Caballeros 1

viernes, 27 de marzo de 2020

Literatura Universal . Semana dle 23, 3ª jornada.

 Mientras esperamos otros trabajos pendientes id contestando, para el lunes, las preguntas que os pongo al final del texto de Marta. 
EL APARECIDO  

Despues  de haber leído ayer este magnífico relato , realiza ( realizad) un pequeño texto expositivo en el que se de respuesta a las siguientes preguntas sobre el texto:
1.- ¿Se narra del mismo modo la relación entre Constance y Gavín?
2.- ¿Destacarías algún rasgo positivo de la descripción que se nos hace de Gavín?
3.- ¿Hay paralelismos entre Constance y Reynolds?
4.- ¿Por qué se titula “El Aparecido?


Recordad los errores cometidos en el trabajo anterior. Las ideas expresadas deben ir apoyadas en fragmentos del relato. ( así dice…  en la página… “…”)





Trabajo de Marta.


EL APARECIDO


Este relato cuenta como Gavin, el primer amor de Constance, fue un poeta transgresor en su juventud que, una vez conseguido el éxito, lucha con el lujo y la comodidad que impiden la fluidez literaria. Ahora se encuentra casado con Reynolds una mujer que controla cada aspecto de su vida; la relación entre ambos puede llegar a ser sarcástica ya que no se soportan mutuamente, además de que Reynolds solo lo soporta por pura conveniencia, y no es de extrañar viendo el comportamiento y la forma de tratar a las mujeres en general de Gavin, el cual fantasea con Maria una chica de unos 16 años que va a limpiar su piscina de vez en cuando.


A medida que avanza la narración podemos apreciar el mal carácter de Gavin y lo que tiene que soportar Reynolds cada dia; la cual ha pasado de ser una dominatrix, una “mujer fatal” a ser una asistenta 24 horas para su marido(al cual tampoco le agrada mucho este nuevo papel de su esposa), lo que tampoco quiere decir que ese carácter fuerte rozando lo agresivo no salga a relucir de vez en cuando (como podemos ver en las páginas 54 a 56) solo que ahora en vez de lanzar ceniceros simplemente amenaza con dejar a Gavin sin galleta. Reynolds y Constance no tiene mucho en común, aunque las dos son mujeres fuertes que se valen por si mismas, el planteamiento de ambos personajes es muy distinto. 




Estamos ante un cuento divertido y triste a la vez, pues en la caricatura del escritor, grosero,desagradable, hay una compasión que se expresa en el modo sutil en que asoman sus carencias, sus cicatrices, la asunción de los errores del pasado, lo que le podria dar nombre al relato, “El aparecido”.


Pregunta: ¿Es solo Reynolds quién soporta a Gavín por pura conveniencia o a Gavin le vienen muy bien los cuidados que le dispensa la eficiente Reynolds?
Pregunta. ¿Gavin asume los errores de su juventud?


Trabajo de Lucía, Iván, Marian .
Seguramente yo es Nerea.


 En este relato de “El Aparecido” no se narra de la misma forma porque en el anterior el protagonista lo trata desde su punto de vista y en este desde el suyo, dos pensamientos completamente opuestos. Por otra parte Gavin lo narra desde su punto de vista y desde su posición de hombre, en el sentido de que no hubiera sucedido lo mismo si la que hubiera tenido una aventura hubiera sido Constance.
En la página 35, del primer relato (Alphinlandia) vemos el punto de vista de Constance. “Aquella jugada fue de un mal gusto increíble por parte de Gavin, y así se lo hizo saber Constance.¿Es que no tenía sentido de la vergüenza, del decoro? ¿No se daba cuenta de que era una sanguijuela, de su falta de iniciativa, de su egoísmo? A lo que Gavin, asombrado en un primer momento por la belicosidad desplegada por su otrora mansa doncella lunar, hizo acopio de su sarcasmo habitual y le espetó que era una mamarracha, que sus poemas no valían nada, que era una inepta haciendo mamadas, que su ridículo Alphinlandia era una bazofia infantiloide y que él tenía más talento en el ojete que ella en su minúsculo cerebro de mosquito. Suerte que era su “dama” y su “amada”...
Por el contrario, Gavin en la página 63 del segundo relato (el Aparecido), muestra lo que significó Constance. “ Ahí debe de estar Constance ahora: en el ojo de la tormenta. Se la imagina tendiendo los brazos hacia él, con la nieve por todo el vestido, emanado toda ella un resplandor sobrenatural.Su dama de luz de luna.No recuerda por qué rompieron. Fue por una nimiedad; una tontería a la que ella no debería haberle dado importancia. Porque él se había acostado con alguna. ¿Melani, Megan,Marjorie? No fue nada en realidad, la otra prácticamente se le echó encima. Así intentó explicárselo a Constance,pero ella no comprendió el aprieto en el que se había visto.”


