¿Civilización? La historia cambia según la
voz que la cuenta. En América, en Europa o en cualquier otra parte. Lo que para
los romanos fue la invasión de los bárbaros, para los alemanes fue la
emigración al sur.
No es la voz de los
indios la que ha contado, hasta ahora, la historia de América. En las vísperas
de la conquista española, un profeta maya, que fue boca de los dioses, había
anunciado: Al terminar la codicia, se desatará la cara, se desatarán las manos,
se desatarán los pies del mundo. Y cuando se desate la boca, ¿qué dirá? ¿Qué
dirá la otra voz, la jamás escuchada? Desde el punto de vista de los
vencedores, que hasta ahora ha sido el punto de vista único, las costumbres de
los indios han confirmado siempre su posesión demoníaca o su inferioridad
biológica. Así fue desde los primeros tiempos de la vida colonial:
¿Se suicidan los
indios de las islas del mar Caribe, por negarse al trabajo esclavo? Porque son
holgazanes.
¿Andan desnudos, como
si todo el cuerpo fuera cara? Porque los salvajes no tienen vergüenza.
¿Ignoran el derecho
de propiedad, y comparten todo, y carecen de afán de riqueza? Porque son más
parientes del mono que del hombre.
¿Se bañan con
sospechosa frecuencia? Porque se parecen a los herejes de la secta de Mahoma,
que bien arden en los fuegos de la Inquisición.
¿Jamás golpean a los
niños, y los dejan andar libres? Porque son incapaces de castigo ni doctrina.
¿Creen en los sueños,
y obedecen a sus voces? Por influencia de Satán o por pura estupidez.
¿Comen cuando tienen
hambre, y no cuando es hora de comer? Porque son incapaces de dominar sus
instintos.
¿Aman cuando sienten
deseo? Porque el demonio los induce a repetir el pecado original.
¿Es
libre la homosexualidad? ¿La virginidad no tiene importancia alguna? Porque
viven en la antesala del infierno.
Eduardo Galeano, Ser como ellos y otros
artículos, Siglo Veintiuno Editores, México, 1992.
1.- Realiza un resumen del
texto (1,5 puntos)
2.- Realiza un comentario
crítico a partir de las ideas expresadas en el texto (1,5 puntos)
3. Localiza e indica en la etapa de la obra del autor a la que pertenece
los siguientes textos (1,5 puntos)
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas en alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera / también, hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera |
En ti estás
todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué solo, qué lejos, siempre, de ti mismo! Abierto en mil heridas, cada instante, cual mi frente, tus olas van, como mis pensamientos, y vienen, van y vienen, besándose, apartándose, en un eterno conocerse, mar, y desconocerse. Eres tú, y no lo sabes, tu corazón te late y no lo siente... ¡Qué plenitud de soledad, mar sólo! |
4.- Señala los rasgos de la poesía modernista presentes en el siguiente texto de Ruben Dario (¡,5 puntos)
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusión. ¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz? ¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? ¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar; ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los lirios con los versos de mayo o perderse en el viento sobre el trueno del mar. |
Ya
no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y
están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, de Occidente las dalias y las rosas del Sur. ¡Pobrecita princesa de los ojos azules! Está presa en sus oros, está presa en sus tules, en la jaula de mármol del palacio real; el palacio soberbio que vigilan los guardas, que custodian cien negros con sus cien alabardas, un lebrel que no duerme y un dragón colosal. ¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! (La princesa está triste. La princesa está pálida.) ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! ¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe, (La princesa está pálida. La princesa está triste.) más brillante que el alba, más hermoso que abril! -«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-; en caballo, con alas, hacia acá se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, a encenderte los labios con un beso de amor» |
5.- Realiza un esquema de la trayectoria de la obra de Machado y Juan
Ramón Jiménez.(2 puntos)
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