Caballeros 1

jueves, 13 de enero de 2011

Eros garcilasiano.

En estos versos, Garcilaso expone el sufrimiento de un pastor a causa de la muerte de su amada. El hecho de que el enamorado sea un pastor depende simplemente del género del poema, la égloga, género en el que los protagonistas son pastores que cantan sus lances de amor fustrados. El oficio de pastor es una convención, un disfraz, que permite al poeta ambientar en un marco natural de armoniosa belleza, a imitación de la poesía grecolatina, los sentimientos amorosos. Pero este oficio no provoca ninguna variante en la expresión del amor, porque el pastor resulta ser un enamorado igual en todo a los enamorados de los otros poemas de Garcilaso que no están protagonizados por pastores.
La razón se halla en que lo esencial, en la poesía del Renacimiento, es expresar el amor, mientras que suele ser indiferente quién expresa ese amor. El tipo de amor, su casuística, permanece inalterable de un poema a otro, pese a que sean diferentes el enamorado y la amada protagonistas de cada poema.
Si el amor no varía de un género de poesía a otro, aunque cambie el sujeto enamorado, es posible deducir que al final, en cierto modo, todos los personajes revelan un mismo y único sentimiento, el de Garcilaso. Por este motivo, ese amor se declararía casi siempre en primera persona, como se aprecia en los versos que ahora se comentan: “desta manera suelto yo la rienda”. Esta suposición la defienden todavía muchos críticos que relacionan el amor de los poemas de Garcilaso con el amor por Isabel Freire .

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