Caballeros 1

miércoles, 29 de noviembre de 2017

La monja gitana. Interpretacion( una de las muchas posibles).

Comentario procedente de https://www.airesdelibertad.com/t35607-la-monja-gitana-de-federico-garcia-lorca-estudio

El ASUNTO del poema viene centrado en la austeridad y disciplina de la vida de clausura y su contraste con el paisaje, la luz y la libertad de la vida exterior. Se percibe en la intención del autor un sentimiento de "pérdida" respecto de la segunda, como un suspiro de lástima...

El TEMA o argumento se centra en una joven monja, gitana, que mientras borda ornamentos sagrados, siente bullir en su interior el paisaje perdido, el color y aroma de las flores tan distintas a las que ella tiene que bordar, la juvenil presencia del amor en su recuerdo, casi como un sueño en otro mundo que va creando su fantasía, lejos del silencio y la disciplina del convento, detrás de las celosías ajedrezadas de las tapias...

EL TRATAMIENTO por parte del autor es lírico desde la narración, apasionadamente centrado en todo aquello que la protagonista ha abandonado por la vida conventual y que aún la hace suspirar, sin abandonar totalmente ese tono cuando se refiere a los pormenores del escenario y la actividad en el convento, aunque tengan para el autor otros colores menos brillantes que para el resto del relato.

MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA

El poema es un romance en treinta y cuatro versos octosílabos con rima asonante en los versos pares aunque hay alteraciones y repeticiones de la misma a lo largo del poema que se justificarían por su ritmo y su impulso estético en la elección de las palabras, así como su apasionado desarrollo, ya que en algunos pasajes el tono general cambia mediante exclamaciones casi simétricas entre sí, sin llegar a la repetición, en una especie de acercamiento al estribillo sin reunir las características que le son propias. Se diría que además del ritmo octosilábico el poema se estructura mediante secuencias cadenciales apoyadas en los versos que figuran entre exclamaciones:

¡Qué bien borda! ¡Con qué gracia! 
Sobre la tela pajiza, 
ella quisiera bordar 
flores de su fantasía. 
¡Qué girasol! ¡Qué magnolia 
de lentejuelas y cintas! 
¡Qué azafranes y qué lunas, 
en el mantel de la misa! 

¡Oh!, qué llanura empinada 
con veinte soles arriba. 
¡Qué ríos puestos de pie 
vislumbra su fantasía! 


Los verbos relativos a la descripción del escenario y a la actividad de la protagonista, siempre en tercera persona, están todos en presente, en tanto que en el verso undécimo aparece el verbo en pretérito imperfecto de subjuntivo, relativo al deseo de la misma:

ella quisiera bordar... 

No parecen dignas de mención aliteraciones, en cambio sí las repeticiones de la conjunción con función exclamativa qué en los mencionados episodios de cambio de cadencia ponderando la excelencia de bordados, flores, escenas y paisajes en general.

Hay bimembración en el verso noveno:

¡Qué bien borda! ¡Con qué gracia! 

Hay metáforas compuestas:

Silencio de cal y mirto. 

Referida al ambiente y plantas propias de los conventos en general.

Malvas en las hierbas finas. 

Referida al color de los alhelíes que se están bordando para el altar.

Vuelan en la araña gris, 
siete pájaros del prisma. 


Doble metáfora compuesta referida a la lámpara y a los reflejos de la luz (siete pájatros) sobre las paredes, descompuesta en arcoíris al atravesarla.

La iglesia gruñe a lo lejos 
como un oso panza arriba. 


Referida a la iglesia con su gran volumen, sus torres y sus repiques.

¡Oh!, qué llanura empinada 
con veinte soles arriba. 
¡Qué ríos puestos de pie 
vislumbra su fantasía! 


Hay referencia a los veinte años de la joven en la llanura empinada y a lo exaltado de su imaginación propia de la edad, como si cada uno de sus años fuera un río. Tienen también carácter simbólico las figuras contenidas en estos cuatro versos, a mi entender. Y una personificación de los ríos (puestos en pie). Hay una paradoja en la expresión “empinada” referida a la llanura.

