Películas románticas.

Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005) sobre el relato de Annie Proulx . Una historia de amor dramática no es nada sin los obstáculos que impiden el feliz desenlace. Las barreras vienen dadas por el obvio, absurdo y peligroso rechazo de una parte de la sociedad hacia la homosexualidad.
La trama comienza en Wyoming durante el año 1963. Alguien podría pensar que la historia que cuenta la película es el resumen de una historia de amor entre dos hombres. Y es justo todo lo contrario. Es la historia de un amor que no lo fue y que destroza la vida de los protagonistas. Porque en Brokeback Mountain (y esto sirve para la película y para los escenarios elegidos) no hay sitio para algo así. Nada puede sobrevivir al mundo, nada que no sea lo que está dentro de la rueda absurda y arrasadora de la vida estándar, tiene el más mínimo futuro. Cuenta cómo se conocen, la primera pasión, la separación eterna que sólo se anula (de vez en cuando) regresando a las montañas en las que ellos pueden dejar de fingir. Matrimonios, hijos, vidas aparentemente construidas con lo que la sociedad hipócrita y puritana reclama como decente. Una historia atroz. Y todo rodeado de una estética de vaqueros duros cercana al western que hace más lejana aún cualquier tipo de esperanza.
Tomates verdes fritos (Jon Avnet, 1991)  Evelyn, una mujer madura frustrada por su gordura y la simpleza de su marido, conoce casualmente a Ninny en una residencia de acianos. Ella le va contando la historia de la amistad entre dos mujeres (Mary Stuart Masterson y Mary-Louise Parker) y del misterioso asesinato de una de ellas.