Caballeros 1

miércoles, 30 de mayo de 2012

Lilith

   En los retratos más habituales de Lilith destaca su voz, profunda e insinuante, su mirada, fría y cruel, su desdén, su ironía, y hasta su ira, su enigmática sonrisa (el referente es la inquietante y ambigua "Gioconda" de Leonardo da Vinci), o su sádica risa, la palidez de su rostro (donde destaca una boca singularmente roja que evoca la sangre). Se halla a menudo envuelta en rosas sensuales, cubierta de perfumes y joyas, y rodeada de una decoración suntuosa y bizantina, exuberante como ella misma: es una diosa. Pero por encima de todo destaca por su movimiento (por contraste con el estatismo de las representaciones de la "femme fragile"), por lo que a menudo se combina su representación con la imagen de la serpiente, el fuego o la danza. " Ante el ídolo de la "femme fatale", el hombre se representa en el fin de siglo como un joven inexperto, invirtiéndose la relación tradicional hombre, mujer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario