Caballeros 1

lunes, 4 de abril de 2016

Agustín Cuzzani lee a Shakespeare.


El Texto  de Cuzzani, Una libra de carne ,en el siguiente enlace.
http://www.inteatro.gov.ar/editorial/librosPDF/Una_libra_de_carne.pdf


El texto de Shakespeare, El mercader de Venecia; en el siguiente enlace.
http://biblioteca.org.ar/libros/132571.pdf

                                                        
Agustín Cuzzani, de profesión abogado, argentino, dejó varios títulos con una temática que se mantiene vigente en cualquier país del mundo que nos rodea.
Creador de “la farsátira” nos conmueve su humor burlón e inteligente, que busca satirizar al poder, hablarnos de la libertad individual, de la justicia social, denunciando los abusos de un sistema opresor y la incapacidad del poder institucional del Estado. Su fórmula es la de colocar a un personaje fácilmente reconocible, un hombre común atrapado en una situación social absurda, caricaturizada al extremo, plasmando la tensión entre el hombre y lo social.
Con escenas simultáneas, en multiplicidad de espacios y profusión de personajes secundarios, Cuzzani no le puso límites a su teatro, en él encontramos secuencias fílmicas, pantomima, cantos corales, actores sentados junto al público, empujando al espectador a estar “dentro” de lo que sucede, buscando muchas veces el efecto sorpresa.
   En Una libra de carne se permitió tomar el tema del “Mercader de Venecia” trasladar la anécdota a nuestra cotidianeidad moderna y ridiculizar al sistema judicial argentino y por extensión los occidentales.
    El mismo Cuzzani define así la Farsátira:
"...generalmente se parte de una propuesta voluntariamente exagerada hasta casi el absurdo, con relación a la situación del protagonista. Esta situación insólita se tramita en un medio ambiente realista, natural y del choque entre ambas "realidades" surge gran parte del humor y la intriga sobre cómo aquietar finalmente la tensión creada. Otra de las modalidades es el tratamiento multitudinario de personajes accidentales, coros, simultaneidades escénicas o tratamiento cinematográfico de cortes directos entre situaciones. Influyó, seguramente, en esto mi gusto operístico que proviene de mi infancia transcurrida en el mágico decorado sonoro de las óperas italianas. Y algo, también, en una atroz facilidad para el verso rimado y coral que brota a cada paso en las obras. Lo ultimo mencionable quizá fuera mi devoción por el sonido del idioma, la reverencia a los estilos nobles y clásicos, castellanos, shakesperianos, de antiguas redacciones bíblicas y a no dudarlo por los juegos de palabras y giros que aprendí desde chico en las comedias de Pedro Muñoz Seca, en los versos de Vital Aza, y más atrás en las burlas del Arcipreste de Hita o de Quevedo".

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