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En palabras de Maruja Mallo, una de las integrantes, "un día se nos ocurrió a Federico, a Dalí, a Margarita Manso y a mí quitarnos el sombrero porque decíamos que parecía que estábamos congestionando las ideas y, atravesando la Puerta del Sol, nos apedrearon llamándonos de todo".´
Margarita Manso, Maruja Mallo, Ángeles Santos, Concha Méndez, Marga Gil Roesset, María Zambrano, María Teresa León, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcin y Josefina de la Torre. Diez personas insultadas que se sentían independientes y libres y a los que ocultamos detrás de sus coetáneos. Vivieron con frenesí esas décadas en la que el rol empezaba a cambiar, se aliaron con las chicas del 14, crearon como artistas sin género y tuvieron que exiliarse para seguir luchando, para seguir pensando.
"Salían en las fotos de la Generación del 27, pero no en los pies de foto explicativos. Sus obras, en cualquiera de las disciplinas que escogieron, rezumaban independencia y libertad. Pero igual que ellos volvieron del exilio como héroes , ellas se encontraron con el más profundo de los olvidos. No eran nadie".
"El ejemplo de que no eran mujeres de sino mujeres que. Se la ha conocido por ser la mujer de Alberti pero se fue por el mundo luchando contra el fascismo. Pero el exilio pasó a ser la cola de la cometa para reivindicar a su compañero y lo hace porque entiende que para culminar su proyecto de vida tiene que dar un paso hacia atrás Tiene que hablar a través de Rafael".
María Teresa León . "Al llegar el franquismo, recorrió el mundo luchando contra el fascismo.. «Una patria Señor, una patria pequeña, como un patio o una grieta en un muro muy sólido. Una patria para reemplazar a la que me arrancaron del alma de un sólo tirón».
Otras, con algo más de suerte, no tuvieron que desprenderse de la primera persona del singular. Concha Méndez, la mujer sin fronteras, vivió viajando y escribiendo. "Poeta y dramaturga, es el fiel reflejo de la libertad. Rompió con todo para poder ser ella misma. Murió en el exilio, en México, aunque ya había acabado la dictadura". También Mallo, la gran Maruja, la gran pintora. Para Balló, "consigue ser reconocida por su obra sin tener en cuenta su género, algo que hasta entonces era inaudito". Fue la primera y la única durante años.
Josefina de la Torre permaneció en España tras las Guerra Civil, llevando a cabo una enorme labor, siendo uno de los iconos femeninos de las vanguardias españolas en lo que se refiere a la participación en la vida cultural e intelectual. Artista multidisciplinar, dobladora de Marlene Dietrich, con veinte años escribió Poemas de la isla (1930), libro que la sitúa en la órbita literaria española.
Rosa Chacel escribió obras como Teresa (1941), con un mensaje muy claro sobre el papel de la mujer y su capacidad para transformar un estado social y una escala de valores determinados. Para liberar a la mujer en su esfera íntima y en su papel social. Desde muy joven, junto a María Zambrano, se convirtió en seguidora de Ortega y Gasset. Novelista, poeta, ensayista, con la llegada de la Transición y los cambios que se dan en las esferas literarias y culturales del país se produce un redescubrimiento de Rosa Chacel y se empieza a valorar su obra. En 1976 recibió el Premio de la Crítica por Barrio de Maravillas, en 1987 el Premio Nacional de las Letras y en 1993 la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes.
Las orquídeas A Marisa He venido al país de las orquídeas, esas flores del triunfo, parásitos de las mujeres elegidas. Su polen vuela al hombro de esas que vienen con cinturas jóvenes y hacia sus pies la América tiende sus manos blandas, de ésas cuyo perfume llega al mato, llamando a la pantera, hermana suya, que les presta sus pieles. Pero yo vine por un mar que una mitad era de sangre y otra, sin esperanza, quisiera ser de olvido, y a mi llegada no acudieron en ligeras vitrinas encintadas. No me asaltaron al llegar: su polen no sabía mi nombre. Tampoco en manos mercenarias llegaron a subir mis doce pisos, tampoco se dejaron cautivar en los mercados ni en las florerías. Tampoco el mundo, ese artefacto referencial, las puso en el correo en fechas onomásticas… He venido al país de las orquídeas y hoy ya le digo adiós, yendo hacia el puerto. ¡Adiós!… ¿Quién sabe cuándo?… * La culpa La culpa se levanta al caer de la tarde, la oscuridad la alumbra, el ocaso es su aurora… Se empieza a oír la sombra desde lejos cuando el cielo está limpio aún sobre los árboles como una pampa verdeazul, intacta, y el silencio recorre los quietos laberintos de arrayanes. Llegará el sueño: alerta está el insomnio. Antes que caiga la cortina oscura, gritad al menos, hombres, como el pavón metálico que grazna su lamento desgarrado en la rama de la araucaria. Gritad con voces múltiples, piad entre la enredadera, entre las hiedras y rosales trepadores. Buscad refugio en las glicinas con los gorriones y zorzales porque avanza la onda de la noche y su ausencia de luz, y su implacable huésped de suaves pasos, el peligro… * En un corsé de cálidas entrañas... A Paz González En un corsé de cálidas entrañas duerme una estrella, pasionaria o rosa, y allí la casta Ester, la misteriosa Cleopatra y otras cien reinas extrañas con fieros gestos e indecibles mañas anidan entre hiedra rumorosa. Allí hierve el rubí que no reposa, pulsan sus arpas mélicas arañas. Allí en el cáliz de la noche umbría sus perlas vierte el ruiseñor oscuro. Allí sestea el fiel león del día. En su escondido sésamo seguro custodia el grifo de la fantasía de hirviente manantial el fuego puro. Ernestina de Champourcín (Vitoria, 1905-Madrid, 1999). Recibió una esmerada educación. Alrededor de los 10 años, se traslada a Madrid. Su deseo de estudiar en la Universidad se vio truncado debido en parte a la oposición de su padre, pese al apoyo de su madre, dispuesta a acompañarla a las clases, para cumplir con la norma existente para las mujeres menores de edad. A pesar de ello, trabajó como traductora. Escribe poesía desde muy joven, y considera la figura de Juan Ramón Jiménez como su maestro. Entre sus obras se encuentran En silencio . (1926), Cántico inútil (1936), Poemas del ser y del estar . Madrid, Alfaguara, 1972 o la Antología poética publicada por Torremozas en 1988, entre muchas otras. Además, muchas son traducciones que llevan su firma. Tradujo a los británicos Elizabeth Barrett Browning y William Golding, la antología Obra escogida de Emily Dickinson (1946) y los Cuentos de Edgar Allan Poe (1971). Del filósofo francés Gaston Bachelard, tradujo El aire y los sueños (1943); y del historiador y pensador rumano Mircea Eliade: El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis (1951).
http://www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2014/06/Ochenta-poemas-de-la-Generaci%C3%B3n-del-27-para-trabajar-en-clases-de-primaria.pdf
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