Caballeros 1

miércoles, 7 de enero de 2015

Un micro de Patricia Estebanez Earles.

LA NIÑA SIN CABEZA
La niña sin cabeza posa como le dice el fotógrafo, muy quieta hasta que sale el dichoso pajarito y se marcha volando. Intenta sonreír, o imaginar qué es una sonrisa, para que su madre no se enfade porque la foto sale mal, con ella tan seria, una niña de funeral vestida de negro y con sonrisa falsa de niña sin cabeza. La niña sin cabeza se preocupa por las mismas cosas que todo el mundo. La inquieta pensar que llegará a clase despeinada por el viento, hasta ...que recuerda que que es solo una fantasía suya lo de la trenza cobriza, idéntica a la de la niña que se sienta delante, o que ella imagina que se sienta delante. La niña sin cabeza llora, porque es muy triste no poder confiar siquiera en la esperanza de un pelito corto de huérfana piojosa, que acabará creciendo en primavera, cuando se mueran las liendres. Pero entonces se da cuenta de que no tiene ojos, ni lágrimas de compasión que llorar por ella misma. Y acelera el paso, porque si se retrasa las monjas no la dejaran entrar, y no le servirá de nada la excusa de que no tiene cabeza, y cruza las calles sin mirar si vienen coches, sin llegar a comprender jamás la pequeña suerte de los de su especie.

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