LAS FIGURAS DE BUERO VALLEJO Y ALFONSO SASTRE EN EL TEATRO ESPAÑOL POSTERIOR A LA GUERRA CIVIL. LA RENOVACIÓN DEL TEATRO.
Al terminar la Guerra Civil, el teatro español había perdido sus autores más importantes porque o habían muerto o se encontraban en el exilio. Mientras en los teatros europeos se representaba un teatro innovador (teatro épico de Bertolt Brecht o el teatro del absurdo de Ionesco o Samuel Beckett), la escena española estaba invadida por un teatro burgués o por el llamado teatro de humor (Jardiel Poncela, Miguel Mihura).
Además, la censura impedía representar obras que supusieran un mínimo atentado contra los valores morales establecidos. A mediados de la década de 1950, los dramaturgos, disconformes con el teatro vigente, trataron de reflejar y denunciar la violencia y la injusticia social de la posguerra. Desde un punto de vista formal, su teatro va a ser poco innovador, preocupado más por el contenido que por la forma. Los máximos representantes de esta tendencia serán Alfonso Sastre y Antonio Buero Vallejo.
ALFONSO SASTRE Dedicado plenamente al teatro comprometido y de protesta. Sus tragedias son una lucha en la que el individuo sale siempre derrotado. Para él, el teatro debe tener la misión de transformar la sociedad injusta en la que vive el ser humano. Su trayectoria teatral evoluciona del siguiente modo:
Etapa inicial: rechaza el teatro español de los primeros años de posguerra a la vez que pretende llevar a cabo una renovación teatral. Su obra más importante es Escuadra hacia la muerte. Es una obra influida por el pensamiento existencialista y prohibida por la censura tras tres representaciones. El texto admite varias interpretaciones: por un lado, puede entenderse como una tragedia antibelicista, en la que se incita a la rebelión contra cualquier forma de tiranía; por otro, se trata de una reflexión sobre cómo asumir el peso de la libertad y de los propios actos.
Etapa de evolución: entiende el teatro como un arte social desde el que trata de despertar la conciencia del público. Destaca La mordaza (1954), protagonizada por un padre despótico que tiene atemorizada a su familia.
Etapa de madurez: radicalización de sus tesis revolucionarias que le lleva a lo que el autor llama “tragedia compleja”. La obra más significativa de este periodo es La taberna fantástica donde denuncia el abandono social en el que viven los jóvenes de los arrabales de Madrid, empujados al alcoholismo y a la delincuencia.
ANTONIO BUERO VALLEJO Buero inicia su andadura dramática en 1949 con Historia de una escalera. En el conjunto de su obra podemos identificar una serie de elementos constantes: Personajes opuestos a la hora de afrontar la realidad; unos, activos y solidarios; otros, inactivos, angustiados, dubitativos… Con ello, busca despertar la reflexión en el espectador y obligarle a tomar partido por uno de ellos. Efecto de inmersión. La realidad se presenta tal y como la vive el personaje para que el público pueda identificarse con él. Detallismo de las acotaciones. Se describen gestos, movimientos, actitudes e incluso se detallan los efectos especiales. Dimensión simbólica en los personajes y en los recursos escénicos. La oposición luz-oscuridad es fundamental en sus obras. La luz simboliza la verdad y la ceguera las limitaciones humanas y la trágica soledad. La producción literaria de Buero puede dividirse en tres etapas:
- Primera etapa: va hasta 1957 y a ella pertenecen obras que en lo técnico se ajustan a una estética realista que el autor llamó “construcción cerrada” que consiste en un espacio escénico tradicional, concebido como reproducción de un lugar real y una progresión ordenada de la acción. Predomina en esta etapa un enfoque existencial (problemas del vivir cotidiano, violencia…).Destacan dos obras; Historia de una escalera y En la ardiente oscuridad (1950). La primera plantea la frustración de las clases humildes ante la incapacidad de mejorar debido a las circunstancias que les rodean. La clave es la escalera de una casa de vecindad por la que a lo largo de 30 años han subido y bajado tres generaciones sin poder escapar de ella. La segunda nos presenta un colegio de ciegos que viven alegres resignados a su condición hasta que llega Ignacio que, en lugar de resignarse, irá contagiando su rebeldía a los demás, hasta