Consideramos que el personaje de Gavin no tiene grandes rasgos positivos más bien todo lo contrario,lo único a destacar es su valor literario, su obra y su actividad creadora.


Creemos que hay una correlación entre ellas dos porque Constance era la que cuidaba de Gavin, pagaba el alquiler, estaba pendiente de él, se encargaba de la comida,y Reynolds hace un papel de madre muy similar ya que es la encargada de la casa, de sacarlo a pasear, de darle la medicina, cuida de él,se encarga de la organización de su trabajo, se encarga de reuniones con universitarios…por ello tienen papeles muy similares.


 El título de este relato está relacionado con el anterior,pensamos que gracias a que Constance entrase en Alphinlandia y sacase a Gavin de su encierro consiguió liberarlo y de alguna manera acabó con su vida terrenal para pasar a su mundo de fantasías y aparecer.
En este fragmento se puede ver esta relación, en la página 80.
Ahora su campo visual se oscurece, y Constance aparece suspendida en medio de él; es la Constance vieja y ajada, con el maquillaje como de máscara, y la cara pálida y arrugada que Gavin ha visto en la pantalla. Lo mira asombrada.
-¿El señor patata?-pregunta.
Pero Gavin hace oídos sordos, pues está desplazándose por el aire hacia ella, a gran velocidad. No por ello parece estar acercándose; será que Constance está volando en dirección contraria a la misma velocidad. “Más rápido”, se insta a sí mismo, y entonces salva la distancia que los separa hasta que la tiene justo delante, y se adentra en la negra pupila de su perplejo ojo azul. El espacio se ensancha entorno a él, inundado de luz, y allí está su Constance, joven de nuevo, contenta de verlo, como solía. Le sonríe con alegría, le abre los brazo y él la estrecha entre los suyos.

-Has llegado- le dice Constance-.Por fin.Estás despierto.”

La redacción es muy mejorable. Fijaos como al eliminar las preguntas el texto no se comprende. Os he marcado en amarillo claro todas las construcciones que no se comprenden sin más contexto que lo que habéis escrito.


Trabajo de Victoria:
EL DESAPARECIDO
Segundo relato.
Cuenta cómo Gavin, el primer amor de Constance, fue un poeta transgresor en su juventud que,
una vez conseguido el éxito, lucha con el lujo y la comodidad que impiden la fluidez de
creatividad literaria. La complicada relación de Gavin (convertido en un viejo gruñón e
insoportable) con su joven esposa Reynolds, que solo parece soportarlo por pura conveniencia,
le da un toque sarcástico a este relato, que se completa con una entrevista completamente
surrealista que una joven estudiante hace a Gavin, a instancias de Reynolds. El final, de nuevo
sorprendente, que culmina con la inesperada muerte de Gavin, se entrecruza con el relato
anterior de una forma sutil y muy original.



El Ulysses de Tenny son sitado en" El Aparecido"
Ulysses. Alfred Lord Tennyson (1809-1892):
It little profits that an idle king,
By this still hearth, among these barren crags,
Match'd with an aged wife, I mete and dole
Unequal laws unto a savage race,
That hoard, and sleep, and feed, and know not me.
I cannot rest from travel: I will drink
Life to the lees: All times I have enjoy'd
Greatly, have suffer'd greatly, both with those
That loved me, and alone, on shore, and when
Thro' scudding drifts the rainy Hyades
Vext the dim sea: I am become a name;
For always roaming with a hungry heart
Much have I seen and known; cities of men
And manners, climates, councils, governments,
Myself not least, but honour'd of them all;
And drunk delight of battle with my peers,
Far on the ringing plains of windy Troy.
I am a part of all that I have met;
Yet all experience is an arch wherethro'
Gleams that untravell'd world whose margin fades
For ever and forever when I move.
How dull it is to pause, to make an end,
To rust unburnish'd, not to shine in use!
As tho' to breathe were life! Life piled on life
Were all too little, and of one to me
Little remains: but every hour is saved
From that eternal silence, something more,
A bringer of new things; and vile it were
For some three suns to store and hoard myself,
And this gray spirit yearning in desire
To follow knowledge like a sinking star,
Beyond the utmost bound of human thought.

