EL
MISTERIO DE LA TORRE DE HÉRCULES
Soy Álex, un chico de 17 años.
Me acabo de mudar a A Coruña, con mi madre. La verdad es que no sé porque nos
mudamos, si en Francia tenía a mis amigos y a la chica que me gustaba.
Soy hijo único, mi padre murió
cuando tenía 15años, creo que esa es la causa por la que mi madre y yo hemos
venido a vivir a A Coruña.
Hoy es mi
primer día de clase. Cuando llegué tuve que ir al despacho del director. Allí
había una chica muy guapa, se llamaba Natalia. Me enseñó el instituto y se
convirtió en mi primera amiga en esta ciudad. A la hora de comer me senté solo,
pero vi a Natalia con sus amigos y me dijeron si quería comer con ellos. Fue
importante conocer a gente nueva el primer día de clase.
Llegaron las
vacaciones de Navidad y ella me pidió ser su novio. Fue increíble. Nunca
olvidaré aquel momento.
Días después los chicos me
invitaron a una excursión por A Coruña. Me gustó la idea ya que no conocía
algunas partes de la ciudad. Fuimos a la Torre de Hércules, donde montamos una
fiesta y jugamos al fútbol toda la tarde.
Martín y yo fuimos a dar un
paseo, me propuso entrar en la Torre de Hércules. La verdad es que no me
apetecía. Pero al final me convenció, al entrar escuchamos ruidos raros, nos
asustamos pero seguimos caminando. Martín me dijo que lo siguiera. Bajamos por
una escalera, no vimos nada. Me contó que hay una leyenda sobre la escalera
secreta. Al rato volvimos con el grupo.
Unos días después volvimos,
porque vimos en las noticias, que contaron
algo que nos sorprendió. Decidimos ir a investigar por nuestra cuenta.
Preparamos una mochila con las cosas más importantes y fuimos hacia la Torre de
Hércules. Al verla me entró un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
Cuando bajamos la escalera
secreta empezamos a oír voces, oímos a gente que nos llamaban por nuestros
nombres y sabían quiénes éramos. Tuvimos demasiado miedo. En la oscuridad
intuimos a personas. Iban con trajes negros y con pasamontañas del mismo color.
Pensamos que
era un sueño, pero no. De repente noté una patada en toda mi espalda, estuve
demasiado tiempo en el suelo. No podía levantarme. Pero al final lo conseguí y
pude ver que eran los cuatro hombres de las noticias del telediario. Después de
luchar un rato y echar a correr, Martín llamó a la policía y este vino rápido,
Vio que teníamos demasiados golpes, decidió llamar a una ambulancia.
Mi madre estaba llorando, porque no se podía creer lo que había hecho. Vi al
médico que abrazó a mi madre. Llamaron a la
puerta y vi al policía, me hizo unas preguntas sobre lo sucedido.
Unos días después de estar en el hospital, vi en el periódico
una foto de nosotros dos.
Yendo al
instituto vi que cámaras y cuando me vieron los periodistas se me acercaron, pero los ignoré. Al empujar la
puerta del Instituto y entrar, observé como todos los alumnos y profesores me
estaban aplaudiendo y felicitando. No me podía creer que me había convertido en
un auténtico héroe.
LUISA LEMA JUZGADO
3ºB
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