Reto de los caballeros zamoranos”
Palabras
de gran soberbia
entre los dos van hablando:
que se matarán con tres,
lo mesmo harán con cuatro,
y si cinco les saliesen, 5
que no les huirían el campo,
con tal que no fuesen primos,
ni menos fuesen hermanos,
ni de la casa del Cid,
ni de sus paniaguados,
ni de las tiendas del rey,
ni de sus leales vasallos;
de todos los otros que haya,
salgan los más esforzados.
entre los dos van hablando:
que se matarán con tres,
lo mesmo harán con cuatro,
y si cinco les saliesen, 5
que no les huirían el campo,
con tal que no fuesen primos,
ni menos fuesen hermanos,
ni de la casa del Cid,
ni de sus paniaguados,
ni de las tiendas del rey,
ni de sus leales vasallos;
de todos los otros que haya,
salgan los más esforzados.
Romancero
viejo, Cátedra
Almanzor fue con él [con Gonzalo Gustios] al
palacio donde estaban las cabezas en la sábana. Y en cuanto las vio Gonzalo
Gustios y las conoció, tuvo tan gran pesar por ello que al punto cayó por
muerto en tierra; y desde que volvió en sí, comenzó a llorar tan fieramente
sobre ellas que era algo maravilloso de ver. Dijo a Almanzor: “Estas cabezas
conozco yo muy bien, porque son las siete de mis hijos los infantes de Salas, y
esta otra es la de Munio Salido, su ayo, el que los crió”. En cuanto hubo dicho
esto, comenzó a hacer su duelo y su llanto tan grande sobre ellos que no había
quien lo viese que se pudiese resistir y no llorar. Y volvía a tomar las
cabezas una a una, y decía y contaba de los infantes todos los buenos hechos
que hicieron.
Anónimo: Cantar de
los Siete Infantes de Lara, (adaptación)
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