Por los ojos de la monja 
galopan dos caballistas. 
Un rumor último y sordo 
le despega la camisa, 


La imaginación desbordante de la protagonista queda reflejada, su pasión vital también, en esta imagen de los dos caballistas. Parece referirse a algún recuerdo amoroso hacia el que cabalga su instinto y despierta en ella una íntima pulsión de deseo.

Cinco toronjas se endulzan 
en la cercana cocina. 
Las cinco llagas de Cristo 
cortadas en Almería. 


En estos versos hay la comparación entre las naranjas que confitan las monjas con las cinco llagas de Cristo que también trata el autor como metáfora de aquellas.

¡Qué girasol! ¡Qué magnolia 
de lentejuelas y cintas! 
¡Qué azafranes y qué lunas, 
en el mantel de la misa! 


En estos versos se establece comparación entre la belleza de las flores que imagina la monja en los dos primeros versos y la sencillez desornamentada de los bordados destinados a los tapetes para el altar.

la luz juega el ajedrez 
alto de la celosía. 


Hay una personificación de la luz que juega en el primer verso y otra de la iglesia que gruñe, al tiempo que en el resto del pasaje se da una metáfora compuesta en:

...el ajedrez 
alto de la celosía


que nos sintetiza la imagen de una tapia cuya celosía es ajedrezada, o sea, que deja pasar la luz a través de espacios diáfanos cuadrados.

Anáforas: tienen carácter anafórico los versos que contienen las exclamaciones de admiración hacia la protagonista, hacia su trabajo como bordadora y sus veinte años como veinte ríos puestos en pie bajo veinte soles... Al mismo tiempo la referencia paisajística constituye una hipérbole por la grandiosidad exagerada de dicho escenario como representación de la juventud.

A excepción de algunas de estas series exclamatorias, de los dos versos que abren el romance, los versos del once al veintitrés, del veintitrés al veintiséis y los cuatro que lo cierran, los restantes forman sintagmas de dos en dos versos. Los versos primero, segundo y noveno forman sintagma cerrado con punto y seguido (esticomitia).

IMPRESIÓN PERSONAL

En este poema podemos encontrar muchos de los trazos que identifican la obra de Federico García Lorca: gran fuerza lírica, intensidad narrativa, conocimiento del paisaje y cultura de distintos ambientes, especialmente de la sociedad andaluza y del mundo flamenco. Imaginación y dominio del idioma expresado en un lenguaje intenso, armonioso, apasionado...Su obra contiene trazos de muchos estilos: es tanto expresionista como costumbrista y se integra en los movimientos de vanguardia, surrealismo, neorromanticismo y neopopularismo. García Lorca es uno de los más insignes representantes de la llamada Generación del 27.

Hay una magia especial en toda su poesía que nos transmite un corazón y una inteligencia capaces de acercarnos a un mundo mágico y profundo al tiempo, a una estética brillante y cercana, tierna, detallista y también a una gran capacidad de evocación, de conservar espacio para que el lector acabe inmerso en la obra y aporte su sensibilidad e imaginación.




Mercedes Carrión Masip para Metáfora.
14 de Enero de 2015. 

La monja gitana.

