La sabiduría es mejor que el ingenio y, a la larga, sin duda, tendrá la risa de su lado.
. Precisión histórica y mucha atención al detalle. Esta es una condición sine qua non. Desde la ropa hasta los modales de los personajes deben estar representados con exactitud.
2. Mucha actividad social. Una novela romántica del período Regencia ha de estar plagada de paseos en carruaje, bailes lujosos, visitas matutinas a los amigos y parientes, idas al teatro y la ópera.
3. Matrimonios de conveniencia. Que suelen desencadenar la intriga principal. Aunque sean novelas románticas, muchas de las protagonistas han sido forzadas a un matrimonio patrimonial o luchan con todas sus fuerzas por evitarlo.
4. Diferencias de clase muy pronunciadas. La desheredada Elizabeth Bennet y el acaudalado Mr. Darcy se repetirán hasta la saciedad en muchas imitadoras.
5. La moda como signo de status. Desde los vestidos de baile hasta los guantes y el abanico deben reflejar la verdadera condición social y económica de las heroínas, aunque terminen imponiéndose por su belleza o su honestidad. O justamente, para marcar el contraste.
6. Todas tienen algún elemento en común en sus peripecias. Hay que estar preparado para la aparición de algún misterio o un engaño. Puede incluso haber un compromiso de matrimonio falso. No faltan las falsas identidades o la confusión de las mismas.
http://dugi-doc.udg.edu/bitstream/handle/10256/8763/Article8-p87.pdf?sequence=1
Características de las novelas austiANAS
. Precisión histórica y mucha atención al detalle. Esta es una condición sine qua non. Desde la ropa hasta los modales de los personajes deben estar representados con exactitud.
2. Mucha actividad social. Una novela romántica del período Regencia ha de estar plagada de paseos en carruaje, bailes lujosos, visitas matutinas a los amigos y parientes, idas al teatro y la ópera.
3. Matrimonios de conveniencia. Que suelen desencadenar la intriga principal. Aunque sean novelas románticas, muchas de las protagonistas han sido forzadas a un matrimonio patrimonial o luchan con todas sus fuerzas por evitarlo.
4. Diferencias de clase muy pronunciadas. La desheredada Elizabeth Bennet y el acaudalado Mr. Darcy se repetirán hasta la saciedad en muchas imitadoras.
5. La moda como signo de status. Desde los vestidos de baile hasta los guantes y el abanico deben reflejar la verdadera condición social y económica de las heroínas, aunque terminen imponiéndose por su belleza o su honestidad. O justamente, para marcar el contraste.
6. Todas tienen algún elemento en común en sus peripecias. Hay que estar preparado para la aparición de algún misterio o un engaño. Puede incluso haber un compromiso de matrimonio falso. No faltan las falsas identidades o la confusión de las mismas.
http://dugi-doc.udg.edu/bitstream/handle/10256/8763/Article8-p87.pdf?sequence=1
Jane
Austen vivió en la época de la regencia,
puente entre el periodo georgiano y el victoriano. El paso de un periodo a otro
tuvo lugar a raíz de dos factores externos de gran trascendencia: por un lado,
la revolución agraria, que constituyó el comienzo de la revolución industrial
-la sustitución del trabajo manual por la industria y la manufactura- y, por
otro, el colonialismo, las Guerras
Napoleónicas y la extensión del Imperio Británico.
Las heroínas de Austen se mueven en los límites del
patriarcado, aunque su finalidad es el matrimonio, todas reflexionan sobre los
condicionantes sociales y educativos que las condicionan. . El propio acto de
escribir de Austen era revindicativo, ella misma costeaba sus ediciones: Sentido y sensibilidad, Orgullo y prejuicio,
Emma, La abadia de Nothinger, Mansfield Park, Persuasión.
Hay muchos
pasajes en las novelas de Jane Austen dedicados a los "talentos" que
las damas de la época solían reunir. Estos talentos consistían en distintas
habilidades que las damas poseían y que las hacían más atrayentes a la hora de
recibir una propuesta de matrimonio. Sin embargo, las heroínas de sus obras se
caracterizan por no estar demasiado interesadas en ellos, y apenas reúnen unos
cuantos.
En uno de
los fragmentos de Orgullo y Prejuicio encontramos una buena descripción
de lo que se entendía por una "mujer cultivada" en aquella época:
No puede decirse que una mujer sea realmente cultivada si no supera con
creces lo habitual. Debe tener un profundo conocimiento de la música, del
canto, del dibujo, del baile y de los idiomas modernos; y, además de todo eso,
poseer algo indefinible en su figura y ademanes, en el tono de voz y en la
forma de expresarse: de lo contrario, sólo merecerá a medias ese calificativo.
Las ideas feministas
que reflejan la obra de Austen coinciden, en parte, con la de autoras contemporáneas (finales del siglo
XVIII) como Mary Wollstonecraft. La
ilustración se había ocupado del tema de la educación femenina, en línea con
estos debates ,a favor y en contra, se publica en 1791 la obra de Olimpia de Gouges Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana, un
año después Mary Wollstonecraft publica Vindicación de los derechos de la mujer(
una mezcla de
géneros literarios —un tratado político, una
guía de comportamiento y un tratado educacional )
en esta obra Wollstonecraft no solo
aboga por la igualdad de derechos si no que incluso sitúa a la mujer en un
plano superior(biológica e intelectualmente) al hombre. Frente a autores como
Rousseau que proponían una educación femenina destinada a una vida privada, Wollstonecraft
entiende que la sumisión femenina al varón es fruto de la educación y no una
determinación biológica, así propone que la educación femenina atienda a
aspectos físicos y racionales que permitan a la mujer desarrollar, libremente,
sus potenciales.
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