Todo el soneto supone una hipérbole o exageración de la presencia de la amada en la vida del poeta. Sin embargo no es una exageración que sobrepase los límites del equilibrio.
Empieza adentrándose en la espiritualidad del hombre, no se acoge a ninguna referencia carnal sino a espiritual: lo eterno (alma). No es un amor carnal, físico sino una adoración. En el primer verso destaca un hipérbaton Escrito está en mi alma vuestro gesto. Dos posibles intenciones son: darle un sentido más lejano al tiempo: “Está escrito” (frase del evangelio) y destacar gesto, una metonimia que representa a la amada. En el primer cuarteto destaca el juego entre yo y vos, ella escribe, él lo lee. Ella ejecuta, él obedece. Se remarca con el encabalgamiento abrupto del tercer verso que resalta el verbo leo: el poeta no es creado, solo cuenta lo que ya existe: la belleza que le supera.
En el quinto verso utiliza el verbo presente y futuro para explicar lo eterno de su amor estoy y estaré siempre. Los adverbios de cantidad Tanto y Cuanto, que constituyen una aliteración, agrandan los conceptos. Retóricamente expresa la superioridad de la mujer que ama sobre él con la expresión “no cabe en mí”. Usa la fe como respuesta a su impotencia: muestra su religiosidad, para ello, el v.7 es otro hipérbaton que ensalza el verbo creo.
En el primer terceto destaca la palabra “hábito” que aquí se ajusta a la vestimenta, al recubrimiento de lo que está destapado, pero también a la costumbre de estar amándola todos los días en la distancia, desde el secreto. Además la personificación mi alma os ha cortado a su medida es una personificación. Equipara el alma con un sastre para seguir jugando con la metáfora del hábito. No nací sino para quereros del v.9 habla de la predestinación de una persona en su vida: querer, misión que cumple en el v.11.
Este soneto de Garcilaso viene descrito con mucha sencillez, con palabras llanas, entendibles. Su amada a la que ha colocado en lugar más alto que él se ha adueñado de su voluntad y de su hacer. Conmueve ese total desbordamiento de sentimientos y conmueve como olvida toda su vida para centrarse en el hecho de que su dama ha abarcado para siempre su existencia. Ya no es él el que vive dentro de sí mismo sino su amada. Es renovador descubrir a través de estos versos que el verdadero enamoramiento puede causar verdaderos estragos en la voluntad e intelecto de las personas, cómo el amor puede exagerar en demasía las virtudes del otro y hacernos olvidar quién es el verdadero controlador de la vida y la muerte.
Es un soneto que sobrepasa las barreras de la fe. Ya no es Dios quien controla la vida de las personas. El poeta demuestra cómo el amor llega a la idealización pero también a la suplantación del lugar de Dios por parte de una dama. Esto es Renacimiento. El poeta creador, si no es capaz de crear la belleza –pues la realidad misma de la belleza de la dama- ya existe, si es capaz de crear su propio dios. ¿O exagera? ¿Está creando esa belleza desde su realidad, desde su visión? ¿Realmente nos lleva a pensar en la perfección de la dama pero es solo literatura?
En cualquier caso, destaca el hecho de que todo sea belleza espiritual, todo es infujo en el alma y desde el alma. Sólo escapa a esta interpretación la palabra gesto (apariencia). Esta belleza espiritual, junto al amor platónico que lo inunda todo, que marca la personalidad y la vida del poeta, es herencia de Platón –filósofo griego- que nos habla directamente de la presencia de la antigüedad grecolatina.
Todo el soneto supone una hipérbole o exageración de la presencia de la amada en la vida del poeta. Sin embargo no es una exageración que sobrepase los límites del equilibrio.
ResponderEliminarEmpieza adentrándose en la espiritualidad del hombre, no se acoge a ninguna referencia carnal sino a espiritual: lo eterno (alma). No es un amor carnal, físico sino una adoración. En el primer verso destaca un hipérbaton Escrito está en mi alma vuestro gesto. Dos posibles intenciones son: darle un sentido más lejano al tiempo: “Está escrito” (frase del evangelio) y destacar gesto, una metonimia que representa a la amada. En el primer cuarteto destaca el juego entre yo y vos, ella escribe, él lo lee. Ella ejecuta, él obedece. Se remarca con el encabalgamiento abrupto del tercer verso que resalta el verbo leo: el poeta no es creado, solo cuenta lo que ya existe: la belleza que le supera.
En el quinto verso utiliza el verbo presente y futuro para explicar lo eterno de su amor estoy y estaré siempre. Los adverbios de cantidad Tanto y Cuanto, que constituyen una aliteración, agrandan los conceptos. Retóricamente expresa la superioridad de la mujer que ama sobre él con la expresión “no cabe en mí”. Usa la fe como respuesta a su impotencia: muestra su religiosidad, para ello, el v.7 es otro hipérbaton que ensalza el verbo creo.
En el primer terceto destaca la palabra “hábito” que aquí se ajusta a la vestimenta, al recubrimiento de lo que está destapado, pero también a la costumbre de estar amándola todos los días en la distancia, desde el secreto. Además la personificación mi alma os ha cortado a su medida es una personificación. Equipara el alma con un sastre para seguir jugando con la metáfora del hábito. No nací sino para quereros del v.9 habla de la predestinación de una persona en su vida: querer, misión que cumple en el v.11.
Este soneto de Garcilaso viene descrito con mucha sencillez, con palabras llanas, entendibles. Su amada a la que ha colocado en lugar más alto que él se ha adueñado de su voluntad y de su hacer. Conmueve ese total desbordamiento de sentimientos y conmueve como olvida toda su vida para centrarse en el hecho de que su dama ha abarcado para siempre su existencia. Ya no es él el que vive dentro de sí mismo sino su amada. Es renovador descubrir a través de estos versos que el verdadero enamoramiento puede causar verdaderos estragos en la voluntad e intelecto de las personas, cómo el amor puede exagerar en demasía las virtudes del otro y hacernos olvidar quién es el verdadero controlador de la vida y la muerte.
ResponderEliminarEs un soneto que sobrepasa las barreras de la fe. Ya no es Dios quien controla la vida de las personas. El poeta demuestra cómo el amor llega a la idealización pero también a la suplantación del lugar de Dios por parte de una dama. Esto es Renacimiento. El poeta creador, si no es capaz de crear la belleza –pues la realidad misma de la belleza de la dama- ya existe, si es capaz de crear su propio dios. ¿O exagera? ¿Está creando esa belleza desde su realidad, desde su visión? ¿Realmente nos lleva a pensar en la perfección de la dama pero es solo literatura?
En cualquier caso, destaca el hecho de que todo sea belleza espiritual, todo es infujo en el alma y desde el alma. Sólo escapa a esta interpretación la palabra gesto (apariencia). Esta belleza espiritual, junto al amor platónico que lo inunda todo, que marca la personalidad y la vida del poeta, es herencia de Platón –filósofo griego- que nos habla directamente de la presencia de la antigüedad grecolatina.