La imagen procede de El Romancero gitano ilustado.
Los personajes de este universo mítico-fabular creado por Lorca son tipos individuales que representan al colectivo de su raza, la gitana. Pertenecen a un mundo de seres de vida primitiva, instintiva. Y esta condición queda especialmente reflejada en el conjunto de mujeres que discurren por este compendio de romances.
Empezaremos con la gitana Preciosa. El romance “Preciosa y el aire”  se halla estructurado alrededor del mito antropomórfico del viento. La base anecdótica que sirve de sostén al poema nos relata el susto de la gitana Preciosa, que, al ser sorprendida en el campo por el viento de tempestad que le levanta las faldas, se acoge presurosa a la vecina casa de los ingleses, donde encuentra seguro abrigo y benévola acogida. La primera parte del romance dirige nuestra atención hacia Preciosa, que avanza solitaria en la profundidad de la noche, totalmente embebida en el ritmo de su pandereta. La atmósfera mítica se revela en una serie de metá- foras. La pandereta de Preciosa es una ‘luna de pergamino’ y el sendero por donde transita participa de la mágica esencia de los cristales (agua) y los laureles que se hallan a ambos lados del camino (anfibio sendero). El silencio, por su parte, huye del sonsonete de la pandereta, pero cae en otro mundo de misteriosos sonidos: “donde el mar bate y canta / su noche llena de peces”. La hora nocturna es tranquila y sosegada y está de acuerdo con la despreocupación espontánea de la gitana. En la segunda parte hay un cambio radical. Un viento repentino comienza a soplar en medio de relámpagos (lenguas celestes) y levanta las faldas de Preciosa. Pero el agresivo acometedor es ya mítica figura. La causa del violento cambio atmosférico es la gitana misma, quien con su presencia ha despertado los ímpetus lúbricos del viento-hombrón. La tensión metafórica se desencadena en series antropomórficas que revelan el empeño de posesión de la muchacha. El agresivo enamorado, en diálogo breve, pide a Preciosa la entrega de su cuerpo´
En la tercera parte del romance se inicia la persecución en carrera desatada. Preciosa, llena de susto al verse asediada por galán tan peligroso, emprende una fuga apresurada y el viento, convertido en sátiro lujurioso, corre tras ella en su alcance.
Las metáforas a base de la luz cósmica del relámpago con su insistencia en lo luminosos y lo caliente, acentúan el perfil masculino y agresivo de la figura mítica: lenguas celestes, espada caliente, sátiro de estrellas bajas con sus lenguas relucientes. El amante cósmico tan antiguo como el tiempo (dedos antiguos) completa su figura desmesurada con sus denominaciones de sufijo aumentativo: San Cristobalón, viento-hombrón. Preciosa gana en la carrera y logra guarecerse en la casa de los ingleses. Pero mientras ella relata su aventura, el amante despechado y violento se deja sentir sobre el tejado.
El romance de “La monja gitana”  señala la fusión de lo anecdótico-descriptivo y de lo mítico a través del desdoblamiento de la luz y del fantasear mismo de la monja. Ésta teje sus alhelíes, girasoles, magnolias, lentejuelas, cintas, azafranes y lunas en el mantel de la misa, mientras en la cocina del convento se perciben olores de toronjas endulzadas. Pero existe otro mundo para la monja; el de su fantasía. Las flores que borda con sus manos son proyectadas al campo donde la imaginación teje sus propias flores de ensueño. Ahora bien, como ha visto Correa, estas flores entran en identificación con el mundo mítico de la luz desdoblada. El instrumento de este desdoblamiento es el prisma, para la luz, y los ojos de la monja para sus fantasías. “Por los ojos de la monja / galopan dos caballistas”. Ya aquí su imaginación penetra al menos por un momento en un mundo de una total iluminación (correspondiente al de los pájaros del prisma), que no es otro que el mundo de LOS SENTIDOS: [...] ¡Oh!, qué llanura empinada con veinte soles arriba. ¡Qué ríos puestos de pie vislumbra su fantasía! [...] Los ríos, que serían el camino para llegar a esta llanura empinada de veinte soles, se han antropomorfizado de pronto poniéndose en pie y constituyendo un obstáculo al libre fluir de su fantasía. De repente ella se da cuenta de que este mundo de la fantasía le está vedado y retorna a las “flores” de su tejido. 

Casa de bonecas no día contra a violencia contra a muller.






Leyendo : Anillos para una Dama.






jueves, 23 de noviembre de 2017

Símbolos en Lorca.



La imagen pertenece a la obra  
Lorca entre pinceles: el Romancero gitano revive ilustrado.

