíritu en tu oído y derribe con el brío de mi lengua lo que te frena ante él."

   (Macbeth 1er acto, escena II)

«La vida es una sombra que camina, un pobre actor
que en escena se arrebata y contonea
y nunca más se le oye. Es un cuento
que cuenta un idiota, lleno de ruido y de furia,
que no significa nada.» ("Macbeth" de William Shakespeare)
Michael Fassbender es "Macbeth" en la película de Justin Kurzel, 2015




viernes, 22 de noviembre de 2019

El efecto Romeo y Julieta.



Explicar el proceso del enamoramiento sería imposible sin la ayuda de la dopamina, una hormona descubierta en 1952 y que actúa como neurotransmisor. En el momento del enamoramiento aumentan los niveles de dopamina y disminuyen los de serotonina. “La dopamina y la norepinefrina ayudan a focalizar nuestra atención, miramos al amado como algo nuevo y único y recordamos detalles minúsculos de esa persona. Los niveles de serotonina disminuyen y provocan un pensamiento obsesivo.
Además, buscamos la manera de tener cosas en común cambiando nuestra manera de vestir o nuestros gustos con el fin de agradarle. La causante de todo esto es la dopamina, que se asocia a la motivación y las conductas orientadas a alcanzar un objetivo concreto”
Al hacer el amor se segrega oxitocina, una hormona que juega un papel esencial en la conducta sexual y que está presente en todas sus fases: el enamoramiento, el posparto y la lactancia. Los niveles de oxitocina se disparan entre los enamorados y la segregan tanto los hombres como las mujeres al copular. En ambos casos y tal vez por ello sea la más espiritual de las sustancias químicas, sustenta la fidelidad y la creación de vínculos afectivos en la pareja.
El amor y el odio están íntimamente conectados en el cerebro, producen los mismos síntomas y ponen en actividad las mismas sustancias químicas. “De ahí que el cerebro humano haya capacitado al amante abandonado a odiar fácilmente a la persona que adoraba.
La serotonina es la que encabeza la lista de las sustancias que afectan al proceso de desamor. De hecho, sustancias como el Prozac elevan los niveles de esta sustancia en el cerebro, cuya falta se asocia con síntomas de agresividad, depresión y ansiedad. La decepción amorosa deja paso a una enorme tristeza.

viernes, 29 de marzo de 2019

Besos.





VERSIÓN DE PABLO NERUDA (Romeo y Julieta de William Shakespeare)


ROMEO 
        Si yo profano con mi mano indigna
        este santuario, mi castigo es éste:
        ¡mis labios peregrinos se disponen
        a borrar el contacto con un beso! 
JULIETA
        ¡Injusto con tu mano, peregrino,
        eres, porque ella se mostró devota!
        No olvides que los santos tienen manos
        y que se tocan una mano y otra
        y palma a palma en el sagrado beso
        de los romeros en la romería. 
ROMEO 
        ¿No tienen labios, santos y romeros? 
JULIETA
        ¡Sólo para rezar, ay, peregrino! 
ROMEO
        ¡Entonces, dulce santa, que los labios
        hagan también lo que las manos hacen!
        ¡Ellos ruegan, concédeles la gracia
        y así no desesperen de su fe! 
JULIETA
        ¡Los santos no se mueven, aunque otorguen! 
ROMEO
        ¡Entonces no te muevas, que mis ruegos
        van a obtener la gracia que esperaban!
      
CONTRAPOSICIÓN




La mantis religiosa

Mi mirada cansada retrocedió desde el bosque azulado por el sol
hasta la mantis religiosa que permanecía inmóvil a 50 cm. de mis ojos.
Yo estaba tendido sobre las piedras caliente de la orilla del Chanchamayo
y ella seguía allí, inclinada, las manos contritas,
confiando excesivamente en su imitación de ramita o palito seco.
Quise atraparla, demostrarle que un ojo siempre nos descubre,
Pero se desintegró entre mis dedos como una fina y quebradiza cáscara.

Una enciclopedia casual me explica ahora que yo había destruido
a un macho
vacío.
La enciclopedia refiere sin asombro que la historia fue así:
el macho, en su pequeña piedra, cantando y meneándose, llamando
hembra
y la hembra ya estaba aparecida a su lado,
acaso demasiado presta
y dispuesta.
Duradero es el coito de las mantis.
En el beso
ella desliza una larga lengua tubular hasta el estómago de él
y por la lengua le gotea una saliva cáustica, un ácido,
que va licuándole los órganos
y el tejido del más distante vericueto, mientras le hace gozo,
y mientras le hace gozo la lengua lo absorbe, repasando
la extrema gota de sustancia del pie o del seso, y el macho
se continúa así de la suprema esquizofrenia de la cópula
a la muerte.
Y ya viéndolo cáscara, ella vuela, su lengua otra vez lengüita.

Las enciclopedias no conjeturan. Ésta tampoco supone qué 
última palabra
queda fijada para siempre en la boca abierta y muerta del macho.
Nosotros no debemos negar la posibilidad de una palabra de 

agradecimiento.

   José Watanabe.





FRIKISBESOTES