This is my son, mine own Telemachus,
To whom I leave the sceptre and the isle,--
Well-loved of me, discerning to fulfil
This labour, by slow prudence to make mild
A rugged people, and thro' soft degrees
Subdue them to the useful and the good.
Most blameless is he, centred in the sphere
Of common duties, decent not to fail
In offices of tenderness, and pay
Meet adoration to my household gods,
When I am gone. He works his work, I mine.

There lies the port; the vessel puffs her sail:
There gloom the dark, broad seas. My mariners,
Souls that have toil'd, and wrought, and thought with me--
That ever with a frolic welcome took
The thunder and the sunshine, and opposed
Free hearts, free foreheads--you and I are old;
Old age hath yet his honour and his toil;
Death closes all: but something ere the end,
Some work of noble note, may yet be done,
Not unbecoming men that strove with Gods.
The lights begin to twinkle from the rocks:
The long day wanes: the slow moon climbs: the deep
Moans round with many voices. Come, my friends,
'T is not too late to seek a newer world.
Push off, and sitting well in order smite
The sounding furrows; for my purpose holds
To sail beyond the sunset, and the baths
Of all the western stars, until I die.
It may be that the gulfs will wash us down:
It may be we shall touch the Happy Isles,
And see the great Achilles, whom we knew.
Tho' much is taken, much abides; and tho'
We are not now that strength which in old days
Moved earth and heaven, that which we are, we are;
One equal temper of heroic hearts,
Made weak by time and fate, but strong in will
To strive, to seek, to find, and not to yield.
             TRADUCCIÓN.

Tennyson afirma en su «Ulises» que debemos aceptar los avatares de la vida y seguir adelante, y ello pese a la extraordinaria pena del poeta por la muerte temprana de su mejor amigo, Arthur Henry Hallam,


Ulises. Alfred Tennyson:
De nada sirve que viva como un rey inútil 
junto a este hogar apagado, entre rocas estériles, 
el consorte de una anciana, inventando y decidiendo 
leyes arbitrarias para un pueblo bárbaro, 
que acumula, y duerme, y se alimenta, y no sabe quién soy. 
No encuentro descanso al no viajar; quiero beber 
la vida hasta las heces. Siempre he gozado 
mucho, he sufrido mucho, con quienes 
me amaban o en soledad; en la costa y cuando 
con veloces corrientes las constelaciones de la lluvia 
irritaban el mar oscuro. He llegado a ser famoso; 
pues siempre en camino, impulsado por un corazón hambriento, 
he visto y conocido mucho: las ciudades de los hombres 
y sus costumbres, climas, consejos y gobiernos, 
no siendo en ellas ignorado, sino siempre honrado en todas; 
y he bebido el placer del combate junto a mis iguales, 
allá lejos, en las resonantes llanuras de la lluviosa Troya. 
Formo parte de todo lo que he visto; 
y, sin embargo, toda experiencia es un arco a través del cual 
se vislumbra un mundo ignoto, cuyo horizonte huye 
una y otra vez cuando avanzo. 
¡Qué fastidio es detenerse, terminar, 
oxidarse sin brillo, no resplandecer con el ejercicio! 
Como si respirar fuera la vida. Una vida sobre otra 
sería del todo insuficiente, y de la única que tengo 
me queda poco; pero cada hora me rescata 
del silencio eterno, añade algo, 
trae algo nuevo; y sería despreciable 
guardarme y cuidarme el tiempo de tres soles, 
y refrenar este espíritu ya viejo, pero que arde en el deseo 
de seguir aprendiendo, como se sigue a una estrella que cae, 
más allá del límite más extremo del pensamiento humano. 

Éste es mi hijo, mi propio Telémaco, 
a quien dejo el cetro y esta isla. 
Lo quiero mucho; tiene el criterio para triunfar 
en esta labor, para civilizar con prudente paciencia 
a un pueblo rudo, y para llevarlos lentamente 
a que se sometan a lo que es útil y bueno. 
Es del todo impecable, dedicado completamente 
a los intereses comunes, y se puede confiar 
en que sea compasivo y cumpla los ritos 
con que se adora a los dioses tutelares 
cuando me haya ido. Él hace lo suyo, yo, lo mío. 

