2.-
Uno de los rasgos más destacables del narrador realista es el empleo de la
ironía( rasgo que proviene del narrador de El
Quijote) explica las ironías de los siguientes textos.
(1 punto)
A .- En el populoso barrio de Chamberí, más cerca del
Depósito de Aguas que de Cuatro Caminos, vivía, no ha muchos años, un hidalgo
de buena estampa y nombre peregrino; no aposentado en casa solariega, pues por
allí no las hubo nunca, sino en plebeyo cuarto de alquiler de los baratitos,
con ruidoso vecindario de taberna, merendero, cabrería y estrecho patio
interior de habitaciones numeradas. La primera vez que tuve conocimiento de tal
personaje y pude observar su catadura militar de antiguo cuño, algo así como
una reminiscencia pictórica de los tercios viejos de Flandes, dijéronme que se
llamaba don Lope de Sosa, nombre que trasciende al polvo de los teatros o a
romance de los que traen los librillos de retórica; y, en efecto, nombrábanle
así algunos amigos maleantes; pero él respondía por don Lope Garrido.
Benito Pérez
Galdós: Tristana, Alianza
B.- Si no fuera por ese privilegio maravilloso y
descomunal que se ha otorgado a los novelistas para describir lo más recóndito,
leer lo que aún no está escrito, y hasta hablar de lo que no entiendes una
jota, apuradillo me viera yo en este instante para describir el lugar de la
escena con que doy comienzo a la presente historia. Tan oscura es la noche, tan
deshecha la tempestad, tan profunda y angosta la hoz en cuyo esófago mismo
hemos de penetrar para ver lo que allí pasa.
José María de
Pereda: De tal palo, tal astilla, Cátedra
Jacinta se había quitado el sombrero y el abrigo. Juanito la
sentó sobre sus rodillas y empezó a saltarla como a los niños cuando se les
hace el caballo. Y dale con la tarabilla1 de que él era esclavo de su deber, y
de que lo primero de todo es la familia. El trote largo en que la llevaba su
marido empezó a molestar a Jacinta, que se desmontó y se fue a la silla en que
antes estaba. Él entonces se puso a dar paseos rápidos por la habitación.
—Mi mayor gusto es estar al lado de mi adorada nena —decía sin mirarla—. Te amo con
delirio, como se dice en los dramas. Bendita sea mi madrecita… que me casó
contigo…
Hincósele delante y le besó las manos. Jacinta le observaba
con atención recelosa, sin pestañear, queriendo reírse y sin poderlo conseguir.
Santa Cruz tomó un tono muy plañidero para decirle:
—¡Y yo tan estúpido que no conocí tu mérito! ¡Yo que te
estaba mirando todos los días, como mira el burro la flor sin atreverse a
comérsela! ¡Y me comí el cardo!… ¡Oh!, perdón, perdón… Estaba ciego,
encanallado2;
era yo muy cañí… esto quiere decir gitano, vida mía. El vicio y la grosería
habían puesto una costra en mi corazón… llamémosle garlochín3… Jacintilla, no me mires así. Esto que
te digo es la pura verdad. Si te miento, que me quede muerto ahora mismo. Todas
mis faltas las veo claras esta noche. No sé lo que me pasa; estoy como
inspirado… tengo más espíritu, créetelo… te quiero más, cielo, paloma, y te voy
a hacer un altar de oro para adorarte.
Benito
Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta, Cátedra
1tarabilla ►tropel de palabras dichas deprisa y sin orden ni concierto; 2encanallar ►corromper,
envilecer; 3galocho ►de
mala vida.
3.-En el personaje de Juanito Santa Cruz, critica, Galdós ,
al Tenorio. Realiza una comparativa entre ambos personajes enfrentando el texto
anterior de Fortuna y Jacinta con tu
lectura de Don Juan Tenorio. (1,5
puntos)
3.- Las Rimas de
Bécquer son, aún hoy, uno de los poemarios más leídos de la literatura escrita
en castellano. Uno de los recursos más empleados por el autor en él es el
epíteto. Comenta los efectos que
consigue Bécquer con el empleo de este recurso en el siguiente poema: (1 punto)
Cendal
flotante de leve bruma,
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro
de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz, 5
eso eres tú. […]
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro
de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz, 5
eso eres tú. […]
En mar sin
playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento, 10
ansia perpetua de algo mejor,
eso soy yo.
en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento, 10
ansia perpetua de algo mejor,
eso soy yo.
Gustavo Adolfo Bécquer:
Rimas, Castalia
Rimas, Castalia
4.- Relaciona
con El Neoclasicismo el siguiente texto de Cadalso: (1,5 puntos)
Estas
cartas tratan del carácter nacional, cual lo es en el día y cual lo ha sido.
Para manejar esta crítica al gusto de algunos, sería preciso ajar1
la nación, llenarla de improperios2 y no hallar en ella cosa alguna de
mediano mérito. Para complacer a otros, sería igualmente necesario alabar todo
lo que nos ofrece el examen de su genio, y ensalzar todo lo que en sí es
reprensible. Cualquiera de estos dos sistemas que se siguiese en las Cartas marruecas tendría gran número de
apasionados; y a costa de mal conceptuarse con unos, el autor se hubiera
congraciado con otros. Pero en la imparcialidad que reina en ellas, es
indispensable contraer el odio de ambas parcialidades. Es verdad que este justo
medio es el que debe procurar seguir un hombre que quiera hacer algún uso de su
razón; pero es también el de hacerse sospechoso a los preocupados de ambos
extremos. Por ejemplo, un español de los que llaman rancios irá perdiendo parte
de su gravedad, y casi casi llegará a sonreírse cuando lea alguna especie de
sátira contra el amor a la novedad; pero cuando llegue al párrafo siguiente y
vea que el autor de la carta alaba en la novedad alguna cosa útil, que no conocieron
los antiguos, tirará el libro al brasero y exclamará: ¡Jesús, María y José!,
este hombre es traidor a su patria. Por la contraria, cuando uno de estos que
se avergüenzan de haber nacido de este lado de los Pirineos vaya leyendo un
panegírico3
de muchas cosas buenas que podemos haber contraído de los extranjeros, dará sin
duda mil besos a tan agradables páginas; pero si tiene la paciencia de leer
pocos renglones más, y llega a alguna reflexión sobre lo sensible que es la
pérdida de alguna parte apreciable de nuestro antiguo carácter, arrojará el
libro a la chimenea y dirá a su ayuda de cámara: esto es absurdo, ridículo,
impertinente, abominable y pitoyable4.
En
consecuencia de esto, si yo, pobre editor de esta crítica, me presento en
cualquiera casa de una de estas dos órdenes, aunque me reciban con algún buen
modo, no podrán quitarme que yo me diga, según las circunstancias: en este
instante están diciendo entre sí: este hombre es un mal español; o bien: este
hombre es un bárbaro. Pero mi amor propio me consolará (como suele en muchos
otros casos), y me diré a mí mismo: yo no soy más que un hombre de bien, que he
dado a luz un papel, que me ha parecido muy imparcial, sobre el asunto más
delicado que hay en el mundo, cual es la crítica de una nación.
José Cadalso: Cartas marruecas, Cátedra
5.- Realiza un
esquema de la lírica del Romanticismo ( 2 puntos)
6.- Propón tres
preguntas, estructuradas, sobre la materia que venía para examen. Desarrolla
una de ellas. ( 2 puntos)
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