Caballeros 1

jueves, 30 de abril de 2015

Lauro Olmo; La pechuga de la sardina.

'¿Qué han hecho ustedes conmigo? ... Cuando estuve mala por primera vez me asusté

mucho. Creí que me moría. Los ojos de mi madre no se apartaban de mí.

Al fin me dijo: 'No vuelvas a jugar con los chicos'. Y yo, tonta, le contesté:

'Si ellos no han sido, mamá'. Tenía once años y me arrancó de ellos

bruscamente. Y empecé a sentirme perseguida. Desde entonces todo lo

noble, todo lo fecundo, quedó oscurecido por el temor, por el maldito

 
miedo'






"Tú habrás podido ser / un conductor de hombres / o un hombre conducido, / esto no importa. / Lo que sí importa, hermano, / es saber hasta dónde / pudo llegar / y no llegó tu savia / -ya sabes cuánto hay de inevitable / en esto de ser hombre, / en que serás juzgado / por aquel que no fuiste / y que, en esencia, eras. / Y yo te digo / que no existe sentencia comparable / a la que, exacta, / nace de uno mismo. / Bien, si es para bien;,/ mal, si es para mal".

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