'¿Qué han hecho ustedes conmigo? ... Cuando estuve mala por primera vez me asusté
mucho. Creí que me moría. Los ojos de mi madre no se apartaban de mí.
Al fin me dijo: 'No vuelvas a jugar con los chicos'. Y yo, tonta, le contesté:
'Si ellos no han sido, mamá'. Tenía once años y me arrancó de ellos
bruscamente. Y empecé a sentirme perseguida. Desde entonces todo lo
noble, todo lo fecundo, quedó oscurecido por el temor, por el maldito
miedo'
"Tú habrás podido ser / un conductor de hombres / o un hombre conducido, / esto no importa. / Lo que sí importa, hermano, / es saber hasta dónde / pudo llegar / y no llegó tu savia / -ya sabes cuánto hay de inevitable / en esto de ser hombre, / en que serás juzgado / por aquel que no fuiste / y que, en esencia, eras. / Y yo te digo / que no existe sentencia comparable / a la que, exacta, / nace de uno mismo. / Bien, si es para bien;,/ mal, si es para mal".
No hay comentarios:
Publicar un comentario