Caballeros 1

lunes, 14 de enero de 2019

Mendoza. La verdad... Examen de la obra completa.


GÉNERO LITERARIO. ENTRE LA NOVELA HISTÓRICA, LA NOVELA POLICÍACA Y EL FOLLETÍN
Eduardo Mendoza ha manifestado desde sus inicios como novelista que pretende hacer una literatura sin ningún fin trascendental, reivindicando así la idea de la novela bien escrita que simplemente cuente una historia que atraiga al lector. Esto no impide que la mayoría de sus novelas reflejen y analicen determinados ámbitos sociales e históricos con talante crítico e irónico. Son muchas las influencias que se detectan en la obra narrativa de Mendoza, reconocidas por él mismo y sus intenciones parecen ser muy claras: renovar recuperando, cambiar el estado de las cosas a partir de una larga tradición narrativa que nos llega a los españoles de muy lejanos tiempos. Su fuente directa es la novela tradicional que le hace recoger ingredientes de muy variada procedencia. La organización del relato en secuencias de claro origen cinematográfico, la heterogeneidad textual de la escritura (diálogos, documentos, artículos periodísticos…) y el caos temporal que, finalmente queda aclarado son, entre otros, recursos que sitúan esta novela en la evolución contemporánea de esta narrativa. A partir de ahí, las influencias son variadas y van desde la novela bizantina hasta el actual género policíaco.
 Novela bizantina: su gusto por la aventura, las casualidades, la sorpresa, los encuentros y desencuentros es tan fuerte como en su día lo fue en Cervantes, quien se convertirá en uno de sus mentores.
 Miguel de Cervantes: la obra es un texto paródico de varios géneros, un rompecabezas que caricaturiza varios modelos al mismo tiempo que los eleva a su máxima expresión. Mucho tienen de quijotes fracasados Javier Miranda, Pajarito de Soto o el comisario Vázquez.
 La novela picaresca: el mundo del pícaro es otro de los referentes de Mendoza. Un ejemplo claro es Nemesio Cabra, uno de los personajes más logrados de la novela. Es el prototipo de ser destinado a luchar contra un destino que le mantiene de modo implacable en la marginación social, sin levantar cabeza y sirviendo a unos amos que de ningún modo le agradecerán sus servicios. 
El esperpento de Valle-Inclán: presente en tipos y ambientes. Dos ejemplos muy claros son la taberna de Pepín Matacríos (que no puede ocultar su parentesco con la Pica Lagartos de Valle) o el cabaret donde trabaja María Coral, cuyos clientes son un paradigma del arte esperpéntico.
 La novela norteamericana: que desde los años 60 se obstina en presentar unos héroes, más bien antihéroes, que viven en soledad como víctimas o cabezas de turco (Javier Miranda, Pajarito de Soto…).
Después de todas estas referencias uno se pregunta ante qué tipo de novela estamos; ¿se trata de una novela social, política, histórica, policíaca? Los críticos parecen no ponerse de acuerdo al respecto. Algunos apuestan por una trama fundamentalmente política (C. Sarrias) donde, detrás de un argumento aparentemente simple, hay una voluntad clara de denuncia social. Se trataría de un relato policial que deviene en indagación política, a través de indefinición donde se habla de fondo histórico, estructura policial y relato social.
Eduardo Mendoza recurre a la técnica del pastiche que consiste en imitar diversos subgéneros y estilos en una misma obra. Así, utiliza elementos narrativos de la novela policíaca (estructura global, asesinatos, muertes violentas, pistas, pesquisas del policía, reconstrucción de los hechos y, finalmente, aclaración de lo sucedido), con claras influencias de la novela negra americana e incluso del folletín del siglo XIX (el enredo de la trama sentimental que tiene como