Símbolo
Significado
Romance
Elementos naturales
Luna
Muerte, influjo maléfico
«Romance de la luna, luna»/«Burla de don Pedro a caballo» (vv.16-17)
Mar
Ansia de felicidad amorosa
«Romance sonámbulo» (v.24)
Muerte
«Romance de la pena negra» (v.17)
Agua
Llanto
«Romance de la Guardia Civil Española» (v.55)
Sombra
Pena amorosa
«Romance de la pena negra» (v.6)
Muerte
«Romance de la Guardia Civil Española» (v.55)
Viento
Anuncia la tragedia
«Romance de la Guardia Civil Española» (v.33)
El erotismo masculino
«Preciosa y el aire»
Arena
Destrucción
«Romance de la Guardia Civil Española» (v.124)
Seres humanos
Jinete
Presagio de muerte
«Romance de la luna, luna» (v.21)
Guardia Civil
Brazo ejecutor del poder político y religioso que reprime a los gitanos
«Romance de la Guardia Civil Española»
Colores
Verde
Instinto sexual masculino
«Preciosa y el aire» (v.38)
Frustración amorosa y muerte
«Romance sonámbulo»
Malva
Muerte
«La monja gitana» (v.2)
Amarillo
Muerte
«Muerto de amor» (v.11)
Fluidos
Sangre
Sensación cromática
«Reyerta» (vv. 2-3)
Instinto sexual
«Thamar y Amnón» (vv. 59-60)
Muerte
«Reyerta» (vv. 25-26)
Ginebra
(Alcohol)
El mundo civilizado, ajeno al universo mítico de los gitanos
«Preciosa y el aire» (v.53)
Animales
Zumaya
Mal augurio
«Romance de la luna, luna» (v.29)
Caballo
Pasión desenfrenada
«Reyerta» (v. 7)/ «Romance de la pena negra» (v.6)/ «Thamar y Amnón» (v. 69)
Horror, destrucción y muerte
«Romance de la Guardia Civil Española» (v.29)
Presagio de muerte
«Martirio de Santa Olalla» (v.2)
Gallo
Anuncia la destrucción y el sacrificio de los gitanos
«Romance de la Guardia Civil Española» (v.31)
Flores y plantas
Azucena
Pureza y fertilidad
«San Gabriel» (v.32)
Campanilla
Alegría
«San Gabriel» (v.38)
Siempreviva
Mal presagio, muerte
«San Gabriel» (v.70)
Adelfa
Muerte
«Romance del emplazado» (v.25)
Cicuta
Muerte
«Romance del emplazado» (v.28)
Ortiga
Muerte
«Romance del emplazado» (v.28)
Árbol
La cruz del martirio
«Martirio de Santa Olalla» (v.52)
Objetos
Vara de mimbre
Señorío, nobleza, dignidad, elegancia del gitano
«Prendimiento de Antoñito el Camborio» (v.3)
Cuchillo
Valentía y agresividad, asociadas al sentido de la hombría del gitano
«Prendimiento de Antoñito el Camborio» (v.37)
Pozo
(aljibe)
La pasión estancada
«Romance sonámbulo»
Espejo
La vida sedentaria del hogar
«Romance sonámbulo»


miércoles, 22 de noviembre de 2017

Reyerta.

Las imágenes empleadas pertenecen a la obra

Lorca entre pinceles: el Romancero gitano revive ilustrado. 

   (Ver http://www.eldiario.es/cultura/libros/poesia/verso-gitano-Lorca-ilustracion-personalizada_0_631687258.html )


Los temas MAS importantes del Romancero.


1) El mundo andaluz. García Lorca recrea la realidad andaluza: tipos, costumbres y actitudes de los gitanos en su paisaje andaluz. Se inspira en su infancia, en sus experiencias y en leyendas de la tierra. El elemento gitano es el común denominador de todo el libro y representa la libertad, la aventura, la fantasía, la ensoñación y lo que está al margen de la ley. Aparece el gitano idealizado, convertido en mito, prototipo de hombre libre que intenta afirmar su individualidad frente al mundo y que sucumbe ante un destino trágico del que no logra escapar.
El paisaje andaluz sirve de fondo para todas las figuras humanas y actitudes que aparecen en los romances. El elemento gitano es el común denominador de todo el libro y representa la libertad, la aventura, la fantasía, la ensoñación y también lo que está al margen de la ley.
2) Amor frustrado: tema básico, asociado siempre a la pasión erótica, amor que no puede ser, deseo insatisfecho o amor truncado por la muerte. A excepción del romance "La casada infiel" (en el que el deseo es exclusivamente superficial y físico) todos las demás presencias del erotismo en el libro son inquietantes. 

