A.-Lo que hizo de la poesía de Gil de Biedma un resultado pleno
de su tiempo, no fue sólo la comprensión del papel y la conciencia del
individuo en sociedades contemporáneas, sino la distancia, el alejamiento, con
que se mira a sí mismo, a sus actos y pasado. Como si hubiese sido vigilado por
la moral, la lengua y los ojos, del Otro que nos acompaña. Ironía,
aliteraciones, desenfado, rimas internas, máscaras, asonancias, sordina,
cambios rítmicos, refracciones, parodia y desdoblamientos son las claves de su
lenguaje.
La fundamental experiencia del vivir —escribió
en El pie de la letra —
está en la ambivalencia de la identidad, en esa doble conciencia que hace que
me reconozca —simultánea o alternativamente— uno, unigénito, hijo de dios, y
uno entre otros tantos, un hijo de vecino. El juego de esas contrapuestas
dimensiones de la identidad, que sólo en momentos excepcionales logran reposar
una en otra, que incesantemente se espían y se tienden mutuas trampas, cuando
no se hallan en guerra abierta, configura decisivamente nuestra relación con
nosotros mismos y nuestras relaciones con los demás. Era ésa la experiencia,
creía yo, que debe servir como supuesto básico de todo poema contemporáneo.
Poesía de la experiencia que continuó no una tradición
«española», pero si «occidental», desde los tiempos cuando López Velarde y
Cernuda, Eliot y Manuel Machado hicieron de la ironía y la dicción coloquial
laforguiana, los instrumentos literarios de la modernidad. El orden y las
melodías de los poetas del dieciocho desaparecieron al ser arrojados de la
historia sus valores y sentido de la vida. El poeta moderno inventó nuevos
signos, descubrió otros significados para dar imagen a un mundo sin rostro, y
como remedio a su abandono, volvió sobre sí mismo, sobre lo único que posee, su
adentro, su otro yo, que ofrece a todo el mundo para salvarse con las palabras,
no sacralizadas, como uno mas entre la multitud. Poesía de la experiencia que
no imita la realidad o las ideas, sino que propone un simulacro de ellas en el
poema.
PRIMERA
PARTE (1.0 PUNTOS)
1.
Resume el contenido del texto. Si lo prefieres, puedes optar por elaborar un
esquema ordenado que ponga de relieve las ideas principales.
SEGUNDA
PARTE (2.0 PUNTOS)
2.
Redacta un comentario crítico sobre el texto, manifestando tu acuerdo o
desacuerdo con las ideas contenidas en él. Recuerda que debes elaborar un texto
propio, argumentativo, bien organizado, redactado con corrección y adecuación.
TERCERA
PARTE (7.0 PUNTOS)
4
Explica la relación de García Lorca con el teatro renovador de posguerra(1.5
puntos)
4.- Localiza el siguiente fragmento en la literatura de
posguerra. Explica las características de la literatura de ese período (1.5
puntos)
B.- Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo la maté. ¿Por qué? ¿Por qué?
Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no la
maté. Ya estaba muerta. Yo no fui. No pensar. No pensar. No pienses. No pienses
en nada. Tranquilo, estoy tranquilo. No me pasa nada. Estoy tranquilo así. Me
quedo así quieto. Estoy esperando. No tengo que pensar. No me pasa nada. Estoy
tranquilo, el tiempo pasa y yo estoy tranquilo porque no pienso en nada. Es
cuestión de aprender a no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de
hacer que tú quieras hacer porque tu libertad sigue existiendo también ahora.
Eres un ser libre para dibujar cualquier dibujo o bien para hacer una raya cada
día que vaya pasando como han hecho otros, y cada siete días una raya más
larga, porque eres libre de hacer las rayas todo lo largas que quieras y nadie
te lo puede impedir.
Tiempo de silencio
5.
Explica, a partir del fragmento siguiente , el género teatral al que pertenece,
el autor del texto y su situación en el conjunto de su obra dramática: (1.5
puntos)
REZO LATINO DEL SACRISTÁN Qui sine peccato est vestrum, primus
in illan lapidem mittat.
El sacristán entrega a la desnuda la vela apagada y de la mano
la conduce a través del atrio, sobre las losas sepulcrales... ¡Milagro del
latín! Una emoción religiosa y litúrgica conmueve las conciencias y cambia el
sangriento resplandor de los rostros. Las viejas almas infantiles respiran un
aroma de vida eterna. No falta quien se esquive con sobresalto y quien aconseje
cordura. Las palabras latinas, con su temblor enigmático y litúrgico, vuelan
del cielo de los milagros.
SERENÍN DE BRETAL
¡Apartémonos de esta danza!
QUINTÍN PINTADO También me voy, que tengo
sin guardas el ganado.
MILÓN DE LA ARNOYA ¿Y si esto nos trae
andar en justicias ?
SERENÍN DE BRETAL
No trae nada.
MILÓN DE LA ARNOYA
¿Y si trujese?
SERENÍN DE BRETAL ¡Sellar la boca para los
civiles, y aguantar mancuerda!
Los oros del poniente flotan sobre la quintana. MARI-GAILA,
armoniosa y desnuda, pisando descalza sobre las piedras sepulcrales, percibe el
ritmo de la vida bajo un velo de lágrimas. Al penetrar en la sombra del
pórtico, la enorme cabeza del idiota, coronada de camelias, se le aparece como
una cabeza de ángel. Conducida de la mano del marido, la mujer adúltera se
acoge al asilo de la iglesia, circundada del áureo y religioso prestigio, que
en aquel mundo milagrero, de almas rudas, intuye el latín ignoto de las DIVINAS
PALABRAS
6.
Sitúa los poemas en la trayectoria poética de su autor. Explica tu
localización: (3.0 puntos)
A.- Si he perdido la
vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he
perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el
hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he
segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para
ver el rostro
puro y terrible de mi
patria,
Si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero
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Tristes
armas
si no son las palabras. Tristes, tristes.
Tristes
hombres
si no mueren de amores. Tristes, tristes. |
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