Caballeros 1

jueves, 1 de noviembre de 2012

Realismo y Naturalismo.

Trabajando Realismo y Naturalismo en Doña Emilia Pardo Bazán; AQUÍ y AQÜÍ
Un día recordé que aquellas mujeres, morenas, fuertes, de aire resuelto, habían sido las más ardientes sectarias de la idea federal en los años revolucionarios, y pareciome curioso estudiar el desarrollo de una creencia política en un cerebro de hembra, a la vez católica y demagoga, sencilla por naturaleza y empujada al mal por la fatalidad de la vida fabril. De este pensamiento nació mi tercera novela, La Tribuna.


(III, 725)
El verdadero infierno social a que puede bajar el novelista, Dante moderno que escribe cantos de la comedia humana, es la fábrica, y el más condenado de los condenados, ese ser convertido en rueda, en cilindro, en autómata.


(III, 725)


Hubo en cada taller una o dos lectoras; les abonaban sus compañeras el tiempo perdido, y adelante. Amparo fue de las más apreciadas por el sentido que daba a la lectura; tenía ya el hábito de leer, habiéndolo practicado en la barbería tantas veces [...].


(II, 123)
Acostumbrábase a pensar en estilo de artículo de fondo y a hablar lo mismo: acudían a sus labios los giros trillados, los lugares comunes de la prensa diaria, y con ellos aderezaba y componía su lenguaje. Iba adquiriendo gran soltura en el hablar; [...] Ello es que Amparo iba teniendo un pico de oro; [...] El taller entero se embelesaba escuchándola [...].
(II, 124)
Cuando pasaba Amparo, que iba una de las primeras, al lado del rojo estandarte, era un fuego graneado de piropos... Es que la muchacha se lo merecía todo; la luz del blandón descubría su rostro animado, encendía sus ojos rechispeantes y mostraba la crespa melena, ... flotando en caprichosas roscas por su frente, hombros y cuello...
[...] en tan crítica ocasión no se desmintió la solidaridad de la fábrica... y las imprecaciones fueron contra el eterno enemigo: el hombre. ¡Estos malditos de Dios, recondenados, que sólo están para echar a perder a las muchachas buenas! ¡Ay, si alguien se portase así con sus hermanas, con sus hijitas, quién los oiría y quién los vería abalanzarse como perros! ¿Por qué no se establecía una ley para eso, caramba?... ¡Sólo que ya se ve; la justicia la hay de dos maneras: una a rajatabla para los pobres, y otra de manga ancha, muy complaciente, para los ricos!


(II, 181)



4 comentarios:

  1. Características del naturalismo:

    Describe las historias con una minuciosidad excesiva. Describe demasiado las escenas.

    Busca una impresión del lector.

    Al leerlo puede causar una impresión desagradable.

    Es también un documento de época.

    Las historias se desarrollan en ambientes rurales.

    Desaparece el narrador omnisciente, para la aparición del cacique.

    El cacique es el mandamás en este caso.

    El cacique hace sufrir a los habitantes.

    El naturalismo se basa en Charles Darwin y su teoría de la evolución que dice que el más fuerte es el que sale adelante.

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  2. La Condesa de Pardo Bazán fue la introductora y figura más destacada del naturalismo en España, movimiento cuyo ideario y estética defendió en sus artículos.

    La influencia del realismo galdosiano y los novelistas franceses (Zola) serán decisivos en su narrativa. El realismo de su obra tuvo gran influencia en la literatura nacional. Escribió el manifiesto del naturalismo español en su La cuestión palpitante 1883), una colección de artículos en los que trata de explicar su posición ante el naturalismo. Este manifiesto provocó un gran escándalo. Por un lado, abraza sin complejos le estética naturalista, por otro se aparta del determinismo característico de la obra de Zola, pues su catolicismo debía llevarla por otros caminos. Aunque le interesaba el nuevo modo de novelar de la literatura francesa y se sentía atraída por la nueva moda naturalista, también seguía vinculada a la literatura hagiográfica y erudita.

