En Crónica de una muerte anunciada, análisis de los personajes de la obra y, en especial, de los que aparecen en este texto

Los personajes más destacados de este fragmento son Bayardo San Román, que repudia a la mujer con la que acaba de casarse, la propia Ángela, y la madre de ésta, quien la recibe de manos del marido burlado. También aparecen los gemelos Vicario, y se menciona el nombre del presunto culpable de los hechos: Santiago Nasar. Y no debemos olvidar que es el narrador, un amigo de Santiago y primo de los Vicario, quien nos está contando los hechos, gracias, en buena medida, a que Pura Vicario le había contado el episodio a su madre (“Fueron tres toques muy despacio -le contó Pura Vicario a mi madre”) y a que él mismo, muchos años después, ha entrevistado a su prima Ángela sobre lo ocurrido aquella noche (“Ya no estaba asustada”, me dijo). En cuanto a Bayardo San Román, es, junto con Santiago, una de las víctimas de la tragedia. Era un forastero, rico y apuesto, que había llegado al pueblo unos seis meses antes, buscando una mujer con la que casarse. Se había encaprichado de Ángela y había conseguido casarse con ella gracias a su dinero, con el que le fue fácil impresionar a la humilde familia de la joven. En el tiempo anterior a la boda, Bayardo hace continuamente alarde de su poder económico y se comporta con altanería: muestra de ello son episodios como el de la rifa de la ortofónica, o el de la compra de la quinta del viudo de Xius. Sin embargo, a partir de la noche de bodas, comienza su caída. Humillado al descubrir el secreto de Ángela, la devuelve a la casa de sus padres, como vemos en este texto, y, a continuación, se sumerge en una tremenda borrachera que se prolonga durante días. Abandona el pueblo rodeado de los familiares que habían acudido a buscarle y no vuelve a aparecer por allí. Ángela es una joven muy bella, criada en el seno de una familia pobre y muy tradicional. Al principio, el narrador la describe como una chica frágil, apocada. “Tu prima la boba”, le decía Santiago Nasar al referirse a ella. Sin embargo, en la noche de bodas actúa con valentía y decide no intentar ni siquiera engañar a su esposo, tal y como le habían aconsejado sus amigas. Se enfrenta a él con la verdad y está dispuesta a asumir las consecuencias, consciente de que serán trágicas. No se llega a saber si en realidad fue Santiago Nasar el causante de su deshonra, pero al acusarlo, ella lo condena a muerte. El cambio en Ángela se produce precisamente a raíz del momento en que es repudiada por Bayardo. Es durante esa noche, mientras recibe los golpes que le propina su madre, cuando se empieza a despertar en ella el sentimiento del amor. Un amor que se convertirá con el paso del tiempo en una pasión desmedida, en una obsesión, que la llevará a escribirle a Bayardo más de dos mil cartas, sin obtener de él respuesta alguna. El reencuentro entre ambos, diecisiete años después de esta boda frustrada, le concede al final de esta trágica obra cierto atisbo de esperanza. Pura Vicario, Purísima del Carmen, es la madre de Ángela. De joven había sido maestra, pero abandonó su oficio al casarse, para entregarse por completo al cuidado de su marido y de sus seis hijos. Es el prototipo de mujer muy tradicional y religiosa, que había educado a sus hijas para servir a sus futuros maridos. Por ello, ante la deshonra de Ángela solo sabe reaccionar con violencia, pues es incapaz de perdonar el comportamiento de su hija. Los gemelos Pedro y Pablo también son, en cierta medida, víctimas de las circunstancias, pues desde el momento en que su madre les explica lo sucedido ya saben que no tienen otro remedio que limpiar con sangre la honra de su familia. Y, aunque en muchos momentos den muestras evidentes de no querer hacerlo, al final “cumplirán” con su deber como hombres y le darán muerte a Santiago Nasar.