Caballeros 1

domingo, 3 de junio de 2012

Relatos románticos ; Ligeia

Traducción de Cortazar; AQUÍ
 La "memoria" de Griswold El día del fallecimiento del escritor apareció una larga esquela en el periódico New York Tribune firmada por un tal "Ludwig". Esta esquela fue reproducida por numerosos medios a través de todo el país. Comienza así: «Edgar Allan Poe ha muerto. Murió anteayer en Baltimore. Esta noticia sorprenderá a muchos, y algunos se apenarán.» "Ludwig" fue identificado muy pronto como Rufus Wilmot Griswold, un editor, crítico y antologista que había demostrado gran aversión hacia Poe ya desde 1842. De cualquier manera Griswold incomprensiblemente logró convertirse en el albacea literario ("literary executor";) del escritor, aplicándose a destruir su reputación después de su muerte. Este individuo escribió con posterioridad un artículo biográfico largo sobre el escritor titulado "Memoir of the Author" ("Memoria del autor";), con el que encabezó un volumen de las obras de Poe. Aquí éste aparecía descrito como un ser depravado, borracho, drogadicto y perturbado, y se aportaban diversas cartas del propio Poe como evidencia.114 Muchas de sus afirmaciones eran burdas mentiras o verdades a medias. Por ejemplo, ahora está demostrado que Poe no fue drogadicto. La versión de Griswold fue denunciada por aquellos que conocieron bien a Poe, pero no pudo evitarse que se convirtiera en la más aceptada popularmente. Esto ocurrió en parte porque era la única biografía completa disponible, reimpresa varias veces, y en parte porque los lectores se entusiasmaban ante la idea de estar leyendo las obras de un malvado. En cuanto a las cartas presentadas por Griswold como prueba se demostró pronto que no eran más que falsificaciones Obra.- Poe escribió cuentos de distintos géneros, poesía, crítica literaria y ensayo, éste sobre los temas más variados, además de una novela larga. A lo largo de toda su vida también escribió numerosas cartas. Influencias La crítica suele coincidir al determinar las fuentes literarias de las cuales bebió este autor. En sus primeros cuentos sigue a Boccaccio y Chaucer. También se inspiró en toda la novela gótica inglesa: Horace Walpole, Ann Radcliffe, Matthew G. Lewis y Charles Maturin, entre otros. Conoció bien a los góticos alemanes (E.T.A. Hoffmann, el barón Friedrich de la Motte Fouqué, etc.). De su país fue devoto de los pioneros Charles Brockden Brown y Washington Irving. Otros autores ingleses que admiró mucho: Daniel Defoe, Walter Scott, William Godwin y Edward Bulwer-Lytton. En poesía, se dejó cautivar desde muy joven por Lord Byron. Dentro de este género apreció bastante la poesía nocturna francesa y germánica, así como a todos los románticos ingleses: Shelley, Keats, Wordsworth (al que, sin embargo, criticó su didactismo) y Coleridge. También valoró grandemente a Tennyson. Poe asimismo conocía bien el trabajo de los más importantes científicos: Laplace, Newton, Kepler, etc. Pero el autor que probablemente aparece más veces citado en sus obras es el filósofo inglés Joseph Glanvill. Cuentos Julio Cortázar ordena sus relatos de acuerdo con el 'interés' de sus temas. «Sus mejores cuentos son los más imaginativos e intensos; los peores, aquellos donde la habilidad no alcanza a imponer un tema de por sí pobre o ajeno a la cuerda del autor.» Al traducirlos, los agrupó en: 1. Cuentos de terror, 2. Sobrenaturales, 3. Metafísicos, 4. Analíticos, 5. De anticipación y retrospección, 6. De paisaje, y 7. Grotescos y satíricos (id.). Destaca Cortázar lo expresado por Poe en una carta: «Al escribir estos cuentos uno por uno, a largos intervalos, mantuve siempre presente la unidad de un libro.» Los cuentos de terror o cuentos góticos constituyen su obra más conocida y propiamente genuina. En cuanto a su calidad artística, el escritor y crítico irlandés Padraic Colum afirmó que relatos como "El barril de amontillado", "El pozo y el péndulo", "La caída de la casa Usher", "Ligeia", etc., se hallan entre «los mejores cuentos del mundo», mientras que para el crítico y traductor español Mauro Armiño, «a casi ciento cincuenta años de distancia, siguen siendo las narraciones más sugestivas del siglo XIX». Ya no se advirtieron más señales de vida en Valdemar y, opinando que había fallecido, lo confiamos al cuidado de los enfermeros. En ese momento