No quiero que te vayas,
dolor, Última forma
de amar. Me estoy sintiendo
vivir cuando me dueles
no en ti, ni aquí, más lejos:
en la tierra, en el año
de donde vienes tú,
en el amor con ella
y todo lo que fue.
En esa realidad
hundida que la niega
a sí misma y se empeña
en que nunca ha existido,
que sólo fue un pretexto
mío para vivir.
Si tú no me quedaras,
dolor, irrefutable,
yo me lo creería;
pero me quedas tú.
Tu verdad me asegura
que nada fue mentira.
Y mientras yo te sienta,
tú me serás, dolor,
la prueba de otra vida
en que no me dolías.
La gran prueba, a lo lejos,
de que existió, que existe,
de que me quiso, sí,
de que aún la estoy queriendo
Muy cercano el poema a la concepción amorosa de Garcilaso "No me podrán quitar el dolorido sentir si ya primero, y del todo, no me quitan el sentido". El tema es el dolor como forma de amar.
ResponderEliminarEste tema se puede estructurar en cuatro partes;
a.- (Vs 1 al 3) El dolor deseable puesto que también es amor.
b.- (Vs 4 al 9) La presencia del dolor en su ahora.
c.- (Vs 10 al 25) El dolor como certeza del amor pasado.
d.- (Vs 26 al 29) El amor persiste en el desamor y el abandono.
En el empleo del código es destacable el omnipresente uso de la pronominalización del emisor y del destinatario amoroso. Habría que señalar que el tú ,en este poema remite al dolor, quedando la tercera persona para referir a la amada . Sobreabundan los nexos temporales, oscila , el poeta, entre el pasado gozoso y el presente dolorido.
ResponderEliminarEl campo semántico más nutrido gira en torno al dolor, el poema tiene una tonalidad afectiva negativa, sombría.
El poema está constituido por 29 versos heptasílabos, carece de rima. Es de destacar, como en númerosos poemas de esta antología, la abundancia de pausas que refuerzan el conceptualismo del poema.
ResponderEliminarComo en otos poemas ya comentados de La voz... el primer verso es rotundo y dirigido al tú (recuérdese que en este caso es el dolor).
ResponderEliminarEn el arranque del poema apreciamos también la acumulación de elementos retóricos, bimembraciones, paralelismos, aliteraciones (destaca la aliteración en -e- "De donde vienes tú/ de amor. Me estoy sintiendo/ en la tierra en el año) y también la aliteración, a lo largo del poema, de la vocal o. Estos elementos contribuyen a dotar al poema de fuerte sonoridad, propiciada también por el empleo del verso corto.
La paradoja amor/dolor , mentira/verdad, Existir/ no existir, se desarroya a lo largo de la composición dotándola de contenido hondo y reflexivo. Como en otras ocasiones observamos un éxico esencial y reducido. fundamentalmente sustantivaciones y muy escasa adjetivación.
b.-