que uno de ellos lo mata para que la comunidad recobre la paz. - Segunda etapa: abarca todas las obras escritas hasta 1970. Buero no abandona los procedimientos escénicos de la primera época pero introduce el enfoque social. Aborda temas como la injusticia, la libertad, la tortura, siempre dentro de los límites de la censura. En cuanto a la técnica, pasa de una estructura cerrada a una abierta que implica ciertos cambios; sustitución de un espacio realista por uno múltiple, construcción compleja de la acción con rupturas en el desarrollo temporal y lo más importante, los efectos de inmersión que pretenden hacer entrar al espectador en la conciencia de los personajes, sus obsesiones, sus pensamientos. Pertenecen a esta etapa Un soñador para un pueblo, El concierto de San Ovidio, Las Meninas… De todas ellas destaca El tragaluz, donde se recrea la vida de una familia que arrastra una tragedia ocurrida al acabar la Guerra Civil: la familia quiere coger un tren a Madrid pero la aglomeración hace que solo lo consiga uno de los hijos, Vicente, que no baja del tren a pesar de la orden de su padre y lleva la comida de su hermana pequeña que acaba muriendo de hambre. Sus padres y su hermano viven en un semisótano con un tragaluz que da a la calle. La obra se centra en la oposición de quienes viven pisando a los demás (Vicente) y las víctimas (su familia). -
- Tercera etapa: se desarrolla a partir de 1970 y en ella intensifica los recursos aparecidos en la etapa anterior como los efectos de inmersión y el tratamiento no lineal del tiempo. Los contenidos sociales y políticos también se hacen más explícitos. Son de esta etapa La detonación (1977), El sueño de la razón (1970) y La Fundación (1974).
LA RENOVACIÓN DEL TEATRO A finales de la década de 1960, los dramaturgos españoles consideraron que el drama social había agotado sus posibilidades e iniciaron nuevas líneas basadas en la experimentación. Los autores del nuevo teatro inauguraron una nueva forma centrada más en la estética que en el contenido; se busca lo grotesco, lo onírico, los elementos surrealistas… Dentro de estas vertientes destacan:
Teatro experimental: cuyo máximo representante será Fernando Arrabal con un teatro basado en una violencia y erotismo extremos. Pic-Nic o El cementerio de automóviles.
Teatro vanguardista: crítica a las distintas dramaturgias de su tiempo y el planteamiento de nuevas formas escenográficas. Francisco Nieva es el máximo representante.
Teatro épico: identificado comúnmente con el alemán Bertolt Brecht, mediante una serie de procedimientos de distanciamiento (presencia de un narrador en escena, interrupción de la trama con comentarios…) busca que el espectador no se implique en la acción dramática y sea lo más crítico posible.
Teatro del absurdo:se incluyen aquí autores como Samuel Beckett que pretenden plasmar la falta de sentido de la existencia humana a través de obras sin argumento o personajes carentes de profundidad psicológica.
Teatro de la crueldad: tomó el nombre del escenógrafo francés Antonin Artaud que intentó llevar a las tablas alguno de los postulados del Surrealismo. A través de la crueldad, lo violento, lo macabro y lo desagradable, pone al espectador en contacto con las realidades ocultas del inconsciente. Teatro independiente: rechazan el espectáculo conservador mediante la elaboración de una estética particular y un intento de autofinanciación, la palabra pierde la primacía y se potencian los elementos sonoros y visuales, se dan cambios entre los actores y el público que puede participar directamente en la representación…
En España destacan compañías independientes surgidas en Cataluña como:
- Els Joglars: su nombre hace referencia al papel que en la Edad Media ejercían los juglares. A través de sus representaciones hacen crítica social mediante la ironía y la fabulación, poniendo el dedo en la llaga en todas aquellas cuestiones incómodas para el poder establecido.
- Els Comediants: teatro basado en experiencias creativas colectivas sin texto ni directores. Son una “compañía de espectáculo” donde tienen cabida la música, el circo, lo audiovisual, el diseño… Otros grupos destacados son La Fura dels Baus, TEM (Teatro Estudio de Madrid), Los Goliardos, Tábano, Teatro Circo en Galicia…
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