Teatro desde 1939. Década de los noventa.

Recopilación de tres textos teatrales de Manuel Lourenzo, publicados conjuntamente en 1996. Se trata de tres piezas autónomas, escritas originalmente en gallego, tituladas: "A velada de Londres" (“La velada de Londres”), "Cando chega decembro" (“Cuando llega diciembre”) y "A velada espectral de Mr. Peabody (“La velada espectral de Mr. Peabody).

Tienen en común la irreverencia, la indecencia y la insumisión que presiden las piezas, lo cual las aleja del teatro comercial o de consumo. Son obras de gran libertad en las que unas se sirven de relatos como “Drácula” de Bram Stoker para desarrollar una trama imaginativa y original, mientras que otras siguen el surrealismo y la fantasmagoría para criticar los tiempos actuales.
Por este conjunto, el autor recibió el Premio Nacional de Literatura Dramática en 1997.



En mayo de 1998 aparece en Lucina esta obra de teatro con 128 páginas de las que dos son "Indicaciones para la representación".

En 1999 se le concedió el Premio Nacional de Literatura Dramática y se estrenó en Madrid el 27 de enero de 2000 (sí, han leído ustedes bien; la compañía del Teatro de La Abadía, dirigido por José Luis Gómez, montó la obra y la representó por varios escenarios.)
"Con un lenguaje vigoroso que recupera la precisión, la riqueza y la belleza de nuestro idioma, Agustín García Calvo reflexiona sobre algunos de los misterios en torno a las relaciones del Poder con la Persona. Para ello elige los últimos días del rey don Pedro I el cruel, asediado por su hermanastro don Enrique de Trastámara, que le disputa la corona del reino de Castilla. Bajo este clima bélico y mientras sus lugartenientes luchan por ponerle a salvo, don Pedro -tal vez el personaje más vengativo y feroz en aquella época de violencia y pasiones dasatadas- busca respuestas sobre la identidad del hombre: el destino como algo inexorable; el sexo como afirmación de la masculinidad; el poder y el dinero como valores eternos siempre por encima del hombre.

José Luis Gómez, nos ofrece una puesta en escena plena de acción y emoción, lejos de la parafernalia historicista; tradición y contemporaneidad se funden en un mundo poético avalado por el lenguaje de Agustín García Calvo. El rey don Pedro se incorpora por derecho a la galería de grandes personajes de la historia del teatro."

Texto del tarjetón enviado a los Amigos de La Abadía