Pero si algo destaca es que se hace de algunos de los principales géneros literarios. la parodia
 Parodia de la novela policial: la labor detectivesca está en manos de personajes que no alcanzan a deducir con lógica ni a ver el alcance de sus sospechas (Miranda, Pajarito). Solo Vázquez aplica el método deductivo pero es un personaje tremendamente descoyuntado cuyas actuaciones son tratadas con fuertes dosis de humor.
 Parodia de la novela rosa o sentimental: después de lo sucedido es poco habitual un desenlace amoroso como el que protagonizan María Coral y Miranda.
 Parodia de la novela social: un tono humorístico parece contemplar los atentados, los movimientos revolucionarios, la tensión social…
 Parodia de la novela de folletín: en el carácter melodramático de situaciones y personajes que antes provocaba el llanto, provoca ahora la risa, pues su recreación presenta unos perfiles tan marcados que solo es posible pensar en una intención ridiculizante.
De todo ello se deduce que Mendoza construye un argumento complejo dentro de un marco histórico muy atractivo, la Barcelona de 1917, con altas cotas de prosperidad burguesa pero con una clase proletariada que roza la miseria y el hambre. En definitiva, se trata de una novela que intenta contar una historia, lo más atractiva posible y, para ello, escoge un tiempo histórico complejo en sus relaciones sociales que resulta apasionante para el lector.
Y así fue como salimos de Barcelona para no regresar jamás. El dinero del pasaje del barco nos lo presto Cortabanyes, en un inesperado gesto de generosidad, o tal vez por quitarse de en medio a quien tanto sabía sobre su persona. No llegamos a Hollywood. Nos quedamos en Nueva York, donde las cosas no fueron como María Coral había pensado. Luchando contra la pobreza, el idioma y la posibilidad de ver negada la prórroga de nuestro permiso de residencia y trabajo, transcurrieron varios años [...]. Por último, obtenida la nacionalidad americana e introducido en el mundillo financiero de Wall Street como mero agente comercial, pero con un sueldo respetable, y retirada María Coral del mundo del espectáculo, me decidí a cumplir con el encargo que otrora me hiciera Lepprince. La compañía aseguradora quedó sorprendida de mi reclamación, no se avino a pagar y los abogados de Lepprince me convencieron para llevar las cosas ante un tribunal. Del juicio y de mis declaraciones han brotado estos recuerdos. Estoy sólo en casa, el juicio ha terminado y sólo queda esperar hasta mañana para conocer el resultado. Los abogados dicen que la impresión es buena y que mis declaraciones han sido hábiles y prudentes. María Coral ha salido. No tenemos hijos, pues María Coral quedó imposibilitada para la maternidad a raíz de la pérdida del hijo de Lepprince. Nos vamos haciendo viejos [...]. El correo me ha traído una carta inesperada de María Rosa Savolta. Creo que su transcripción será el mejor modo de poner punto final a esta historia. Apreciado amigo: No puede usted imaginarse la enorme alegría que nos ha producido a Paulina y a mí recibir la noticia de que usted nos iba a enviar dinero desde Nueva York. Hasta que nos escribió el abogado no sabíamos nada de ese seguro que mi marido (q. e. p. d.) suscribió antes de morir. El abogado nos ha explicado las causas del retraso en el cobro del seguro. Créame que nos hacemos perfecto cargo de los motivos que le han impulsado a usted a obrar de esta manera y no le hacemos reproche alguno. Estos años han sido muy difíciles para Paulina y para mí [...]. Mi único deseo, en este tiempo, ha sido procurar que la pequeña Paulina no careciese de nada. Por desgracia temo que su educación sea deficiente [...]. El dinero que usted nos va a enviar nos viene pues como anillo al dedo. Tengo puestas mis esperanzas en una buena boda, para cuando Paulina esté en edad de merecer, cosa difícil de lograr sino se cuenta con un mínimo de medios [...] Ya ve usted lo muy necesitadas que estamos de ese dinero que usted nos enviará en breve. Ya sabe que nos tiene siempre a su entera disposición y que nuestra gratitud por su desinteresada ayuda no conoce límites. Crea que con ella ha contribuido a despejar un poco el negro panorama de nuestras vidas y a rehabilitar la memoria de aquel gran hombre que fue Paul-André Lepprince. Suya afectuosa, María Rosa Savolta.

1.-Entre las influencias de la narrativa de Mendoza está la novela picaresca. Gonzalo Sobejano define el género picaresco como la relación  en primera persona de la vida y desventuras de un sujeto humilde articulada según una estructura episódica y destinada a explicar un estado, superado o no, de deshonor del protagonista. Las circunstancias sociales son uno de los elementos con los que el narrador justifica su vida. Explica si estas características están presentes en la novela.
2.- Explica, a partir de tu conocimiento de Rosa Savolta, el carácter irónico que vierte Mendoza en el siguiente fragmento de la carta que cierra la novela.
Mi único deseo, en este tiempo, ha sido procurar que la pequeña Paulina no careciese de nada. Por desgracia, temo que su educación sea deficiente. Como además hemos tenido que ir vendiendo mis joyas, la pobre ha crecido en un ambiente de clase media, tan distinto al que por nacimiento le corresponde. La niña, sin embargo, no traiciona su origen y se quedaría usted sorprendido de su distinción y modales. Sin apasionamiento de madre, puedo asegurarle que es bellísima y que guarda un increíble parecido con su pobre padre, cuya memoria venera.
3.- ¿Cuál es tu opinión sobre la muerte de Lepprince? Arguméntala con datos que procedan de tu lectura de la novela.
- ¿Cómo murió Lepprince?- quise saber.
El Comisario Vázquez se mostró esquivo.
-No creo que lo sepamos jamás. Tal vez se trate, a fin de cuentas de un suicidio o de un accidente. (…)
-Oiga Miranda, yo siempre he pensado que Lepprince era un peón de alguien…-señaló al techo-muy alto, usted ya me comprende. Para mí que lo hicieron desaparecer,pero es solo una teoría.




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