Allí está el puerto; el barco extiende sus velas; 
allí llama el amplio y oscuro mar. Vosotros, mis marineros, 
almas que habéis trabajado y sufrido y pensado junto a mí, 
y que siempre tuvisteis una alegre bienvenida 
tanto para los truenos como para el día despejado, recibiéndolos 
con corazones libres e inteligencias libres, vosotros y yo hemos envejecido. 
La ancianidad tiene todavía su honra y su trabajo. 
La muerte lo acaba todo: pero algo antes del fin, 
alguna labor excelente y notable, todavía puede realizarse, 
no indigna de quienes compartieron el campo de batalla con los dioses. 
Las estrellas comienzan a brillar sobre las rocas: 
el largo día avanza hacia su fin; la lenta luna asciende; los hondos 
lamentos son ya de muchas voces. Venid, amigos míos. 
No es demasiado tarde para buscar un mundo nuevo. 
Zarpemos, y sentados en perfecto orden hiramos 
los resonantes survos, pues me propongo 
navegar más allá del poniente y el lugar en que se bañan 
todos los astros del occidente, hasta que muera. 
Es posible que las corrientes nos hundan y destruyan; 
es posible que demos con las Islas Venturosas, 
y veamos al gran Aquiles, a quien conocimos. 
A pesar de que mucho se ha perdido, queda mucho; y, a pesar 
de que no tenemos ahora el vigor que antaño 
movía la tierra y los cielos, lo que somos, somos: 
un espíritu ecuánime de corazones heroicos, 
debilitados por el tiempo y el destino, pero con una voluntad decidida 
a combatir, buscar, encontrar y no ceder. 
Traducción: Randolph D. Pope



Si te interesa profundizar lee también este interesante estudio publicado en El Pais ;

A partir de nueve versos del Canto XXII de la Odisea, en los que, de manera trágicamente sucinta, se narra cómo Telémaco ahorca a doce esclavas jóvenes por haber confraternizado con los enemigos de su padre, la escritora canadiense Margaret Atwood (Ottawa, 1939), en su libro Penélope y las doce criadas (Salamandra), no sólo resume todo el contenido del gran poema homérico, sino que además esboza una interpretación antropológica del mismo. Los versos en cuestión, los numerados entre el 465 y 473 del mencionado canto, son, en efecto, de una belleza aterradora. "Como cuando los tordos de gráciles alas o las palomas, buscando un descanso, se enredan en una red cubierta de hojas y en ella encuentran su trampa mortal, así sus cabezas fueron colgadas en fila para que tuvieran la muerte más lamentable. Agitaron sus pies en el aire un rato, pero no demasiado". Antes Homero nos ha explicado cómo estas esclavas debieron limpiar el salón del banquete de los despojos del centenar de pretendientes matados por Ulises, algunos de los cuales habían sido sus amantes, y cómo Telémaco, desoyendo la orden paterna de acuchillarlas por la espalda, enlazó la soga de un bajel de proa azulada con una columna y allí las colgó en fila hasta morir.
Bellos o tétricos, ¿por qué Atwood rescata esta pequeña matanza femenina, que parece una minúscula gota de agua tras la prolija descripción de la terrorífica escabechina perpetrada por Ulises contra el centenar largo de pretendientes de su esposa? Quizá porque ha comprendido que la Odisea no sólo es el relato de las aventuras protagonizadas por Ulises al tratar, tras la destrucción de Troya, regresar a Ítaca, su reino y su hogar, sino también las de Penélope para defender el puesto y el patrimonio del ausente. La Odisea es un poema que escenifica la tensión extrema entre dos amantes para que, contra toda expectativa, no se rompa el vínculo que les mantiene unidos. Pero al elegir Atwood el punto de vista narrativo de Penélope, que teje y desteje un sudario para entretener la espera de sus cada vez más impacientes cortejantes, puesto que ella estaba suficientemente entretenida con su propia esperanza, no lo hace por aupar lo feminista del papel de la mujer, sino para resaltar cómo entonces se produjo la subversión patriarcal del matriarcado, que fue llevada a cabo por el astuto Ulises, el gran desmitificador, pues no en balde todas sus hazañas no fueron sino una sucesión de burlas de lo sobrenatural.
Ni Ulises, ni Penélope son héroes que destaquen por su fuerza o su belleza, sino por su inteligente paciencia, que les lleva a sortear los imponderables del destino, que deja de serlo desde que es previsto y asumido. Intercambian sus papeles porque previamente se han liberado del peso de su identidad. Hay ciertamente mucha sangre a su alrededor, pero no la suficiente para anegar su mutuo pacto. Es el pacto del reino de la libertad, donde ya nadie es nadie: sólo la invención de sí mismo. Etimológicamente, el término "invención" significa "encuentro"

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