    Pardo Bazán, al igual que Galdós, acentuó siempre la conexión del naturalismo de la escuela francesa con la tradición realista española. Esto le permitía a la Pardo Bazán seguir con su ideario conservador y católico del que nunca abominó, por más que admitiera las bases ideológicas del determinismo social y darwinista. Las novelas de la Pardo Bazán de la década de 1986 son las que más se acercan al naturalismo.

    Los estudios de crítica literaria de la Pardo Bazán revelan un conocimiento de la literatura tanto española como extranjera muy superior al de su tiempo.

    “A la Pardo Bazán podrá faltarle la fina pulcritud de Valera, pero es indudable que supera al de los otros novelistas de la época en colorido y plasticidad. Si comparamos a Fernán Caballero con la Pardo Bazán, quedan de relieve enormes diferencias. Las dos eran católicas y las dos se sintieron atraídas por el costumbrismo regional de tipo realista –Andalucía, Galicia–; pero si aquélla se inclinaba hacia la literatura moralizadora, ésta, aun afirmando que «no hay más moral que la moral católica», declarará que «no es mérito ni demérito de una obra el no ruborizar a las señoritas»; y si en aquélla se advierte un sentido de idealización posromántica, en ésta la influencia del naturalismo dará lugar a una visión de la realidad en la que la influencia del naturalismo dará lugar a una visión de la realidad en la que no se disimulan los más crudos aspectos. Frente al delicado y blando sentimentalismo de Fernán Caballero, el arte cálido y vital de la Pardo Bazán destaca por su audaz y viril ene

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  3. Sobre armas de doble filo sabe mucho doña Emilia Pardo Bazán, puesto que la que fue durante mucho tiempo su gran arma –ser la gran adalid del naturalismo en España y que actuó como mecanismo creador de un espacio propio– se ha acabado convirtiendo en un inconveniente para su difusión más allá de esa frontera interior a la historiografía literaria. En el panorama dibujado por ésta tenía un lugar muy claro: doña Emilia era la escritora naturalista española y además su gran teórica (cuestión que convendría en todo caso revisar, porque “Clarín” no le fue a la zaga, ni mucho menos, y en punto de originalidad la superó casi siempre). Doña Emilia se benefició además en los años setenta de un momento de auge de las proyecciones de la teoría sobre la escritura novelística, ya que sus obras fueron leídas como ejemplo de la teoría expuesta en La cuestión palpitante, conjunto de artículos teóricos e histórico-literarios sobre la novela francesa, inglesa y española publicados en el periódico La Época, pero que editados en forma de libro conocieron incluso una temprana edición francesa, y elogios nada menos que de Émile Zola, el gran preboste de la corriente literaria que doña Emilia historiaba y promovía.

    Pero, puesto que he hablado de doble filo, la poderosa arma de la clasificación de sus obras como «naturalistas», como ejemplos de un movimiento restringido a un ámbito cultural muy efímero, ha sido a la larga una losa que pesa poderosa hasta ocultar su verdadera dimensión: la de una escritora muy variada, profundamente contradictoria, y que sólo una mirada estrecha puede encerrar en las dimensiones de una escritura programática de tal movimiento. Considero que ha llegado el momento de leer Insolación, Los pazos de Ulloa, La Madre Naturaleza como novelas que deben sostenerse, y creo que se sostienen, por una escritura palpitante, y no por la «cuestión» teórica que a doña Emilia le pareció palpitante en su tiempo, pero que se refugia hoy tan sólo en los manuales. Sacar a la Pardo Bazán del recinto académico y ofrecerla como escritora enfrentada a cuestiones vitales y dotada de un estilo muy particularmente sensual puede ser una manera de descubrirla. Si la lee sin las gafas de la cultura tópica de escuela, no quedará el lector decepcionado.



    ABC Cultural, 12 de mayo de 2001





    Doña Emilia, la adelantada
    Mª ÁNGELES CABRÉ

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  4. Creo que esta pagina esta muy bien creada y que las cosas que dicen aqui nos van a serbir de mucha ayuda para todos los adolecentes que entren a esta web.Gracias por haber creado esta pagina.

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