Obra consultada : Chevalier. Diccionario
de los símbolos.
https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/79854/TFG-%20Nazaret%20Tejada%20Ben%C3%ADtez.pdf?sequence=1&isAllowed=y
https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/79854/TFG-%20Nazaret%20Tejada%20Ben%C3%ADtez.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Como hemos apuntado varias veces en el visionado de la película tenemos que tener en
cuenta que la Maléfica, protagonizada por Angelina Jolie, no se basa (en
puridad) en el popular cuento La bella durmiente del bosque. No se puede
considerar una interpretación del relato tradicional ni tampoco una versión
cinematográfica de un texto literario. Es una obra original con un
hipotexto (es la palabra culta para designar la obra u obras que están detrás
de otra nueva) reconocible, este texto es el recopilado por Perrault y los Hermanos Grimm en
sus libros. Las creadoras de Maléfica han desplegado en la obra una serie de
símbolos universales entresacadas del inconsciente colectivo (según las
teorías de C.G. Jung) muy interesantes. Al conocerlos y al asumirlos, la película adquiere otra significación y se presenta con la ambición de convertirse
en un clásico. Enumeramos los más evidentes:
1) Unas enormes
alas
2) Una visible cornamenta. Podemos añadir un tercer y cuarto sentidos simbólicos
3) El color negro y/u oscuro de estos elementos que también se llevan a la ropa de la protagonista .
4) el bastón mágico.
2) Una visible cornamenta. Podemos añadir un tercer y cuarto sentidos simbólicos
3) El color negro y/u oscuro de estos elementos que también se llevan a la ropa de la protagonista .
4) el bastón mágico.
Los símbolos del vuelo
El simbolismo de las alas, de las plumas, y en
consecuencia del vuelo, se manifiesta en diversas formas, que traen consigo
siempre la noción general de ligereza espiritual y elevación de la tierra al
cielo. […] Las alas expresarán, pues, en general una elevación hacia lo
sublime, un impulso para trascender la condición humana. Constituyen el
atributo más característico del ser divinizado y de su acceso a las regiones
uránicas. El añadir alas a ciertas figuras transforma los símbolos. Por
ejemplo, la serpiente, cuyo signo es de perversión del espíritu, se convierte,
si es alada, en símbolo de espiritualización, de divinidad.”
Las alas de Maléficae simbolizan la ascensión de Maléfica por los cielos, como si de un ángel se tratase, y encarnan el bien y lo divino en tanto que Maléfica las porta es un hada buena y protectora.
Las alas de Maléficae simbolizan la ascensión de Maléfica por los cielos, como si de un ángel se tratase, y encarnan el bien y lo divino en tanto que Maléfica las porta es un hada buena y protectora.
Los símbolos de los cuernos
En los mitos, actúan de un
modo peculiar: como corona, revistiendo de poder y de legitimidad para guiar a
quien los porta.
“El cuerno tiene el sentido primitivo de eminencia, de
elevación. Su simbolismo es el del poder. Es por otro lado, de forma general,
el de los animales que lo llevan. […] Los guerreros de diversos pueblos (y
especialmente galos) han llevado cascos de cuernos. El poder de los cuernos por
otra parte no es solamente de orden temporal: Moisés lleva cuernos, que son
rayos luminosos (así en la célebre estatua de Miguel Ángel). Simbolizan el
poder espiritual que emana de su persona, en razón de sus relaciones
particulares con Yahvéh.”
Sentido simbólico del bastón, vara o báculo
El bastón que Maléfica crea ,una vez Stephan le ha arrebatado su capacidad de vuelo. La humilde vara
convertida en báculo mágico por el poder del hada, la ayuda a “caminar” (en el
sentido simbólico del término), cuando se le ha negado el poder de volar. La Reina necesita apoyarse en algo (para
moverse por los “asuntos de la tierra”) y lo hace utilizando este bastón que
contrarresta su invalidez emocional provisional y su incapacidad para
volar.
Este símbolo está plenamente arraigado en la literatura que
puebla el inconsciente colectivo. Maléfica no lo lleva hasta que no se
convierte en general, guardiana y protectora de su mundo. Antes no lo
necesitaba puesto que era una igual entre los suyos.
“Sostén, defensa,
guía, el bastón se convierte en cetro, símbolo de soberanía, poder y mando,
tanto en el orden intelectual y espiritual como en la jerarquía social.”
EL color negro.
El negro, según los símbolos y mitos
clásicos, es el tono de la indefinición que procede al nacimiento de un orden
distinto. Y, si resumimos mucho, esa es la trama de la película: la búsqueda de
una nueva forma de entender el mundo. Como sucede en los mitos, y en los
cuentos populares, esta realidad no llega así sin más. Siempre son necesarios
luchas (a muerte) y “trabajos” de todo tipo (físicos, psicológicos y anímicos)
hasta llegar a vislumbrar la verdad que lleva a la felicidad. La cobardía queda
fuera de esta búsqueda. Únicamente el espíritu valiente y entregado es el único
que puede conseguir ese objetivo.
Y en eso está Maléfica. Pero, ¿no es la mala de la
película? Como en la vida y en el espíritu humano (aunque es un ser
mitológico), sí y no. En esencia, el hada se guía por una indestructible
fortaleza y un generoso poder. Su lado oscuro (cuando su animus armonizado
se deja invadir por la sombra perversa) llega cuando le arrebatan las alas.
Stephan, quien ella creía amigo entregado, minado por la ambición y por la
locura de una corona que no le pertenece, comete la peor de las felonías contra
Maléfica: robarle sus alas dejándola débil, herida, humillada, maltrecha y
dolorida. Stephan no solo es desleal hacia el hada, también se deja arrastrar
por su lado oscuro al preferir la promesa de un reino (que solo puede estar
envenenado porque no lo ha ganado) al triunfo del amor.
El dolor de Maléfica es de tal magnitud que toda la sencilla
bondad que en ella hay se convierte en odioso resentimiento. El hada, por
tanto, olvida su poder curativo (para ella misma y para los que cuida), al
perder (con un subterfugio deletéreo, recordemos) su capacidad para volar y,
por tanto, se le corta la posibilidad de acercarse a la inmaterialidad del
espíritu.
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