observamos un intenso movimiento vibratorio en la lengua. El hecho continuó por espacio quizá de un minuto. Al terminar este periodo, brotó de las distendidas e inmóviles mandíbulas una voz que sería una locura intentar describir. (De "La verdad sobre el caso del señor Valdemar", 1845) El de terror fue un género que adoptó Poe para satisfacer los gustos del público de la época. Edmund Wilson subraya los contenidos oníricos y simbólicos en sus relatos. Sus temas más recurrentes tienen que ver con la muerte, incluyendo sus manifestaciones físicas, los efectos de la descomposición de los cadáveres ("La verdad sobre el caso del señor Valdemar";), temas también relacionados con el entierro prematuro ("El entierro prematuro";), la reanimación de cadáveres ("Conversación con una momia", "La caída de la casa Usher";) y demás asuntos luctuosos. De esta manera, se ha señalado con frecuencia la obsesión entre necrofílica y sádica del autor, manifestada en distintos niveles y matices, según los relatos. Krutch, y Wilson a partir de él, afirman que el atroz sadismo en los últimos cuentos de Poe se debe a algún tipo de represión emocional. La extraña relación de Poe con su mujer, Virginia Clemm, y sus sentimientos de ambivalencia ante su enfermedad y muerte, explicarían el agudo remordimiento que tantas veces afecta a sus héroes. Otros temas recurrentes en sus historias macabras son la venganza ("Hop-Frog", "El barril de amontillado";), la culpa y la autopunición ("William Wilson", "El corazón delator", "El gato negro", "El demonio de la perversidad";), la influencia del alcohol y el opio ("El gato negro", "La caída de la casa Usher", "El Rey Peste";), el poder de la voluntad ("Ligeia", "Morella";), la claustrofobia ("El barril de amontillado", "El entierro prematuro", La narración de Arthur Gordon Pym), etc. Con motivo de sus primeras publicaciones del género, la crítica lo acusó de dejarse llevar en exceso por la influencia de la fantasía alemana, por ejemplo de Hoffmann. A lo que el escritor replicó, en el prólogo a su libro Cuentos de lo grotesco y arabesco: Si muchas de mis producciones han tenido como tesis el terror, sostengo que ese terror no viene de Alemania, sino del alma; que he deducido este terror tan sólo de sus fuentes legítimas, y que lo he llevado tan sólo a sus resultados legítimos. Muchas de estas obras han sido encuadradas a menudo dentro del llamado romanticismo oscuro (dark romanticism), en el que lo acompañaron autores como Nathaniel Hawthorne y Herman Melville. Este movimiento surgió como reacción al transcendentalismo de la época, que Poe detestaba. Calificaba a los seguidores de este movimiento de «Frogpondians» (algo así como ranas de charca, en referencia al estanque de un conocido parque de Boston) y ridiculizaba sus escritos denominándolos «gestionametáforas» («metaphor-run)» que incurrían en «la oscuridad por la oscuridad» y «el misticismo por el misticismo». El escritor, sin embargo, en una carta a su gran amigo Thomas Holley Chivers, escribió que él no odiaba a los transcendentalistas, sino «sólo a los sofistas que se cuentan entre ellos». Poe igualmente dio origen al relato de detectives por medio de sus cuentos analíticos y de raciocinio: "La carta robada", "Los crímenes de la calle Morgue", "El escarabajo de oro" y "El misterio de Marie Rogêt", que influyeron directamente en autores posteriores como Arthur Conan Doyle, cuyo Sherlock Holmes está inspirado directamente en el Auguste Dupin de Poe (véase Legado e influencia). Según Mauro Armiño, en estos relatos Poe se aleja bastante de los usos contemporáneos, que consisten en «perder al lector en una maraña de datos falsos que oculten precisamente el elemento eje; [...] Poe hace hincapié no en el burdo despiste del lector: lo que más le interesa es seguir el proceso de raciocinio que lleva a Dupin -antecedente directo de Sherlock Holmes- a la resolución del misterio». Esto representa bastante bien un cráneo, y hasta me atrevería a decir que es un excelente cráneo, conforme a las nociones vulgares sobre esa región anatómica, y si su escarabajo se le parece, ha de ser el escarabajo más raro del mundo. Incluso podríamos dar origen a una pequeña superstición llena de atractivo, aprovechando el parecido. (De "El escarabajo de oro", 1843)

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