Caballeros 1

viernes, 5 de octubre de 2018

De la realidad a la novela, transmutaciones románticas.



Nos dice Felicidad Buendía, «La novela histórica española (1830-1844)», estudio preliminar en su Antología de la novela histórica española que:
El amor, elevado a la categoría de lo sublime y etéreo, símbolo de la espiritualidad más elevada, constituye el resorte emocional, en persecución del cual corre el hilo novelesco. Elevado a las esferas más idealistas, concebido como algo absolutamente hermoso, digno de esperanza y sacrificio, lleva, sin embargo, el sello de lo trágico e irremediable. Una fatalidad preside el amor de las parejas heroicas, protagonistas que hallando en el amor su única razón de lucha y existencia, vagan siempre por los caminos de lo inaccesible
Margarita Gautier.
Se trata de uno de los personajes femeninos más famosos de la historia. No sólo la inmortalizó Alejandro Dumas con su novela, sino que , posteriormente, a la hora de ser llevada al cine, el personaje de esta hermosa y desgraciada dama fue atribuido a Greta Garbo, y resulta del todo imposible olvidar la interpretación que de ella realiza . Su verdadero nombre era Alphonsine, pero mas tarde se hizo llamar Marie Duplessis. Nació en Normandía, en 1824. Su padre era campesino, y cuando ella aún era muy joven la vendió a un anciano. Ya por entonces , aunque sólo contaba 15 años, era muy bella y no pasaba desapercibida . Cuando fue abandonada por su “benefactor” , se empleó como planchadora, en el París que caería a sus pies, hasta que fue escalando peldaños en la categoría de sus conquistas.
No tuvo que esperar demasiado y ya se hallaba en el centro de la vida social del París decimonónico.
En sus paseos por los bulevares era admirada por todos los hombres y , como no, envidiada por todas las mujeres. Mostraba gustos excesivamente caros y le gustaba sobremanera que sus amantes acudieran siempre con algún regalo que obsequiarle. Eso sí, el regalo no podía ser cualquier cosa, siendo preferidas, por supuesto, las joyas. También era obsequiada con flores, entre las que prefería a las camelias. Sentía adoración por estas delicadas flores. Cuando acudía a la Ópera , que eran casi todas las noches, siempre le gustaba llevar camelias blancas prendidas del vestido, a la altura del pecho. Parece ser que había tres días en el mes que las camelias que lucía eran rojas, no blancas. Con esto avisaba a sus amantes de que esos días , por motivos fisiológicos, no estaba disponible para ninguno de ellos.
Según fuentes de la época, Marie dilapidaba le enorme cantidad de ingresos que percibía de sus múltiples amantes más rápidamente de lo que debiera. Llegó, incluso, a aceptar mantener relaciones con una asociación de siete componentes, y todos ellos eran amantes suyos en la misma época.
A pesar de este ritmo frenético de admiradores, Marie era realmente derrochadora. Se irá endeudando progresivamente.
Al mismo tiempo, los ingresos van reduciéndose, ya que la tuberculosis está haciendo mella en su belleza , y ya no atrae a los hombres como antes.
Según la versión novelada, la causa fundamental de su ocaso es que se cruza en su camino un amante sin recursos, y ambos se enamoran perdidamente. Abandona París y a su caterva de amantes , y se va a vivir a una tranquila casa de campo con su enamorado. Pero la familia del muchacho no acepta a Marie, ya que su mala reputación la precede, e intentan por todos los medios separarlos.
Finalmente, ella vuelve a París, sola, y cuando está a punto de morir, totalmente arruinada y abandonada por todos, él vuelve a verla y la acompaña en sus últimos momentos.
Esa es la versión romántica elaborada por Alejandro Dumas. No sabemos cuánto existe de verdad en ella. Lo que sí se sabe es que cuando Marie murió , en 1847, con menos de 23 años, solamente la acompañó un antiguo amante, el conde de Saint-Ives. Pudiera ser que se tratara de ese personaje que Alejandro Dumas nos muestra. Me gusta pensar que es así. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario