Caballeros 1

martes, 12 de marzo de 2013

El niño perdido

Rubén se perdió, se perdió como otras tardes, y recordó que esas otras veces que se había perdido, su madre, al encontrarle, en vez de abrazarle por haberle hallado, le había azotado tirando después de él por un brazo como si le arrastrase. El niño, temiendo que sucediese otra vez aquello, se extravió cada vez más, huyó como queriendo perderse más, desesperadamente más, ya que se había perdido. Así nadie encontró ya a Rubén, perdido definitivamente en las dunas intransitadas que hay al final de los caminos, por los que se pierde cualquiera.

Ramón Gómez de la Serna (del libro Disparates y otros caprichos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario