En Ucrania El Año Nuevo se convirtió en una fiesta oficial en el siglo XVII. El emperador Peter I emitió un decreto en el que se llamaba a celebrar el comienzo del año con una oración solemne, además se pide también que se acompañe con campanas, con disparos de cañón y con fuegos artificiales. Se propone un día de paz en el que los niños se diviertan y los adultos olviden sus vicios y problemas.
También proviene de este rey la costumbre de intercambiarse regalos, una de las actividades indispensables de esta celebración del 1 de enero.
Después llegaron de Europa otros rituales; esconder el regalo en botas o calcetines cerca de la estufa; los dulces en cajas de hojalata decorada, el árbol adornado con flores de azúcar y manzanas.
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