Caballeros 1

lunes, 23 de julio de 2012

Misionero picado con pan rallado




"Deshuese al misionero, quítele la grasa, la ropa y los accesorios que lo sobrecargan. Pïquelo con una o dos cebollas y un poco de perejil. Cuando el misionero esté bastante desmenuzado, ponga en una cazuela un cojón de mantequilla, en el momento en el que esté fundido vierta el picadillo, al que añadirá un poco de tocino que rehogará en mantequilla y espolvoreará con un poco de pan rallado. Cuando el pan rallado esté bien mezclado con el picadillo, eche unas tazas de caldo, sal, pimienta y sírvalo con costras alrededor del plato.
Si el misionero no tiene costras, no lo dude, coja de las suyas, nadie lo notará."


(Cocina Caníbal, Roland Topor)

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