3) Violencia y muerte: puede apreciarse, por ejemplo, en el primer y último romance: la luna inaugura el desfile de muerte y lo cierra con la muerte del gitano violador. En medio toda una variedad de violencias innatas al gitano: peleas, reyertas; suicidio; muerte enamorada; muerte violenta; asesinato colectivo y desenfrenado... Ese es el fin de los gitanos de Lorca, todo cuanto ha creado resulta destruido por las fuerzas de represión.
4) El dolor y la frustración. El conflicto entre las instituciones opresivas y el deseo de libertad del individuo. La lucha contra la hegemonía cultural está marcada por el sufrimiento y la frustración. El dolor de los personajes del Romancero manifiesta la opresión y la soledad del individuo. Presenta un mundo donde los personajes van perdiendo su identidad y son despojados de lo material y también se pierden o buscan sin encontrar sentimientos.
5) El destino trágico. Este tema aparece bien definido en el libro y centrado en el

personaje de la Pena. Se trata de las fuerzas ocultas y el destino trágico del hombre. La muerte aparece como desenlace de una situación marcada por el fatalismo. Todos los personajes son seres al margen del mundo convencional y hostil y, por ello, marcados por la frustración y la muerte.
6) Denuncia social. Aunque no es un libro social, este tema está muy presente a través de la figura del gitano y de la Guardia Civil, figuras opuestas que establecen dos extremos del mundo lorquiano. Los romances del Camborio y el de la Guardia Civil son la expresión más clara de esta denuncia social. El romance de La monja gitana manifiesta otro tipo de denuncia: la represión religiosa de los instintos. En San Miguel aparece una crítica a la sociedad de Granada. En Muerto de amor se pone de manifiesto la desigualdad social. En San Rafael aparece la marginalidad que produce la homosexualidad.



Reyerta
A Rafael Méndez
En la mitad del barranco
las navajas de Albacete,
bellas de sangre contraria,
relucen como los peces.
Una dura luz de naipe
recorta en el agrio verde,
caballos enfurecidos
y perfiles de jinetes.
En la copa de un olivo
lloran dos viejas mujeres.
El toro de la reyerta
se sube por las paredes.
Ángeles negros traían
pañuelos y agua de nieve.
Ángeles con grandes alas
de navajas de Albacete.
Juan Antonio el de Montilla
rueda muerto la pendiente,
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en las sienes.
Ahora monta cruz de fuego,
carreta de la muerte.
El juez, con guardia civil,
por los olivares viene.
Sangre resbalada gime
muda canción de serpiente.
Señores guardias civiles;
aquí pasó lo de siempre.
Han muerto cuatro romanos
y cinco cartagineses.
La tarde loca de higueras
y de rumores calientes,
cae desmayada en los muslos
heridos de los jinetes.
Y ángeles negros volaban
por el aire del poniente.
Ángeles de largas trenzas
y corazones de aceite.

El poema trata de una muerte a navajazos y utiliza elementos estilísticos asociados con la poesía popular. Hay un incipiente paralelismo en las referencias repetidas a ángeles les en los versos 13, 15, 35 y 37 («Ángeles negros traían ,ángeles con grandes alas [...] / [...] Y ángeles negros volaban,Ángeles de largas trenzas»), versos que casi llegan a formularse como estribillo, como también pasa a las referencias a las navajas de Albacete de los versos 2 y 16. Existe también ecos del romance tradicional en el comienzo del poema in medias res y en la coincidencia del fin del verso con el fin de la oración en las partes más directamente narrativas del poema. Y, por añadidura, algunas de las imágenes vienen de fuentes populares. Como ha notado Carlos Ramos-Gil , los versos «El toro de la reyerta / se sube por las paredes» son una elaboración de una frase popular, «subirse por las paredes», utilizada con referencia a un animal atrapado, y, por extensión, a personas que se ven arrebatadas por la ira. La designación toponímica del muerto como «Juan Antonio el de Montilla» también contiene fuertes resonancias populares. La imagen del verso 19 que describe el cuerpo herido de Juan Antonio como «lleno de lirios» se encuentra también en canciones populares y se halla específicamente en el muy conocido Cancionero musical popular español de Pedrell, La granada en el verso siguiente es otra metáfora popular para una contusión.