Caballeros 1

domingo, 3 de octubre de 2010

Ted & Plath

Señalar la novedad es mucho más sencillo que acotarla con palabras esclarecedoras, pero antes de que el lector que empiece a hacerse sus propias preguntas señalaremos que en este libro se habla de la vida íntima cómo sólo puede rozarla el arte, pensándola con la imaginación. Que a veces no es sencillo separar la voz de la esposa de la voz de la amante. Que a veces se filtra algo parecido a la luz pero cabe desconfiar que sólo sean imitaciones. Que el miedo puede crecer como el desorden en una casa pequeña. Que algunas esposas prefieren al dolor como marido. Que este prólogo pasa demasiado de puntillas sobre la figura de Assia Wevill. Que la gente con labios finos codician poseer para destrozar y que una mandíbula puede ser un presagio. Que un tren puede detenerse en una vía como un augurio. Que existe una palabra para los que se quedaron sin padres pero es probable que no exista otra para los que se quedan sin hijos. Que los poemas felices suelen ser también poemas difíciles. Que aquí no hay perros royendo el cadáver de una madre porque Hughes y Plath van, página a página, desprendiéndose de Hughes y Plath, para convertirse en Sylvia y Ted, el detalle estilizadísimo de la ruina de un matrimonio, de cualquier pareja.”
Gonzalo Torné
http://sarmientobiblioteca.blogspot.com/search?q=Ted

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