https://es.scribd.com/doc/114415583/Angelica-Liddell-La-Falsa-Suicida
Una suicida que, al lanzarse por una ventana, cae sobre un hombre al que deja inválido. Aquel hecho cambiará la vida de ambos, que no se vuelven a ver hasta mucho tiempo después.
Al reencontrarse, los dos se esconderán bajo nuevas identidades: las de dos personajes del Hamlet de Shakespeare: Ofèlia y Horacio. Ella trabaja en un peep show en el cual la visita a menudo un Horacio solitario que pasea las secuelas del accidente que sufrió debido al intento de suicidio de Ofèlia y se tortura ejerciendo un voyeurismo enfermizo donde se entrecruzan el amor incondicional y el odio más radical.
Entre otras muchas cosas, el teatro de Liddell es lectura teatral, por su obra pasean todos los clásicos. Hemos visto como Shakespeare había construido a Hamlet a partir de su carácter melancólico. La melancolía de Hamlet se ha atribuido desde antiguo al temperamento del genio creador y del visionario en la cultura occidental. A Ofelia, sin embargo, se le han diagnosticado patologías diversas, la mayoría de ellas ligadas a su frágil naturaleza y el fracaso de su relación amorosa. A partir del mito shakesperiano, Angélica Liddell investiga la idea de melancolía, cuestionando este dualismo de la lucidez masculina y el cliché de la melancolía amorosa femenina y llevándolo al extremo, hasta despedazarlo.
Como estamos viendo su teatro se desmarca de la dramaturgia convencional y apuesta por una dialéctica imposible y producciones que se encuentran entre la crítica social, el expresionismo más incisivo e, incluso, la escatología. La búsqueda de significado a través del dolor y la subversión se utilizan en sus obras para mostrar los aspectos más oscuros de la realidad y la contemporaneidad. Violencia, sexo, muerte, poder y locura para mostrar los mitos antiguos y modernos, temática recurrente en sus textos.
Liddell hace visible la perversidad de las relaciones de poder, al tiempo que reivindica el carácter político de lo personal y lo privado. Así se advierte al analizar su obra teatral La Falsa Suicida, cuyos motivos guardan cierta continuidad con otras obras como Dolorosa y La casa de la fuerza, además de con distintos autorretratos fotográficos en los que cita al personaje de Ofelia.
OFELIA: Las mujeres desnudas somos como los muertos, nadie puede dejar de mirarnos.
HORACIO: Y yo matando gatos por tu culpa. El hombre del saco, el que ahoga animalitos en la piscina de tu rascacielos.
Una mujer cayendo al vacío y un hombre que la salva extendiendo sus brazos. Desde entonces ella se exhibe en un peep-show. Y él, tullido, sobrevive matando gatos en las piscinas.
JUEGAN AL HAMLET: "Si a ti te llaman Ofelia yo me llamaré Horacio" Se disfrazan con la letra de un destino irrevocable, es decir, escrito. El Hamlet como fetiche. El Hamlet como manual de muerte. Roban nombres y roban palabras. Son ladrones de frases famosas, delinquen, y el robo les convierte en seres distintos, desgraciados y sabios. Se abandonan al poder de un texto peligroso, de igual manera que se abandonarían a la idea de Dios. Si hubieran jugado a otra cosa, a otros diálogos, a otra trascendencia, si se hubieran puesto otros nombres, posiblemente morirían de forma diferente. Exploran y explotan el sentido de la vista. Recurren al mayor número de posibilidades. Todo depende del sitio donde se encuentren los ojos. El Hamlet como escenario. El Hamlet como público. ¿Desde dónde mirar? ¿Cuál es el lugar correcto? ¿Por qué elegimos el camino de la decencia?
Liddell, A. (1993). Dolorosa. Universidad de Castilla La Mancha: ARTEA. Recuperado de http://artesescenicas.uclm.es/index.php?sec=texto&id=174
--------- (2000). La falsa suicida. Universidad de Castilla La Mancha: ARTEA. Recuperado de http://artesescenicas.uclm.es/index.php?sec=texto&id=175
--------- (2011a). La casa de la fuerza, Te haré invencible con mi derrota, Anfaegtelse. Segovia: La uña rota.
--------- (2011b, 30 de noviembre). Adversidad. Autorretratos. Angélica Liddell. Recuperado de http://solamentefotoss.blogspot.com.es/
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