Caballeros 1

martes, 19 de octubre de 2021

Paul Celan.

 



 

Canción a una dama en la sombra

Cuando la Taciturna llegue y decapite los tulipanes,
¿Quién saldrá ganando?
                    ¿Quién saldrá perdiendo?
                            ¿Quién se asomará a la ventana?
¿Quién pronunciará primero su nombre?

Alguien que es portador de mis cabellos.
Los lleva como se lleva a los muertos en las manos.
Los lleva como llevó el cielo mis cabellos aquel año en que amé.
Los lleva así por vanidad.

Ese saldrá ganando.
                No saldrá perdiendo.
                        No se asomará a la ventana.
No pronunciará su nombre.

Es alguien que está en posesión de mis ojos.
Los tiene desde que se cierran los portones.
Los lleva en los dedos, como anillos.
Los lleva como añicos de fruición y zafiro:
era ya mi hermano en otoño;
y ya cuenta los días y las noches.

Ese saldrá ganando.
                No saldrá perdiendo.
                        No se asomará a la ventana.
Pronunciará su nombre el último.

Es alguien que tiene lo que dije.
Lo lleva bajo el brazo, como un bulto.
Lo lleva como el reloj su peor hora.
Lo lleva de umbral en umbral, mas no lo arroja.

Ese no saldrá ganando.
                Saldrá perdiendo.
                            Se asomará a la ventana.
Pronunciará su nombre el primero.

Será decapitado con los tulipanes.

De Amapola y memoria, 1952. Versión de Felipe Boso.

Los poemas de Celan son autónomos, preguntas, dichos, lanzados al vacío, a nosotros; preguntas abiertas que no habría que intentar responder, sino desplegar, dejar abiertas. Su palabra no es metáfora –lo ha dicho–; es decir-contra. Pero lo que debe ser interpretado es su lenguaje. Hay allí dos planos: su lenguaje, su idioma, y lo que con él dice. La unidad de decir, de sentido, en Paul Celan, es el instante, ahora; él es verdad, y es decible. En tanto apertura; éste no cierra; está –él lo ha dicho− de camino (El Meridiano; OC, 506). Trastoca las reglas; en su decir y en su lectura. Esto es posible; porque sus reglas están en sus poemas, en su poética. 

 El aspecto sintáctico-prosódico es notable en este poema. La reiteración intercalada de estrofas de versos que se siguen uno a otro, a modo de voces de una estructura musical, recuerda en parte a la Fuga de la muerte bajo este aspecto y dota al poema de un ritmo que patentiza aspectos semánticos que son así destacados: A la invocación del primer verso:  Wenn die Schweigsame kommt und die Tulpen köpft: (“Cuando llega la callada y decapita los tulipanes”), una alusión a la muerte, responde la primera de las cuatro estrofas del poema cuya disposición espacial sobresale, anafóricas y paralelísticas, la segunda y la tercera son iguales; la primera es interrogativa; la cuarta y última combina versos de la segunda y tercera.  

Las tres primeras preguntas son respondidas: “¿Quién gana?” / “Él gana.” “¿Quién pierde?” / “Él no pierde.” “¿Quién va a la ventana?” / “Él no va a la ventana”. Idéntica réplica en la tercera, pero en la cuarta estrofa: “Él no gana / Él pierde. Él va a la ventana”. Contradice el sentido de las anteriores respuestas. Finalmente él pierde: “Der wird mit den Tulpen geköpft”, es decapitado con los tulipanes. Fin de la progresión de preguntas y respuestas intercaladas. También, al fin de la primera de las estrofas, se plantea una pregunta: “Wer nennt ihren Namen zuerst?”: “¿Quién la nombra primero?”. Y responden tres estrofas intercaladas después de las ya expuestas;

“Uno que lleva mi pelo”. “Uno que tiene mis ojos”. “Uno que tiene lo que dije”. “Lo lleva, como se llevan muertos en las manos”. “Los tiene desde que se cerraron las puertas”. “Lo lleva bajo el brazo como un fardo”. “Lo lleva como el cielo llevó mi pelo en el año en que amé”. “Los lleva al dedo como anillo”. “Lo lleva como el reloj su peor hora”. “Lo lleva así por ostentación”. “Los lleva como trozos de placer y zafiro”. “Lo lleva de umbral en umbral, no lo tira”. Y después de la última estrofa de voces, que contradice a las anteriores (“El no gana. / El pierde. / Él no va a la ventana”), responde a la pregunta inicial (“¿Quién la nombra primero?”): “Él dice primero su nombre” // “Lo decapitan con los tulipanes”.

 Pero no es una narración, con un enigma a resolver. Es un poema, con música y sentido. Alguien es decapitado con tulipanes. Es canto, lo que lleva. Pero lo que él lleva, va “de umbral en umbral”, para cada uno, y es el título del libro siguiente. “Él dice último su nombre”: el último en hablar, el testigo. Pelo, ojos, nombre, son tópicos de Paul Celan en un poema de gran musicalidad y simetría. Ese él es también el yo históricobiográfico que se diferencia del tú, el que escribe: “Es ist einer, der hat, was ich sagte”. Los tulipanes, también las rosas, sólo existen en el poema, no remiten a alguna referencia. “


 Comentario procedente de: https://ffyh.unc.edu.ar/editorial/wp-content/uploads/sites/5/2013/05/EBOOK_ECHAGUE_2017.pdf

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